Por un momento, sería bueno que las cosas cayeran del cielo, como en la película Lluvia de hamburguesas; ¿te imaginas todo aquello que siempre deseaste y soñaste, cayendo del cielo y aterrizando en la puerta de tu casa? Pero, por el momento deberemos conformarnos con que lo único que llegue a nuestra puerta sea el diario, el cual deberemos abonar.
La cultura del trabajo en los niños

¿Es bueno enseñarles a los niños el valor del dinero y establecer algunas pautas para que puedan realizar algunas tareas por las cuales sean recompensados? Definitivamente, sí. Hoy te vamos a contar algunas formas divertidas para que los niños generen sus propios ingresos y de las cuales se sientan orgullosos.
¿Por qué incentivar la cultura del trabajo en niños?
Si hay algo que nuestros niños y adolescentes saben es pedir. Ellos piden, incentivados por una sociedad de consumo que bombardea permanentemente con nuevos juguetes e innovadoras tecnologías. ¿Acabas de comprarle la nueva Barbie y ya te está pidiendo la que sale a la venta en dos meses? No te preocupes, no eres la única a la que le pasa esto.
Es verdad que ante los pedidos podemos y debemos decir que no, por lo menos, de vez en cuando. Sin embargo, existe otra alternativa menos tajante y drástica que es proponerles que realicen algunas actividades, de acuerdo a las edades, por lo cuales recibirán una retibución monetaria, que podrán utilizar en las cosas que ellos deseen.
Recuerdo que cuando yo era chica, los días domingos, mi papá nos daba el "premio semanal", siempre y cuando hubiéramos tenido un buen rendimiento escolar. De esta manera, podíamos juntar nuestros ahorros para darnos algunos pequeños gustos.

¿Qué pueden hacer los trabajadores más pequeños?
Puedes darles, por ejemplo, algunas de las tareas del hogar que no sean las que habitualmente ellos realicen, como regar el jardín, acomodar la ropa ya planchada en pilas para guardarlas según corresponda, ordenar la despensa, etc. Otra alternativa, y que a las niñas las divierte mucho, es armar collares y pulseras. Luego pueden venderlas en el colegio y a los conocidos del barrio.
¿Qué pueden hacer los trabajadores más grandes?
Para nuestros preadolescentes y adolescentes hay varias actividades que pueden desarrollar sin descuidar sus responsabilidades escolares. Lavar los autos del barrio, pasear los perros del vecindario para aquellos que aman las mascotas, preparar pastelitos, brownies y tortas por encargo de conocidos, dar clases particulares de idiomas u otras materias a niños más pequeños, etc.
Además de divertirse, aprenderán el valor que tienen las cosas que se obtienen con esfuerzo y esmero; los iniciará en el camino de la responsabilidad y la gratificación, y quién sabe, tal vez, para tu cumpleaños recibas un ramo de flores comprado con sus ganancias y que te las entregará con una sonrisa de oreja a oreja, que seguramente te arrancará alguna lágrima de mamá orgullosa.







