Enamorarse de nuevo tiene algunas partes feas
9 amargas etapas por las que pasas mientras esperas que tu nuevo amor te conteste un mensaje

Comenzar una relación es lo más hermoso del mundo, ¿cierto? Ok, no. Creo que tú y yo sabemos que no todo es “miel sobre hojuelas” y que al principio sentimientos como el nervio, la angustia y desesperación se apoderan de tu cuerpo ante cualquier cosa que se relacione con tu enamorado.
Pero, la peor sensación de todas es la que experimentas cuando estás esperando que tu nuevo galán te conteste un mensaje (no importa de qué plataforma sea: Facebook, Whatsapp y hasta twitter -¡ash la tecnología!-). Es como tener un hueco en el estómago, o peor.
Aunque nada es a ciencia cierta, aquí están las 9 etapas agónicas por las que pasas mientras esperas ese mensaje de regreso.
#1 Pánico post envío
Si fuiste tú la que tomó las riendas y ya le diste enviar a ese “¡Hola! ¿cómo estás?”, tú muy agradable y social, seguro te preguntas “¿Ahora qué?”. Y lentamente el pánico por saber si debiste hacerlo y si tu ortografía fue la correcta se apodera de ti.
#2 OMG confirmación de lectura
Leyó el mensaje. No hay vuelta atrás. Sin importar cuánto te arrepientas ya sabe que estás pensando en él y solo te queda esperar a que tus palabras hayan sido las adecuadas (lindas, pero no demasiado melosas). Tu latido del corazón aumenta. ¿Es taquicardia?
#3 Tu mente se desvía
Y entonces llega el momento en que tus pensamientos comienzan a “volar”. Te dices a ti misma que por supuesto que te va a contestar, ¿cómo podría no hacerlo? Aunque… alto, este podría ser el último mensaje que le envíes si es que opta por ignorarte.

#4 Vigilancia máxima
El teléfono no suena, pero tú: lo revisas cada 2 minutos para ver si ya te contestó. Quizá el WiFi se cayó o los datos no están funcionando bien. Podría ser que el modo vibrar se activó “sin querer”. “¿Y si lo reinicio? Este celular siempre me falla cuando más lo necesito”
#5 Odias las falsas alarmas
“Ring”, ¡por fin sonó tu teléfono! Pero, no es él, es tu amiga para preguntarte algo. Cualquier otro día ese mensaje no te molestaría, sin embargo justo en ese momento no es lo que querías escuchar ni ver. Deseas que nadie te moleste, hasta que te conteste.

#6 Y la alarma roja se enciende
Ya pasó 1 hora y él no contesta. “¿Le pasaría algo?” piensas para tratar de calmarte. Sí, en la era tecnológica tardarse en responder no es normal. Y entonces, la alarma roja se enciende, todos los sentimientos de angustia se apoderan de ti y crees que no contestará.

#7 Aceptación
Quizá no fue buena idea mandarle un mensaje. Ahora la angustia se volvió tristeza y piensas “yo no nací para amar”. Igual no iban tan bien como pensabas y lo que creías que iba a ser una relación hermosa solo fue un encuentro fugaz. Ni modo.

#8 ¡Por fin! Su mensaje
Justo cuando te estás preguntado qué hiciste mal (¿fue un mensaje muy tonto?) tu teléfono suena repentinamente y… ¡es un mensaje de él! Por supuesto, tenía que ser un texto simple y corto: “Bien, ¿y tú?”. La felicidad que te invade sencillamente no se puede describir.

#9 De nuevo la angustia
Después de pasar unos minutos re leyendo su mensaje y sintiéndote la persona más feliz del mundo, te das cuenta de que tienes que pensar en una respuesta. ¡Oh no! Y aquí comienza el ciclo “terrorífico” de nuevo. ¿Por qué?








