Hay pequeñas cosas que tienen el don de alterar (un poco bastante) nuestra mente: básicamente, nos generan MUCHA ansiedad.
NO apto para ANSIOSOS: Situaciones cotidianas que nos DESESPERAN

Pensamos... «¡¿Por qué pasa esto?! ¡¿Por qué es tan lento?!»
Para reírnos un poco de nuestra falta de paciencia, recopilamos 8 situaciones cotidianas que nos generan mucha ansiedad.
1. La espera en el cajero automático

¿Por qué siempre estoy atrás de alguien que tarda años (en realidad son minutos) en el cajero? ¡No es tan difícil: ponés la tarjeta, marcás extracciones, el monto, tu dni y listo! Pim, pam, pum.
Obviamente nosotros somos los únicos rápidos en el cajero, fuera de discusión.
2. Que tarden en pasarse archivos de una carpeta a otra
Qué buena idea es la de ordenar cada tanto nuestros archivos que tenemos desparramados en la computadora, pero qué momento desesperante cuando una carpeta tarda y tarda solo por pegarla en otra carpeta ¡¿Tanto vas a tardar?!

3. La musiquita de espera del call center
Es muy posible que solo al 1% de la población mundial le guste llamar por teléfono a un call center, pero al resto de los mortales simplemente a veces no nos queda otra.
Una vez que nos disponemos finalmente a marcar al número de la empresa porque tenemos un problema, no basta con que den mil vueltas, sino que además nos dejan en espera con esa musiquita insoportable que se repite una y otra vez ¡Basta, ya me sé de memoria esa canción, necesito que me atiendan!
4. Los anuncios de Youtube

¿Es tan difícil querer disfrutar de los videos sin que salte un video publicitario que arruine toda la mística?
No solo a veces se intercala una publicidad entre una lista de reproducción automática que nos descoloca totalmente, sino que además tengo que esperar 5 segundos para sacarla ¿Qué te pasó Youtube? Antes eras chévere.
5. Que la fila de al lado avance más rápido

Al momento de comprar cosas en el supermercado, no es arbitrario en qué fila nos ponemos para finalmente pagar. Aunque la decisión nos tome solo segundos, en nuestra cabeza hacemos una compleja cuenta matemática para ubicarnos estratégicamente en la fila que creemos que va a avanzar más rápido.
La ansiedad aparece cuando ves que la fila de al lado -justo la que descartaste con completa convicción- avanza mucho más rápido que la tuya. ¡¿Cómo puede ser?! ¡Había más gente con más productos en esa fila! ¡Ese señor estaba mucho más atrás que yo y ahora él ya está apoyando las cosas en la caja!
6. Cuando el subte lleno se para

Estoy adentro del subte (costó un montón subir) está repleto de gente, lleno, lleno, pero por suerte estoy a solo a 1 estación de llegar a casa.
Se cierran las puertas, finalmente estoy camino de regreso. Pero el subte se detiene a mitad de camino en el túnel, y así unos minutos. Qué lástima, estaba tan cerca de aterrizar en mi cama.
7. La gente que se queda adelante en el bondi

Me subo al bondi y veo que está lleno. ¡Qué bajón! Pero... esperá 1 minuto, en el fondo hay menos gente. ¿Llegar al fondo? Misión imposible por TODAS las personas que se quedaron paradas delante de todo. ¡¿Acaso la gente no sabe viajar en colectivo?!
8. El «escribiendo...» de WhatsApp

Nuestro fiel compañero del día a día a veces nos muestra cosas que no queremos ver. ¿Por qué tarda tanto en respoder? Recién marcaba escribiendo… ¡¡y no me llegó nada!! ¿Tanto vas a tardar?
Muchos mortales nos podrán tildar de impacientes, pero nosotros -los ansiosos- sabemos de qué se trata. Muchachos, a ver si se empiezan a mover y dejan atrás esa parsimonia y su forma de ser tan pero TAN extremadamente lenta.
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