CIUDAD DE MÉXICO.- Coreando consignas como “AMLO renuncia” y “Nos estás matando de hambre”, el domingo pasado, miles de personas salieron a las calles de la Ciudad de México y de otros estados para protestar contra las políticas que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha implementado en los cinco meses que van de su gobierno. Una manifestación poco usual para una administración que recién comienza, pero que ha propiciado, según diversos expertos, el aumento de la polarización que se vive entre los habitantes.
Por qué marchan para pedir la renuncia de AMLO y qué tan inédito es esto en México con un gobierno que apenas empieza
Aunque la marcha no está ni cerca de ser de las más numerosas que se han registrado en México, ha comenzado a saltar las alertas sobre un aumento en el número de personas que manifiestan abiertamente su inconformidad por las decisiones que está tomando el mandatario.

De acuerdo con estimaciones del gobierno de la Ciudad de México asistieron cerca de 10,000 personas en las que participaron organizaciones civiles y ciudadanos, y, aunque la marcha no está ni cerca de ser de las más numerosas que se han registrado en México, evidencia un aumento en el número de personas que manifiestan abiertamente su inconformidad por las decisiones que está tomando el mandatario.
Durante la manifestación, las denuncias más reiteradas eran las que exigían la renuncia de AMLO debido a su "autoritarismo" y sus políticas que “dividen al país”. También le exigieron seguridad y el cumplimiento de sus promesas de campaña. A la par de la marcha en Ciudad de México, se realizaron protestas en ciudades como Querétaro, Monterrey, Morelia, Hermosillo, León, Guadalajara, Mérida y Puebla.
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Este lunes, como respuesta, López Obrador dijo que la oposición tiene todos sus derechos de manifestarse, pero advirtió que su gobierno no será un "florero".
"Nos costó muchas fatigas, golpes, sufrimiento para llegar. Como nos costó tanto y padecimos de represión, sería una incongruencia de parte nuestra que no se permitiera la libre manifestación de las ideas", aseveró.
Estas marchas llegan menos de un año después de las elecciones del pasado 1 de julio, en la que López Obrador obtuvo un histórico 53% de los votos y meses después llegó a tener el 80% de aprobación, según diversas encuestas.
Sin embargo, de acuerdo con Salvador Mora, experto en política mexicana de la facultad de ciencias políticas de la UNAM, esta manifestación explícita se da luego de que el presidente comenzó con los primeros esfuerzos por trazar la ruta del país a través de una serie de contradicciones en la toma de decisiones.
“La gente ha comenzado a notar que en esa toma de decisiones utiliza un discurso que no necesariamente significa verdaderas transformaciones estructurales. Dan cuenta de la limitación que existe entre el discurso y la realidad. Son solo menciones mediáticas que tratan de decirle a la población que se está haciendo algo”, señala.
La mayoría de los temas por lo que protestaban en la marcha del pasado domingo, se referían a seguridad, y algunos manifestantes reprochaban al presidente la militarización de la seguridad en el país, al implementar la llamada Guardia Nacional, que está liderada por miembros del Ejército, pese a que en discursos pasados había prometido no echar mano de las fueras armadas para combatir la ola de violencia en el país.
Además, durante los cinco meses de administración de López Obrador, han sido despedidos miles de funcionarios públicos debido a las reducciones de presupuesto en varios sectores, aunado a que otros programas sociales implementados en sexenios anteriores fueron eliminados.
“Hay contradicciones en materia de seguridad y social, decisiones con las que se perjudica a poblaciones que recibían beneficios. Esta desproporción genera mucho encono”, detalló.
De acuerdo con el politólogo, en sexenios anteriores, no había muestras de rechazo tan evidentes ni con tan poco tiempo de haber llegado al poder, debido a que los la mayoría de los mandatarios recibían un clima económico y social estable o predecible, que en los primeros meses tenía continuidad, algo que no sucedió al inicio de la administración de AMLO.
“En otras administraciones han dejado muy claras cuáles serán sus políticas, algo que no sucede con López Obador pues es un proyecto unidirigido. Eso es lo que está causando el debate. Esta vez no se escucha pedir que se vaya el gobierno, se pide que se vaya específicamente López Obrador. Porque es el hombre que ha personalizado las decisiones”, detalla.
La polarización ha aumentado al punto que los números de aprobación del presidente han ido a la baja. De acuerdo con una encuesta que cada semana realiza Consulta Mitofsky, desde que inició el conteo, el pasado 14 de abril, la aceptación del presidente ha ido a la baja al ubicarse en 67.8 %, y descender hasta el 60.3% el pasado fin de semana. Es decir, perdió 7 puntos de popularidad en 3 semanas.























