Si quieres una relación duradera, evita hacer estas 5 cosas

No somos perfectos, tenemos virtudes y defectos. Es la naturaleza humana, estamos hechos de tantas cosas buenas y otras malas. Muchas veces no nos damos cuenta de ellas, pero nos pueden jugar una mala pasada con la gente que amamos. Ser celoso y posesivo, por ejemplo, es un hábito que no elegimos, pero que puede ser muy tóxico y puede hasta terminar tu relación. 

Nadie está hecho de piedra y lo bueno de nuestras costumbres, tanto las buenas como las malas, es que las podemos modificar. Cambiar cuesta mucho trabajo, sobre todo si son hábitos que ya están muy asentados en nosotros, pero vale la pena hacerlo. Por eso te decimos algunos de los hábitos que pueden arruinar tu relación y cómo revertirlos. (No se trata de cambiar por una persona, sino de modificar esas cosas que nos hacen mal) 

1. No asumas cosas sobre tu pareja

La habilidad de ponerse en el lugar del otro es indispensable para ser buen amigo y compañero, pero aquí no hablamos de empatía. Si ves que tu pareja está de mal humor e inmediatamente asumes que está enojado contigo van a suceder 2 cosas: te vas a poner a la defensiva y el otro se va a sentir invisible.

No solo estás proyectando tus propios pensamientos en una situación que puede no tener nada que ver contigo, sino que no permites que tu pareja comparta su lado de la historia. Si te ves reflejado en este comportamiento, te recomendamos que, antes de asumir cualquier cosa, respires profundamente y escuches lo que tu pareja tiene para decir. Puede que todo esté en tu mente.

2. Establece límites con tus amigos y familia

Algunas personas son tan cercanas con sus familias y amigos y comparten todo, hasta los detalles de su vida amorosa. Otros no tanto. De hecho, si eres de los que busca consejos con tus amigos y familiares cada vez que tú y tu pareja pelean, entonces puedes estar en un problema. 

Las relaciones son cosas privadas y buscar apoyo en amigos y familiares está perfecto, el problema empieza cuando ya saben tantos detalles de la dinámica de la pareja que casi parecen parte de esta. Si crees que eres así, lo mejor sería establecer límites saludables con tu familia y amigos.

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3. Discute bien

Las discusiones son comunes, somos humanos y no estamos de acuerdo en todo lo que hacemos, pero si vas a pelearte con tu pareja, hazlo bien. Algunas personas se enojan tanto que dejan de hablarse por días, o traen a colación alguna cosa que su pareja hizo hace años para herir al otro, o simplemente gritan.

Estos hábitos son tan comunes que ni nos damos cuenta, solo nos enojamos y dejamos salir lo peor de nosotros. Si no puedes tener una discusión de forma civilizada, hablar y resolver los problemas en vez de gritar y golpear, las cosas pueden empeorar rápidamente. Si eres de los que pelea así, quizás sea mejor que, cuando te enojes, salgas a caminar para relajarte un poco y puedas regresar para hablar las cosas y llegar a un acuerdo. Tu pareja te lo agradecerá.

4. Habla sucio

Si no puedes hablar con tu pareja de todo, entonces, ¿con quién puedes hacerlo? Eso incluye también al sexo. A muchas personas aún les da vergüenza hablar de eso, pero tu pareja no puede leerte la mente y saber lo que te gusta en la cama. Si no puedes comunicar lo que quieres (y también aprender sobre lo que le gusta a tu pareja) entonces puede ser muy difícil tener una vida sexual satisfactoria. 

5. Aprende a recibir las críticas

Querer a alguien no significa que todo sobre esa persona nos parezca perfecto e increíble, sino que los aceptamos con defectos y todo. Puede haber cosas de ti mismo que a tu pareja no le gustan y viceversa, y eso está bien. Se pueden hablar para conseguir cambiar esas pequeñas cosas que no les gustan del otro, el problema es cuando nos negamos a escuchar.

Si tienes problemas a la hora de recibir críticas, intenta dejar tu ego a un lado y escuchar lo que tienen para decirte. Si tu pareja te quiere es probable que te esté diciendo esas cosas para que hagas un cambio positivo. Puede ser difícil escuchar que algo en nosotros está mal, pero ignorar las críticas constructivas puede terminar con una relación. 

Nadie dijo que las relaciones fueran fáciles, todo lo contrario. Hacer que una funcione requiere de mucho trabajo e introspección para ser la mejor versión de nosotros mismos, y eso al final vale la pena. 

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