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¿Existe el amor para toda la vida?

Esta es una pregunta que todas nos hemos planteado muchas veces. ¿Quién no ha vivido una historia de amor que ha llegado a su fin, preguntándose si es posible que existe alguna que nunca acabe?

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Desde pequeños, nos venden la idea de nuestra media naranja, como esa persona que nos completará y que nos está esperando en alguna parte, y de la que nunca más nos separaremos. Pero, ¿es esto cierto? ¿O es que el amor siempre se termina?

Podemos tener una idea romántica del amor, como algo incontrolable y misterioso que une a las personas. No obstante, lo que llamamos amor tiene explicación científica. No se sabe por qué nos sentimos atraídas por determinada persona, pero sí que en ese proceso siempre hay un ciclo. El ciclo del amor.

Aunque te resulte extraño oír esta teoría, es algo probado científicamente. Si has vivido una historia de amor, profunda y duradera, sabrás de qué estamos hablando. En este ciclo, hay tres etapas claras, y cada una de ellas va surgiendo de forma natural.

Imagen Thinkstock

Las etapas del amor

La primera etapa es el llamado enamoramiento. Es un período pasajero, en el que se elevan los niveles de dopamina, noradrenalina y serotonina. Esto nos da una sensación de bienestar y de felicidad indescriptibles. Tener, ver y estar con esa persona es lo único que nos interesa en ese momento. Evolutivamente, sería imposible estar siempre enamorados, pues no podríamos ser productivos, por lo que es algo que no dura.

Tras el enamoramiento, que dura unos tres años en las relaciones largas, en las que no solo hay atracción física, viene la etapa de estabilidad. En este punto, baja la pasión, y se establece un mayor compromiso con nuestra pareja. Ya no nos ponemos nerviosas cuando le vemos, y hay mucha más confianza. A muchas personas esto les pesa, pues ya no hay emoción, pero es una etapa en la que disfrutar del cariño, la complicidad y la unión con esa persona.

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Por último, si no cuidamos las diferentes caras del amor, nuestra relación puede ir decayendo, ya que ese compromiso o esa unión puede verse fortalecida o rota con los años y el paso del tiempo. La rutina, los problemas, conocer a otras personas u otros factores pueden llevar a la ruptura final, algo que parecía imposible al principio.

¿El amor puede durar para siempre?

La pregunta sigue en el aire. ¿Tienen fecha de caducidad todas las relaciones? Lo cierto es que no. Amar es mucho más que pasión, pero también mucho más que cariño. Cuando sabemos combinarlo todo en su justa medida, es posible estar para siempre con esa persona especial.

Es difícil, pero no imposible. Y vosotras, ¿creéis en el amor para toda la vida?