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No hay edad para enamorarse y esta hermosa boda te lo demuestra

No hay edad para encontrar el amor. O, en este caso, para volver a hacerlo.  Gertrude Mokotoff y  Alvin Mann se conocieron en el gimnasio hace 8 años y después de muchas citas decidieron casarse. Es una historia de amor usual hasta que nos damos cuenta de que Gertrude tiene 98 años y su flamante marido 94. 

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Los 2 habían quedado viudos mucho antes de conocerse y tienen 7 hijos, 12 nietos y 6 bisnietos entre ambos y con el paso del tiempo Gertrude y Alvin se volvieron inseparables. Desde su primera cita, en un restaurante de Middletown, Nueva York, la conexión fue clara y con el paso de los años solo se fortaleció más y más hasta que, por fin, en una cita romántica en la Ópera Metropolitana de Nueva York, ella se llenó de coraje y le pidió matrimonio a su novio.

«Le pedí que se casara conmigo, estaba cansada de perseguirlo», dijo Gertrude en una entrevista con el New York Times,

El 5 de agosto, ella y Alvin se dieron el sí en una pequeña ceremonia en el ayuntamiento de Middletown, tan solo 2 semanas antes del cumpleaños número 99 de Gertrude. Esta pareja adorable es la prueba perfecta de que se puede llevar una vida plena sin importar en qué momento nos encontremos.

La edad es solo un número

Imagen Shutterstock
«La edad no significa nada para mí o para Gert, no lo vemos como una barrera. Todavía hacemos lo que queremos en la vida».

Se están acercando a los 100 años, pero no dejan que la edad les prohíba soñar. Tenemos la idea de que llegar a la tercera edad significa bajar los brazos, ya no queda nada más que podamos hacer, pero para Gertrude y Alvin, esto es solo un nuevo comienzo.

De hecho, ellos nunca bajaron los brazos. Gertrude fue profesora de biología por más de 30 años y luego, en vez de retirarse, decidió entrar en el mundo de la política y fue electa concejal de su ciudad 2 veces. Después fue presidenta del Consejo de la ciudad y, por último, a los 71 años, se convirtió en la primera alcaldesa de Middletown.

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Por su parte, Alvin, un veterano de la Segunda Guerra Mundial, se convirtió en la persona más anciana en graduarse de la Universidad Mount St. Mary con una Licenciatura en Historia. A los 93 años, manejaba más de 100 km 2 veces a la semana por casi 2 años y medio para conseguir los créditos que le faltaban para terminar la carrera que había empezado a los 70, cuando vivía en Florida.

«Estudiamos muchos eventos históricos, como la Segunda Guerra Mundial y las guerras de Vietnam y Corea, pero yo viví esas cosas, por eso me fue tan bien en los exámenes».

Parece que esta pareja de enamorados descubrió la fuente de la juventud y es mucho más simple de lo que te imaginas, el secreto lo reveló Alvin durante una entrevista: 

«La gente siempre nos pregunta qué es lo que nos mantiene jóvenes, por supuesto, una parte es la medicina, pero la parte más importante es que vivimos la vida libres de preocupaciones; no dejamos que nada que no podamos controlar nos moleste en lo absoluto.»