Cuando duermes en un ambiente en el que hay ruidos, no es de extrañar que te despiertes sobresaltado por algún sonido perturbador. Lo mismo ocurre si te tocan fuertemente o si te ponen un foco de luz frente a tus ojos. El cerebro está alerta mientras dormimos, y esto no es novedad; lo interesante es que probablemente estemos mucho más alertas de lo que creemos.

Las personas zurdas cargan con una problemática que ni se pasa por la cabeza del diestro. Desde el mouse hasta los bancos de algunas universidades el mundo está diseñado para personas diestras al ser los zurdos una minoría en desventaja. Obviamente esto repercute sobre la vida práctica de los zurdos, pero también en la mental.

Suena tu despertador. 14:00. Anoche tomaste demasiado y llegaste tardísimo. La resaca te agobia, te destruye y te tiene hecho un cadáver; pero eso no es lo peor, sabes que la sensación física de malestar acabará en unas horas, a lo sumo al final del día. ¡Lo peor es que no te acuerdas de absolutamente nada!

El reconocido escritor y divulgador científico Eduardo Punset ha participado en la presentación de una investigación de la Fundación Telefónica sobre la sociedad de la información en Oviedo.

Mírate al espejo y pon un gesto de asco o de repugnancia. Luego pon uno de miedo. Sí, obviamente en ambas situaciones tu rostro cambia significativamente. Pero ponle atención a las partes de tu rostro que cambian y cómo lo hacen, verás que todo tiene un porqué.

Pedir un aumento de salario normalmente suele asociarse con una mejora del tipo de vida que lleva el empleado, pues un aumento en su ingreso implica un mayor acceso a bienes y servicios que no se disponen con el sueldo pre-aumento. La teoría económica tradicional asocia el salario con un deseo del salario por el salario, un deseo del salario absoluto.