Las escenas de acción se han convertido en la gallina de los huevos de oro del cine mainstream moderno, y no hay blockbuster que pueda prescindir de ellas. En ocasiones, incluso, no es necesario que la película tenga mucho más que buenas escenas de acción, como lo prueba el enorme éxito comercial de las películas de Michael Bay.

El cine de horror es el género de mayor producción mundial. Por todas partes se afanan en conseguir más y mejores sustos, aunque las tramas argumentales se mantengan prácticamente iguales. Todo parece haberse contado ya, aunque siempre hay hueco para nuevas maneras de contarlo e imponer suficientes sobresaltos cuando menos te lo espera.

Hace pocas semanas se conocieron las nominaciones a los Premios Oscar 2017, cuya ceremonia se realizará el próximo 26 de febrero en Hollywood. En total son 9 las que competirán por el galardón más importante de la noche, el de mejor película, y de ellas, se destaca una que tiene que ver con la guerra: Hasta el último hombre (Hacksaw Ridge).

Para haber empezado hace menos de una década en la pantalla grande, Channing Tatum es una de esas estrellas imparables en el panorama cinematográfico actual, apareciendo en casi toda película taquillera que podemos pensar, y convirtiéndose además en una figura multifacética, produciendo y escribiendo varios proyectos.

Para tener una carrera casi orientada únicamente a los films de acción, Vin Diesel es una figura reconocida mundialmente, un ídolo de primera que todo cinéfilo postmoderno seguro adora y va a ver sus películas en cada oportunidad.

En una época en la que el cine parece obsesionado con los superhéroes y las secuelas, especialmente desde que comenzó el nuevo milenio, muchos creadores han sido capaces de llevar a cabo películas que, por difícil que parezcan, no proceden de ninguna adaptación, cómic o episodio de la historia contemporánea y si, al menos lo han hecho, se han encargado de convertirlo en algo transgresor y diferente.