Por: Franco Marinto
Vamos a pensar que somos alguien muy popular, con muchos amigos de diversos colores, sabores y gustos, pero todos —igual que tú— comparten el gusto de comer. Parte de lo que nos hace populares es que sabemos escoger bien los regalos navideños y hacer sentir especiales a esas personas que nos rodean, precisamente porque hacemos compras bien curadas en función de los gustos de cada quien.
Si andas muy atareado, confundido o distraído, te vamos a ayudar con este mapa de decisión, hecho a la medida de los distintos estilos de gusto culinario, refinamiento, glotonería, alergias y predilecciones de tus amigos.
Si tu amigo es Pedro Picapiedra:
Es un carnívoro consumado. Pasa los fines de semana detrás de su grill asando una variedad de carnes (vuelta y vuelta, por supuesto). Suspira con el olor del tocino y el chorizo. Es experto en hamburguesas y hot dogs. Tiene mapas siempre a la mano con los cortes de la res y el puerco. Bien, no le des mucho pensamiento. Aquí está
el regalo que merece. Por supuesto,
un set de herramientas para el grill de acero inoxidable de Cuisinart. Las usará hasta el cansancio. Y las podrás gozar tú también.
Si tu amigo es el Inspector Gadget:
Quizá su vocación foodie es sólo un pretexto para hacer relucir su mayor pasión: los gadgets. Más allá de que su smartphone es una colección de APPs de cocina, en las comidas hace desfilar todo tipo de medidores, termómetros, mezcladores, máquinas de hielo, etcétera. Aquí hay algo que no puede fallar: una Blendtec Designer 700, con motor de 1700 watts, opciones de pre-programación y pantalla touchscreen.
Nada de carnes ni derivados. De hecho, se ufana de pertenecer al selecto club de los crudiveganos y tiene sus lugares de raw food en ambas costas de Estados Unidos con ratings actualizados. Es una decisión más difícil, ciertamente, pero muchas cosas pueden resolverse con un
buen libro:
Raw Food: A Complete Guide for Every Meal of the Day. Las autoras Erica Palmcrantz e Irmela Lilja han recopilado aquí las tres cosas que resuelven la existencia en la cocina:
simple, económico y delicioso.
Si tu amigo es Santa Claus:
Desde noviembre la casa está iluminada con foquitos en los cuatro costados, el árbol de Navidad lleva ya semanas encendido y prepara con un año de anticipación la bacanal navideña. No hay mucho que agregar.
Visita e-bay y checa esa vajilla de 16 piezas
con motivo estrictamente navideño y “certificado internacional de Snowman’s Sleigh”. Lo harás demasiado feliz. Y te invitará a cenar con cuernos de reno en la cabeza.
O cualquier otro miembro del reparto de Game of Thrones , es clara su predilección: aunque quizá tenga la sutileza de Bill Clinton y sea fan de la dieta palio, en realidad es un hedonista extremo con gustos medievales, banquetes bien servidos y heliobabálicos. Regálale una experiencia muy particular: boletos para dos en alguno de los “castillos” de Medieval Times Dinner & Tournament. Hay opciones en Chicago, Toronto, New Jersey, Washington D.C-Baltimore, Atlanta, Myrtle Beach (South Carolina), Orlando, Dallas y Buena Park (California). Incluye show y cena medieval. $55 dólares por cabeza. Nada mal.