¿Alguna vez te cuestionaste el porqué de frases como «venganza es dulce» o «una amarga derrota»? ¿Qué puede tener que ver un sabor como la dulzura con emociones como las que sentimos tras una derrota o victoria? Un grupo de científicos de la Universidad de Cornell se dispuso a responder esta pregunta.

Cuando vas a un concierto o una obra de teatro, luego de escuchar un discurso o una conferencia y luego de culminado cualquier evento público, aplaudes. Es casi instintivo, ¿no? Simplemente comienzas a golpear tus manos produciendo un sonido abstracto, sin un tono demasiado definido y poco armónico. Pero, ¿por qué lo hacemos? ¿Cuál es la historia detrás de los aplausos?

El ser humano comenzó siendo nómada; migró de un lugar a otro hasta que supo de las ventajas (las desventajas se conocieron mucho después) del sedentarismo, pero ¿qué tanto han migrado las plantas? Un reciente estudio acaba de revelar una curiosa coincidencia entre humanos y vegetales.

Albert Einstein dijo una vez: «Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber». Y tiene razón, además, ¿cómo podríamos discutir con él?

El idioma español es uno de los más vastos del mundo. Además de su riqueza y complejidad gramatical, el vocabulario es tan grande que nada se dice de una sola forma, y todo, o casi todo, admite variantes.

No te quiero desilusionar, pero si eres americano, tienes más de 30 y aún no te has casado, es probable que nunca lo hagas. Estadísticamente, en la mayoría de los países de América, las personas se casan antes de los 30 años, menos en Brasil, donde el promedio de edad en que las personas contraen matrimonio es de 30.8 años. ¿Quieres saber el promedio de edad en que la gente se casa en tu país? Continúa leyendo.