“My world is fire and blood… and wacky races”

Hugh Jackman ya dejó de ser Wolverine. No es que nosotros deseemos verlo partir, pero es un hecho.

Jenny Beavan hizo un trabajo excepcional con el vestuario de Mad Max: Fury Road. Ese futuro post-apocalíptico jamás se había visto tan monstruoso, aterrador y a la vez próximo (hecho de desechos, en un mundo que no sabe ni recuerda su pasado). El diseño de cómo los personajes y ese mundo se verían era de inmensa importancia para la película, tanto el hecho de generar esa estética calamitosa, como de NO recurrir a imágenes por computadora sino producidas en el set de rodaje.

Las 10 nominaciones al Oscar de Mad Max:Fury Road confirman que la calidad y el éxito de público pueden casar a la perfección, aunque los ejemplos no sean tantos como nos gustaría.

En Australia recién en 1971 se permitió el rating R (mayores de 18, sin contenido erótico/muy violento explícito), algo que les permitió a los directores australianos realizar películas de acción y terror dentro de estas reglas.

No sabemos si Jennifer Lawrence y su protesta respecto a los bajos sueldos de las actrices de Hollywood tuvo algo que ver o no, pero lo que sí es cierto es que las intérpretes femeninas llevan encabezando los repartos de grandes producciones con mayor asiduidad, compitiendo contra unos camaradas masculinos que ya no son exclusividad de la industria.