La constrictora ( Boa constrictor) es una especie de reptil de la familia Boidae y es nativa de América, desde Argentina, al sur, hasta México, al norte. Como su nombre indica, esta serpiente captura a sus presas y las mata mediante la constricción. ¿Pero exactamente qué implica esto? ¿De qué mueren las presas de una Boa constrictor?
No, no es asfixia
Lo primero que se nos viene a la mente cuando pensamos en el método de ataque de una constrictora es, naturalmente, la asfixia. Pero ello no es del todo correcto, y los científicos lo acaban de demostrar. Podrá ser un poco polémico, pero un grupo de especialistas de la Dickinson College, en Estados Unidos, utilizaron ratas anestesiadas para analizar como funciona exactamente la constricción de una boa. Vamos a ver, entonces, cómo mata una Boa constrictor.
Los investigadores pusieron sensores en las ratas para evaluar sus signos vitales mientras eran atacadas por una boa, y también en la propia serpiente, para evaluar cuánta fuerza ejercía sobre su presa. El resultado de su observación fue impresionante. La boa no cortaba su respiración para que la presa se asfixie y muera, sino que cortaba su circulación para que los órganos vitales mueran uno a uno.
El fin, en definitiva, es el mismo: los órganos mueren porque no reciben oxígeno. Pero en lugar de constreñir las vías respiratorias para que la presa no reciba oxígeno, la boa constriñe su sistema circulatorio para que el oxígeno que recibe no pueda ser distribuido. La asfixia, si lo analizamos, es un método mucho más lento, por lo tanto tiene sentido decir que la boa asesina cortando el flujo sanguíneo, y no la respiración.
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Cuando se cortan las vías respiratorias el corazón puede seguir funcionando y bombeando el oxígeno restante dentro del organismo durante algún tiempo, e incluso puede entrar en modo «ahorro de energía» y sobrevivir por más tiempo. Por el contrario, cuando se corta la circulación de la sangre el animal puede respirar todo el oxígeno que desee, pero no servirá de nada porque no podrá llevarlo a los órganos que necesita activos para mantenerse vivo.
Ahora los científicos deben determinar si el mecanismo funciona igual con todo tipo de presa, y no solo con las ratas. Pero para experimentar con otro tipo de animales deberán ajustar un poco su metodología, ya que, por una cuestión ética, no pueden someter a un animal a ese tipo de sufrimiento solo por analizar cómo van a morir. En este caso las ratas estaban anestesiadas, pero el resultado final fue el mismo: todas murieron.
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