Puede parecer que el año 2000 fue hace poco, pero en realidad ya pasaron 15 años desde que dejamos los 90. Mucho camino se recorrió desde entonces en la televisión, con algunos grandes éxitos que seguro conoces, pero es necesario homenajear a las series que se estrenaron hace 15 años, con la llegada del 2000, y nuevas ideas con él.

Hace tiempo que sabíamos que la saga de películas de Scream se transformaría en una serie de televisión. Poco a poco, la cadena MTV ha ido desvelando detalles sobre la serie y han confirmado los actores protagonistas que se pondrán al mando de esta ficción tan característica.

En la década de los 90, cuando MTV todavía le hacía justicia al origen de su sigla (Music Television) y era la principal cadena de video clips musicales, tuvo lugar el nacimiento de una nueva franquicia de horror en el cine que retomaría la vieja tradición del cine slasher, de películas clásicas como The Texas Chain Saw Massacre, Halloween, Friday the 13th y A Nightmare on Elm Street, pero llevándola a un nuevo terreno con intrigantes tramas, humor y referencias metacinematográficas.

La temporada de televisión estadounidense se mueve rápido y al mismo tiempo que nos dejan camino para nuevas series, las cadenas empiezan a darnos a conocer cómo será la parrilla televisiva estival de 2015. Por eso, tenemos los últimos movimientos que han dado a conocer sobre las series veraniegas que volverán y no volverán al verano que viene.

Las relaciones virtuales son una tendencia que se ha venido afianzando en los últimos años, volviéndose más complejas y dinámicas y este tema es el hilo conductor del docu-reality “Catfish”, la serie de MTV US, que muestra lo que se esconde tras estos romances en la web.

Psicólogos y psiquiatras analizan los estragos que pueden producir algunos programas de televisión conocidos como reality shows, que tienen una gran fuerza adictiva, “cualquiera que sea la formación profesional y educación cultural” del espectador. Desde las mesas de producción donde se preparan estos programas se tienen en cuenta formas de comunicación ligadas al dominio psicológico y cerebral de los espectadores en función de una supuesta realidad, muy diferente a todas las ficciones de las que provee la gran industria de la televisión.