Cuando llegas a una etapa de la relación en la que ya puedes sentirte cómodo compartiendo aspectos de tu vida que no podrías comentar con nadie más, creen que deben hablar sobre todo lo que están pasando, bueno o malo. Sin embargo, es natural no querer hablar cuando las cosas no están saliendo del todo bien.

La introspección siempre es buena. Dar un paso hacia atrás y ver nuestra vida desde la distancia nos permite analizar las cosas que estamos haciendo bien y las que no, nos da el poder de conocernos y tomar mejores decisiones. Podemos aplicarla en cada aspecto de la vida: el trabajo, los amigos que tenemos y hasta la pareja.

Ya Raymond Carver planteaba la interrogante: «¿De qué hablamos cuando hablamos de amor?», y la respuesta a esa pregunta probablemente varíe de acuerdo a gustos o preferencias y también quizás según nuestro sexo... ¿qué se escribe cuando se escribe sobre amor? ¿Cuáles son las palabras más utilizadas? ¿Usan las mismas palabras hombres y mujeres?

Hay que preocuparse menos por ser querido: todo radica en esta premisa. Durante todo el día, desde que nos despertamos hasta que nos acostamos, nos enfrentamos a diferentes situaciones, tomamos diversas decisiones y nos relacionamos con distintas personas. Pero… ¿qué tan auténticos fuimos en cada acción que hicimos, en cada palabra que expresamos? No esforzarnos por complacer a los demás todo el tiempo nos hace sentir mejor. Y estos consejos te ayudarán a lograrlo.

Un consejo muy sabio que alguna vez nos dieron fue que no permitieramos que el zodiaco rigiera nuestra vida, pero algunas ocasiones puede ser tenebrosamente preciso, incluso cuando demuestra que puede definir cómo algunos signos reaccionan ante la ruptura y otros aspectos de la vida.

Si tu mascota es mucho más que un mejor amigo, si todo el día estás pendiente de él, si lo llevas contigo siempre que puedes y le compras sus juguetes favoritos es porque probablemente lo tratas como a un hijo.