Roma es una forjadora de mitos, un monumental museo, una ciudad dinámica y a la vez cálida, radiante de belleza. Sus siete colinas, pequeños montes, la enmarcan y la protegen: Palatino, Cirinal, liminal, Esquilino, Celio, Aventino y Capitolio. La Loba de bronce, escultura que homenajea a aquella que dicen alimentó a los fundadores de la ciudad, Rómulo y Remo, fue realizada en el siglo V a.C. y de origen marcadamente etrusco, hoy está albergada en el Palacio de los Conservadores.

Muchas veces es la historia la que nos impulsa a conocer un determinado lugar. El halo de misterio que generan determinados monumentos que han sido estandarte y una constante a lo largo del tiempo siempre constituyen sitios turísticos muy importantes aunque muchas veces no se conozca a fondo lo que le ha tocado transitar a lo largo de los años y sobre todo sus orígenes.

En NuestroRumbo, hemos hablado de varias plazas turísticas que merecen una visita de todos nosotros. La histórica Plaza Roja, la bella Campidoglio y la ateniense Monastiraki son solo algunos ejemplos. Pero, en el día de hoy haremos un paseo hasta Roma para conocer un poco más sobre la Plaza Navona.

Muchas veces por trabajo, por tener poca disponibilidad o simplemente por querer visitar muchos lugares en un período reducido de tiempo, arribamos a una ciudad y tenemos que seleccionar todo aquello que queremos hacer en un lapso de 48 horas. Si bien parece poco, es mucho lo que se puede hacer en un fin de semana si se aprovecha el tiempo y se sabe exactamente qué hacer.

También conocida como Plaza del Capitolio, La plaza del Campidoglio se encuentra en Roma, justamente encima de la Colina Capitolina. Esta plaza fue proyectada por el propio Miguel Ángel atendiendo a la petición del papa Pablo III, quien quería dar una nueva imagen a una colina que sólo servía para dar de pastar a los rebaños de cabras.

Italia es uno de los países más bellos del mundo. Historia, arte, cultura y belleza natural se congregan en el país con forma de bota para que personas del mundo entero vengan a visitarlo en cualquier momento del año. Sin embargo, las fiestas de Navidad y Año Nuevo tal vez sean ocasiones ideales para dar un paseo por allí y descubrir cómo los italianos celebran.