Tiranosaurio rex vs. Homo sapiens sapiens

Los brazos del Tiranosaurio rex constituyen un fuerte misterio para la paleontología. La función de éstos, pequeños en relación al resto del cuerpo del animal, aún no ha sido del todo clarificada, y se manejan posibilidades como la utilización durante el apareamiento o la posible función de asistentes para llevarse la comida a la boca.

Pero más allá de ello pensémolos a escala humana. Vayámonos a un bar de Tennesse lleno de cervezas y yanquis panzones y repletos de codicia por unos sucios dólares. ¿La apuesta? Un brazo humano vs. el brazo de un Tiranosaurio rex. Jack Conrad, paleontólogo de vertebrados del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York nos narra el enfrentamiento.

“Antes que nada asumimos que el T. rex no se comerá a la persona, ¿verdad? -dice Conrad-... No hay chance que un ser humano pueda ganar”. Los análisis de la potencia del brazo del dinosaurio así lo indican, pues si bien pequeños en relación con el cuerpo del vertebrado, sus brazos superarían ampliamente la fuerza de un simple brazo humano.

Sólo el bícep del brazo del dinosaurio era capaz de levantar hasta 195 kilogramos, mientras que el de un ser humano no supera los 118. Ni Sylvester Stallone, Arnold Schwarzenegger o cualquier otro héroe-macho de las películas de los años 80 podría con el brazo del T. rex.

Hay, sin embargo, una esperanza. El brazo del Tiranosaurio no tenía la capacidad de doblarse hacia los lados, sólo hacia arriba y hacia abajo. Por ello, con un poco de técnica derrotarlo tal vez no sería tan difícil.