He escuchado a muchas personas e incluso a profesores míos de la universidad (no sé qué tipo de vida personal tendrían) que no se debe permanecer juntos cuando una pareja se rompe por el bien de los niños, porque de este modo se evita que los pequeños vean cosas que no deben.

Terminar una pareja siempre es una tarea difícil y cuando se trata de una relación a largo plazo, el hecho de extrañar la compañía genera que te apures a buscar una nueva relación antes de estar lista.

Albert Einstein dejó como legado la teoría de la relatividad en la física… y material para discutir la ciencia de la infidelidad.

Al terminar una relación sentimos que el mundo se nos viene abajo y que nada será igual a partir de ese momento. Pero la situación se torna mucho más difícil cuando nuestra actitud es pesimista o negativa.

Las relaciones humanas siempre son un misterio debido a que cada persona actúa de acuerdo a su forma de ser. En el caso de las parejas es probable que ocurra algo similar, sobre todo cuando de los ex se trata, ya que hay quienes gustan de tener un trato con parejas anteriores y otros que prefieren no oír ni hablar de quien las abandonó.

Más allá de encontrar camisas con lipstick o plumas de hoteles, existen pistas naturales de la infidelidad. Al parecer, ese sexto sentido que tenemos las mujeres para saber cuando nuestro novio o esposo nos está engañando con otra es real… y también los hombres lo tienen.