La historia sin fin de Michel Ende cumple 37 años y Google lo celebra

Y la historia no termina...

PUBLICIDAD

Hace 37 años, las librerías habrían las puertas a un mundo interminable. El escritor alemán Michel Ende (1929-1995) comenzaba a contar La historia sin fin de Bastian Balthazar Bux. Aquel niño que encuentra el mejor escape a lo que hoy se ha popularizado bajo el término bullying.

En una antigua tienda, Bastian elige un libro, La historia sin fin, lo lleva a su gran escondite, el altillo de la escuela, y comienza la aventura que sin duda no había imaginado.

Como todos soñamos alguna vez, la historia que narraba la destrucción del Reino de Fantasía cautivó a Bastian a tal punto que se convirtió en un personaje más de aquel libro que leía.

El éxito de aquel relato hizo que, además de ser traducido a más de 30 idiomas, 5 años más tarde el cine se apropiara de su primera parte. 

La historia sin fin llegó a los cines en 1984 (contó con otras adaptaciones en 1990 y 1994), dirigida por el también alemán Wolfgang Petersen. La cinta encantó a los niños de aquel entonces y, seguro, si la viste, hoy escuches su nombre y se te escape una sonrisa.

Pero no todo es color de rosas…

Porque la película, una de las producciones más caras de la industria cinematográfica alemana, encantó al público, pero no a su creador original:

“Un gigantesco melodrama de cursilería, comercial, de peluche y de plástico”.

Para Michel Ende, el film no fue más que una reproducción comercial y melodramática de la historia que él alguna vez imaginó. “Los realizadores no entendieron el libro en absoluto, ellos solo querían hacer dinero”, fueron las palabras de Ende cuando solicitó que su nombre desapareciera de los créditos.

Pero a pesar de la decepción de Ende, hay algo que no se puede negar: tanto el libro como la película fueron una marca imborrable en una generación entera de niños, y para aquellos que descubren la historia ahora, seguro lo será también.

PUBLICIDAD

Los doodles de Google no nos dejan escapar nada. Y hay que agradecerlo. Porque cuando comparten magia, es realmente emocionante. 

Relacionados: