Los brasieres son una de las piezas de ropa interior que usamos todos los días, pero a pesar de ser tan comunes están rodeados de dudas y mitos.

Un básico que no puede faltar en el armario de cualquier mujer es un brasier.

«¡Ay, qué dolor! Ya no aguanto estas varillas». «¿Otra vez relleno? Al parecer necesitamos un poco de push up». «–Mmmm… encaje. Nos sentimos muy sensuales con él». «Uy, qué alivio. Estamos en casa, ya puedes desabrocharnos». ¿Se imaginan que el busto hablara? Si lo hiciera, sin duda diría algunas de estas expresiones a causa del bra.

Encontrar el brassiere adecuado no es nada sencillo. Buscamos que sea cómodo, que resalte el busto, sea bonito y que no deje nuestra cuenta bancaria en ceros.

Escoger bien el sostén hace una diferencia enorme en la silueta: además de evitar dolores en la columna, la ropa interior adecuada se ajusta al cuerpo sean cuales sean las proporciones, sin dejar los senos caídos ni destacar la grasa lateral de la espalda.

Los puedes usar porque son bonitos, coloridos o hasta chics, pero NO son indispensables en tu vida. Los sostenes y su correcto uso tienen años intrigando a las mujeres, pero de acuerdo con la Dra Andrea Madrigano de la Universidad de Rush, hemos estado perdiendo el tiempo.