Como Black Mirror dio una lección en representación LGBTIQ

Por:
Univision
Publicado el 28 oct 16 - 11:15 AM CDT. Actualizado el 26 mar 18 - 08:34 AM CST.

Es posible que hasta ahora no hayas escuchado sobre Black Mirror, al menos no en forma tan viral. Se trata de una serie de antología de Netflix. Bueno, en realidad es británica y fue transmitida en Channel 4, pero en 2015 el gigante de la programación online ordenó una tercera temporada.

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Y es precisamente en esta tercera temporada donde Charlie Brooker, el creador, impartió una pequeña pero significativa lección de producción televisiva al resto de las cadenas. Algo que Netflix tiene bien medido.

2016 ha sido particularmente negro en la representación de minorías en TV. Especialmente para la comunidad LGBTIQ, más específicamente las mujeres queer. No es que el resto de los años haya sido mucho mejor, pero este fue especial.

Otros escritores: Matamos a los personajes de color, a las mujeres, a los LGBTQ+, etc. Charlie Brooker, un intelectual: Aquí tienen un episodio donde los dos personajes principales son una lesbiana y una mujer bisexual. Y adivinen qué, se enamoran. Adivinen qué más, son una pareja interracial. Esperen, hay más: Literalmente van a vivir para siempre. Jaja, que se j*da el sistema.

El detonante fue cuando Jason Rottenberg, el showrunner de The 100, protagonizó el mayor caso de queerbait de la historia de la tele:

Pero eso fue solo la punta del iceberg. Era casi imposible nombrar un show al aire que no tratara a sus personajes queer, si es que los tenía, como herramientas de utilería para perpetrar prejuicios o llevar a cabo clichés de trama.

Lo peor eran las terribles justificaciones que usan estos productores para validar el maltrato a los personajes de minorías. La realidad es que cualquiera que sea negro o no heterosexual está siempre en la cuerda floja.

Muchos argumentan, patéticamente, que hay shows en donde "nadie está a salvo", "cualquiera puede morir". Pero sabemos que no es cierto. Un buen ejemplo es The Walking Dead, que se lleva a la muerte hasta en el título, pero todos sabemos que Rick no va a morir, ni Carl, ni Daryl, a menos que alguno de los actores quiera realmente dejar el programa.

Y eso está muy bien, más allá del perpetuo salvamento del hombre blanco protagonista. La creatividad en Hollywood parece estar limitada. Vivimos en una era en la que el buzz y el negocio es todo lo que vale, la calidad del contenido ya queda en segundo plano.

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Si una película de superhéroes tiene un éxito arrollador, literalmente todo el mundo va a intentar repetirlo hasta que nadie quiera volver a ver una película de superhéroes jamás. Si una serie grotesca y violenta donde el shock value está a la orden del día, todos los demás programas van a querer hacer lo mismo hasta que da un aburrimiento insoportable ver TV.

Eso está muy bien, y que los personajes mueran no es necesariamente un problema. El problema es cuando sacrificas la historia por eso. El shock value solo va a funcionar correctamente de cierta forma, no si lo aplicas en cada episodio.

Por suerte Black Mirror llegó para explicarlo. Esta antología de ciencia ficción, que me recuerda un poco a lo que era la Dimensión Desconocida, es más bien oscura, cínica y satírica. Así que verles ofrecernos un episodio sobre una pareja interracial de chicas que literalmente viven felices por siempre, fue el mejor baño de aire fresco que nos ha dado la televisión este año.

Oh, dios mío. Necesito irme a dormir, pero Kelly y Yorkie van, literalmente, a vivir por siempre en infinidad sáfica. No puedo procesarlo.

San Junipero, el cuarto episodio de la tercera temporada que puedes ver en Netflix, cuenta la historia de Yorkie (sí, como la raza de perros), una chica homosexual tímida que se enamora de Kelly, una mujer negra bisexual que parece llena de vida.

Yo, esperando la muerte para poder ir a San Junipero.

No les quiero contar nada que revele demasiado, pero sí les diré que el episodio no tiene falta de drama. Además de darnos una dosis de nostalgia paseándonos por la cultura pop de varias décadas pasadas, lo más importante de San Junipero es que una pareja interracial de chicas con una lesbiana y una bisexual tiene un final feliz y hermoso.

Acabo de ver [el episodio] San Junipero, de Black Mirror. Legítimamente hice un llanto feo de Oprah dos veces durante esa hora.

Entonces, señores creadores de TV, sí se puede. Es posible contar una historia con personajes queer que no requiera que la muerte los separe para impactar o mover la historia adelante.

Kelly y Yorkie son preciosas y puras y hermosas.

Si no, miren la reacción tan positiva del público, especialmente las mujeres queer, que no podían creerse que realmente el final fuera feliz. El aumento en popularidad y la alegría de la comunidad LGBTIQ habla por sí mismo.

No puedo creer que Kelly y Yorkie salvaran 2016. Salvaron a los gays. Acabaron con la homofobia.
Atención heterosexuales: "Heaven is a Place on Earth" es ahora un himno gay. Ya no les pertenece.