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7 maneras de vivir zen en momentos de incertidumbre

Estamos en un momento, a nivel planetario, en el que se vienen creando transformaciones. Personales, colectivas y mundiales, todas ellas con una fuerza potente que arrastra las creencias limitantes del pasado y coloca luz sobre una nueva forma de vivir sobre la Tierra.

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Si bien este proceso es lento y magnífico, puede que muchas veces genere un poco de confusión y que luego ese «reacomodamiento» se traduzca en momentos de incertidumbre. Afortunadamente, existen distintas maneras de encontrar tu centro y de reencausar tu energía de forma amorosa. Hoy compartimos 7 claves simples y efectivas para lograrlo.

#1 Regálate 5 respiraciones profundas

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La respiración es una excelente herramienta para utilizar en aquellas situaciones que nos desequilibran y nos desarmonizan. En esos momentos, regálate al menos 5 respiraciones auténticas y déjate guiar por lo que dicta tu corazón.

#2 Levántate antes del amanecer

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Las 4 a. m. es la hora exacta en que toda la química de nuestro cerebro genera el mayor cambio del día. Por esta razón, te recomendamos que aproveches las horas previas al amanecer para practicar una meditación o algunos ejercicios de respiración. También puedes realizar algunas posturas de yoga suaves o simplemente estar y conectarte contigo mismo en silencio y sin movimientos.

#3 Date permiso para sentir

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Aunque parezca algo que damos por sentado, muchos de nosotros solemos estancarnos en las turbulencias que con frecuencia se nos presentan en el camino. Por eso es tan importante habilitarnos la posibilidad de sentir al máximo cada sensación, sin miedos ni vergüenza. Sentir realmente las emociones te habilitará la vía para obtener los mensajes que tienen para mostrarte y, en consecuencia, para sanar dolores escondidos que buscan ser escuchados.

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#4 Prueba la respiración cuadrada

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Este ejercicio de respiración equilibra el sistema nervioso y transforma en pocos minutos una sensación de inquietud e incertidumbre en serenidad y paz interior. Para concretarla, inhala contando hasta 8, mantén la respiración también contando hasta 8. Luego exhala lentamente contando nuevamente hasta 8 y vuelve a mantener la respiración por la misma cantidad de segundos. Concéntrate sobre todo en la energía que ingresa y sale de tu nariz e imagina una luz llena de amor que inunda cada célula de tu cuerpo.

#5 Toma una ducha fría

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Si tienes aceites esenciales aptos para masajes, ¡aprovéchalos! De preferencia, utiliza aceite natural de almendras y realiza masajes lentos, comenzando por tus pies. A medida que vayas subiendo por tus piernas, deja que el agua fría de la ducha vaya tocando la punta de los pies hasta llegar a cubrir todo tu cuerpo. Cuando termines, sal de la ducha y envuélvete en una toalla de algodón. Esta secuencia masajes-agua fría brinda una sensación de frescura y limpieza profunda. ¡Querrás hacerlo todos los días!

#6 Utiliza tu lengua

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Cada vez que salgas a dar un paseo por el parque, que termines una rutina de yoga o que finalices un mantra presiona la punta de tu lengua sobre el paladar durante 15 segundos. Puedes realizarlo en verdad con cualquier práctica que te conecte con la naturaleza. Una vez que te acostumbres, te saldrá de forma natural y sentirás la conexión que se genera con tu alma. También puedes realizar este ejercicio en situaciones de enojo o estrés.

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#7 Perdónate más

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Ten en cuenta que la vergüenza constituye la emoción con la vibración más baja. Confía en ti y en tus instintos. Cuando cometas un error, intenta evitar la culpa y concéntrate en el aprendizaje que habilita esa equivocación.

Recuerda que para respirar de forma profunda y consciente no tienes que esperar a verte subsumido en un evento desagradable. Puedes obtener los innumerables beneficios de esta práctica en cualquier momento del día y en todo lugar. En resumidas cuentas, puedes llevar adelante estos hábitos en el momento que prefieras y con quien tú decidas (o, por supuesto, a solas). No tienes más que dirigir tu voluntad hacia ellos y encontrar el «zen» dentro de ti.