Taylor Swift es la persona del año de 'Time': estas son las razones que impulsaron su distinción

Taylor Swift es la persona del año 2023 para la revista Time y, a quienes no han estado prestando mucha atención, les puede haber sorprendido que una cantante de su estilo aparezca en una lista en la que la anteceden Volodymyr Zelensky, Elon Musk, Joe Biden y hasta Donald Trump.

No así a los demás.

Y es que la cantautora estadounidense nacida en 1989 da nombre a lo que en música, economía, política y últimamente hasta el mundo del deporte se ha venido a llamar “el efecto Taylor Swift”, esto es, el impacto brutal que tiene cualquier cosa que hace más allá de sus fans.

En semanas recientes lo han sentido en la NFL, con motivo de su relación con el jugador Travis Kelce. El mero hecho de que las cámaras pudieran hacer alguna toma de ella en el estadio animando al jugador de los Kansas City Chiefs sirvió para disparar la audiencia (particularmente femenina) de los juegos.

Luego, cada gesto de la artista, que este 2023 acabó con el reinado de Bad Bunny en Spotify, era diseccionado en redes al milímetro.

Time explicó su decisión así: “Su popularidad ha crecido a lo largo de las décadas, este es el año en que Swift (33), ha conseguido una especie de fusión nuclear: unir lo artístico y comercial para liberar una energía de fuerza histórica”.

Esta fuerza se traduce en que Swift, lejos de ser una cantautora para niñas y adolescentes, como los críticos pudieran pensar, es un fenómeno musical, económico y hasta político.

Cómo Taylor Swift cambió la industria de la música

Una de las cosas que ha catapultado a Swift al estrellato definitivo ha sido su popularísima gira The Eras Tour, su rompedor concepto de ‘película concierto’ y cómo rescató los derechos de sus canciones regrabando varios de sus discos.

La artista se lanzó a retomar el control de su catálogo de canciones de una manera tan audaz como, por otro lado, arriesgada: después de que los derechos de sus seis primeros álbumes fueran vendidos y revendidos entre inversoras en contra de su voluntad, respondió volviendo a grabarlos y lanzando la 'Taylor's versio', con la cantidad de dinero y tiempo que eso supone.

Taylor Swift ha tenido enorme impacto en la defensa de los derechos de los artistas sobre sus obras y ha resultado un terremoto devastador para el modelo tradicional de lanzamiento de álbumes y el control que todavía ejercen las grandes discográficas.

La cantante nacida en Pennsylvania le ganó un pulso en 2015 a Apple al amenazar con dejar su álbum ‘1989’ fuera del catálogo de Apple Music porque la, recordemos, empresa más grande del mundo se negaba a pagar regalías a los artistas durante el periodo de prueba de tres meses que el servicio de streaming ofrecía a sus subscriptores.

Una genia del marketing y de cómo usar las redes sociales para comunicar con sus fanáticos, también ha demostrado maestría en montar un espectáculo en directo: al punto de que son unos auténticos eventos que, en un momento dado, llegaron a abrir la puerta al mercado negro de las entradas.

Así que Taylor Swift ha dejado ver su influencia también en eso asociándose con Ticketmaster para prevenir y minimizar la reventa y especulación con las entradas a sus conciertos, estableciendo lo que ahora son ya estándares en la industria.

El efecto Taylor Swift contra la recesión

La gira Eras Tour se proyecta como la más lucrativa de la historia de EEUU. Según un estudio de Peter Cohan, profesor de Babson College, citado por The Washington Post, la ganancia personal de Swift se estima en unos $4,100 millones, si es que se queda con el 85% de los ingresos, como es habitual en la industria.

El asunto ha sido de tal magnitud que comenzó a interesar a los encargados de sesudos estudios macroeconómicos y junto a los datos del desempleo, la guerra de Ucrania o el precio del petróleo, ‘el efecto Swift’ se dejó ver en algunos análisis sobre por qué no llegaba la augurada recesión o cómo era posible que las subidas de la tasa de interés no tuvieran un impacto mayor en contener la inflación: ‘funflation’ le dijeron en inglés.

Es más, la Reserva Federal de Filadelfia mencionó en uno de sus informes el ‘efecto Swift’ al señalar que la cantidad de viajes que impulsaban sus conciertos habían dado un notable empujón al sector hotelero de las ciudades en que tenían lugar.

Según un análisis de The Washington Post, la demanda de trabajadores por hora a media milla de distancia del concierto de Taylor Swift en Boston experimentó una subida del 1,000%. Y pagando mejor: alrededor del concierto de Filadelfia en Instawork se pagaba de media dos dólares más de lo normal por hora y además repartió bonos de miles de dólares a todo el equipo que la acompaña durante su gira, desde bailarines hasta camioneros.

Un fenómeno político que moviliza millones de ‘swifties’

La cantante también tiene una faceta política. Hasta 2018 no se había pronunciado expresamente a favor de ningún candidato. Ese año lo hizo por los demócratas de Tennessee, donde vota, con un largo post en el que habla a favor de los derechos LGBTQ, en contra del racismo sistémico y de la equiparación salarial para las mujeres.

Y este año, una muestra del ‘efecto Taylor Swift’ también en política lo tuvimos el 17 de septiembre, Día Nacional de la Inscripción como Votante, cuando compartió en una historia en Instagram un enlace al sitio vote.org llamando a sus seguidores a registrarse en el censo electoral.

“¿Ya están inscritos para votar? He tenido mucha suerte al ver a tantos de ustedes en mis shows recientemente. Les he escuchado levantar sus voces y sé lo poderosas que son. Asegúrense de estar listos para usarlas en las elecciones de este año”, escribió.

Andrea Hailey, CEO de Vote.org, señaló que habían recibido 13,000 inscripciones para votar cada media hora. Y todavía un mes después volvió a referirse al asunto calificándolo de su “mejor colaboración de todos los tiempos”.

Y aunque no se puede decir a ciencia cierta que haya sido por causa del post de Swift, lo cierto es que en la hora que siguió a su publicación, según reporta NPR, el sitio registró un incremento de la participación del 1,200%.