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alimentacion durante el embarazo

¿Se te rizó el cabello con el embarazo? No estás loca, la ciencia lo explica

Publicado 23 Nov 2020 – 05:56 PM EST | Actualizado 23 Nov 2020 – 05:56 PM EST
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El embarazo es una etapa llena de cambios físicos y emocionales que incluso podrían transformar el cabello de una mujer drásticamente. Y no, no sólo afecta el grosor de cada hebra, va mucho más allá.

Cada mujer tiene un embarazo único y experimenta diferentes situaciones cuando está esperando un bebé.

Una mujer embarazada no solo cambia físicamente; las emociones también juegan un papel importante en el proceso de gestación, pero algunos cambios son más evidentes que otros y uno de ellos sucede en el pelo.

Algunas mujeres embarazadas experimentan cambios tanto en la textura como en crecimiento del cabello y no es su imaginación.

Usualmente, el pelo se vuelve más sano, obtiene más volumen y crece más rápido durante el embarazo porque las células capilares entran en un periodo de reposo y, al mismo tiempo, las hormonas secretan sustancias que favorecen el crecimiento.

Cuando las mujeres no están embarazadas, se pueden caer aproximadamente 100 cabellos diario porque entre 5 y 15% del pelo está en una fase descanso para después caerse de manera natural para ser sustituido por nuevo pelo.

Los niveles hormonales ocasionan que se caiga menos cabello del habitual. Además, algunas mujeres notan más brillo, un cambio textura o incluso de color. Por ejemplo, el cabello rizado se vuelve lacio o viceversa.

Esos cambios no son permanentes y el cabello vuelve a la normalidad después del parto. Tres meses después de dar a luz, el pelo experimenta una nueva fase de caída que parece alarmante, pero es un proceso normal.

Los cambios son más visibles en mujeres con cabello muy largo, pero el pelo corto no está exento de la transformación.

No obstante, el cabello no siempre pasa por cambios agradables. Algunas mujeres pueden notar que el pelo se vuelve más grasoso o seco, pero es temporal.

Asimismo, algunas embarazadas notan crecimiento de vello en lugares donde antes no tenían, como el rostro, la espalda o el abdomen.

El proceso hormonal afecta las uñas de la misma manera: en algunos casos se pueden fortalecer y crecer más rápido, mientras que en otros tienen a debilitarse y romperse con mayor facilidad durante el embarazo.

En cualquier situación, no es recomendable someter las uñas o el cabello a tratamientos que involucren químicos para no interferir con el proceso natural.

Los cambios en el cabello de las mujeres no son predecibles, pues en un embarazo puede darle brillo al pelo y otro puede secarlo, pues todo depende de los procesos hormonales.

Una forma de ayudar a las células es mantener un alimentación saludable y consultar a un especialista en caso de cualquier anomalía. Sin embargo, el cabello volverá a su forma habitual semanas después de tener al bebé.

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