Buffy the Vampire Slayer fue una de las mejores series de los años 90, por varias razones. Podemos decir que trajo una historia de vampiros que todos estábamos esperando, que tenía una dinámica de romance adolescente y acción imposible de igualar, que la protagonista era una mujer fuerte y que todo contribuía a hacerla extraña a su propio modo. Por todas estas razones la serie se volvió realmente popular y eso implicó que los fanáticos crearan teorías, lo cual no es sorpresa. Algunas son posibles, otras parecen locuras. Mejor saca tus propias conclusiones al conocerlas.

Todos amamos las historias de vampiros, ellos son sin dudas de los personajes más repetidos y diversamente explorados de las historias de terror. Desde Bram Stoker con Drácula, hasta los ridículos vampiros adolescentes de Twilight. Las historias vampiros han gobernado el género terror literario y posteriormente cinematográfico por más de un siglo.

Como ya sabemos hace un tiempo, la cadena CW está preparando un remake televisivo del film de culto de 1987 The Lost Boys . Producido por Rob Thomas, un viejo conocido de la cadena, productor de iZombie.

Hoy por hoy, si hablamos de The Vampire Chronicles seguro pensamos en Tom Cruise y Brad Pitt. Entrevista con el Vampiro es una de las películas más famosas sobre este tipo de criaturas que buscan la sangre. La saga de libros escritos por Anne Rice popularizó a los vampiros como criaturas atractivas y misteriosas. La secuela no ha tenido éxito, pero siempre se pensó en hacer una nueva película con la historia. Ahora la autora anunció que los derechos están nuevamente en sus manos, pero que esta vez está pensando en la pantalla chica.

Viago, Vlad, Deacon y Petyr son cuatro amigos que comparten vivienda como una fraternidad pero de vampiros. Un equipo de filmación los sigue para que veamos las incidencias de este grupo de amigos para demostrarnos que les gusta la sangre, la buena música y pasar el rato. El resultado: What We Do In The Shadows.

Otro fenómeno increíblemente de moda en Hollywood en estos días es el de hacer series basadas en películas, y aunque este tipo de iniciativas no siempre se reciben de la mejor manera y generan una inevitable desconfianza —sospechas de falta de originalidad, burdo aprovechamiento de un éxito previo o incluso de sacrilegio de una obra reconocida y estimada—, ocasionalmente da sus buenos frutos (Fargo, por ejemplo).