12 años tenia cuando lo conocí. Sandino Luna era su nombré.
Siempre lo amé pero todo empezó 6 años después...


Lo vi entrando en el salón de clases con esa sonrisa que siempre está en su rostro. Él tenia unos años más que yo, no sabía bien cuántos, y tampoco importaba cuántos tuviera yo: ¡¡él me gustaba de verdad!!
No era mi maestro sino su primo, quien nos ayudaba con la escolta, que nos hacía reír y nos contaba chistes que no entendíamos. El tiempo con él pasaba muy rápido pero era el mejor tiempo. Un día desapareció y no volví a saber de él.
Después de seis años y de tanto buscarlo, lo encontre en Facebook. ¡No dude en enviarle una soliticud! La respuesta fue inmediata; él me aceptó y mi corazón latió con tanta fuerza que creí que el lo escucharía.
Cuando volvimos a vernos, nos abrazamos con tanta fuerza que no quería soltarlo, ¡habían pasado seis años! Estaba frente a él, platicamos por horas. Me hizo reír como la primera vez que lo vi.

Ese día me regaló una flor que aún conservo y supe cuál era su edad: 28. Diez años más que yo. Y tres días después me pidió ser su novia, y me dijo: "Solo piensa que soy más grande que tú, he vivido más que tú". Y mi respuesta fue: "No tengo nada que pensar. Te quiero por lo que eres, no por tu edad".
Los días que pasaron para volver a verlo parecían no tener fin y cuando volvió a llegar el día nos dimos nuestro primer beso. ¡¡Siempre lo amé!! Estoy segura.
Pasaron un año y once meses y nos casamos. Hoy esperamos un bebé al que amamos y esperamos con gusto.
Y aunque no sabremos si seremos felices para siempre, lo somos ahora y disfrutamos cada momento juntos.
Esta es la historia que Ana Jocabet Avelar Flores, de México, nos compartió en iMujer. ¡Tú también puedes enviarnos la tuya! Porque toda mujer tiene alguna experiencia para contar y compartir con otras mujeres, este es tu lugar para expresarte: comparte tus experiencias con nosotras en iMujer.








