Posiblemente hayas abierto en este artículo por curiosidad y no estés de acuerdo en nada, principalmente porque vives en pareja, eres feliz y no crees que encontrar el amor sea difícil en los tiempos que corren. Sin embargo, las cifras hablan por sí solas: uno de cada cuatro hogares en España son unipersonales, y los solteros, viudos y divorciados continúan conformando una porción de la sociedad cada vez más amplio y a la caza de un amor adaptado, más que nunca, a aplicaciones y sites de Internet.
¿Por qué algunos demoramos en encontrar el amor? Esta parece ser la verdadera razón

La pregunta es: ¿Acaso es más difícil encontrar el amor hoy día mediante las nuevas tecnologías?
Baile de máscaras

X persona, llamémosla Rocío, se descargó Tinder hace cuatro meses. Navega por la aplicación buscando fotos que le convenzan (porque nadie es superficial), comienza a hablar con un chico y se pasan los teléfonos. Al día siguiente, y tras una conversación por mensajería, el chico deja de hablarle. En alguna ocasión, la conversación ha trascendido y desembocado en una cita. Ambos se gustan, o eso parece. Sin embargo, ninguno de los dos vuelve a dar señales de vida. Pero, ¿por qué? Sencillamente porque cazar otros peces se ha vuelto más fácil que nunca.
Encontrar el amor actualmente se ha convertido en algo así como ir al mercado. Tienes cientos de opciones, lo cual te hace pensar que puedes permitirte ser más exigente y cambiar de hombre o mujer como te venga en gana hasta que encuentres a la persona que 100% te convenza.
¿Más difícil o más exigencias?

El problema es que hay muchas trabas de por medio: cómo retocar una buena foto para llamar la atención, analizar cómo escribe, qué piensa o en qué trabaja, ver si el encuentro cara a cara suple las expectativas, si el sexo es bueno, si queréis relación de amigos con derecho o no, si uno u otro se mete en la aplicación durante una de vuestras cenas... Y sí, yo también me estoy agobiando, pero así son las relaciones hoy día a través de las nuevas tecnologías: un via crucis de suposiciones, prejuicios y miedos que hasta que termina en final feliz se ha llevado parte de nuestra paciencia.
Incluso así, no todo es malo. En muchas ocasiones, la posibilidad de elegir hombre o mujer a la carta también te permite descartar con mayor facilidad (no vamos a negar esta gran ventaja). También nos divierte, nos permite ligar en cualquier parte del mundo, suplir decepciones con nuevas citas e incluso jugar a dos (o tres) bandas sin sentirnos culpable por ello. Sin embargo, es en mitad de toda esa vorágine cuando uno se pregunta si realmente aún existe eso de agacharse a agarrar un lápiz y cruzar la mirada con otra persona que te ayuda. Sin suposiciones, sin banalidades, SIN FILTROS.
Y sí, aún existe, pero nos hemos vuelto demasiado cobardes para atrevernos a actuar cuando no tenemos un escudo cibernético que nos proteja.
Posiblemente, el sexo o las relaciones superficiales sean más fáciles de encontrar hoy día mediante las nuevas tecnologías. Sin embargo, la cosa cambia cuando se trata de encontrar el amor, no por opciones, sino precisamente porque la abundancia de estas vuelve más complicado el hallazgo de ESA persona.
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