Merkel y Trump frente a frente: lo que los une y lo que los separa

Ella es controlada y cautelosa, una física de la Alemania Oriental que se toma su tiempo para tomar decisiones y que nunca ha disfrutado con la atención generada por ser la persona más poderosa de Europa.

Él es un magnate inmobiliario neoyorquino que parece no medir sus palabras y que disfruta de ser el centro de atención.

Es difícil imaginar a dos líderes más diferentes, en estilo o contenido, que Angela Merkel, la canciller alemana, y Donald Trump, el nuevo presidente de Estados Unidos.

Ambos líderes se reunirán este viernes por primera vez, en una cita de alto nivel que será seguida por los gobiernos de todo el mundo en busca de señales sobre el futuro de la alianza transatlántica, una asociación que ha ayudado a conformar el orden mundial desde la Segunda Guerra Mundial pero que Trump ha amenazado con modificar.

En muchos de los grandes temas de la agenda internacional las diferencia entre ambos gobernantes parecen totalmente opuestas, incluso irreconciliables, pero en otros asuntos hay mayor proximidad. La inmigración, los refugiados, el comercio internacional, el 'Brexit' son los temas donde las discrepancias salta a la vista; la OTAN, la lucha contra el terrorismo, inclusive el tratamiento a Rusia pueden ser terrenos más propicios a la convergencias.

Inmigración y refugiados

La canciller Merkel ha rechazado el veto migratorio ordenado por Trump, que prohíbe temporalmente la entrada a EEUU de todos los refugiados y de los ciudadanos de seis países de mayoría musulmana con historial terrorista.

"Hemos hablado sobre la sociedad civil en general y he insistido en que el imperio de la ley y una sociedad civil diversa son muy importantes para el desarrollo del país y su tejido social", dijo Merkel en una visita a El Cairo a principios de este mes.

Por su parte, Trump ha calificado la decisión de Merkel de recibir en Alemania a cientos de miles de refugiados como un "error catastrófico".

Comercio internacional

Con respecto a la continuación de la negociación de un tratado de libre comercio e inversiones (TTIP) entre la Unión Europea (UE) y EEUU, uno de los funcionarios aclaró que el Gobierno de Trump todavía no ha tomado una decisión.

El gobierno de Trump ha amenazado con imponer aranceles a los fabricantes de automóviles alemanes que importan al mercado estadounidense.

Otra fuente de tensión es el superávit comercial de 50,000 millones de euros de Alemania con Estados Unidos.

El asesor de Trump Peter Navarro ha acusado a Alemania de lograr ventajas comerciales injustas a través de un euro más débil. Merkel y sus ministros, por su parte, han señalado que el Banco Central Europeo -y no Berlín- controla el destino de la moneda del bloque.

'Brexit'

Cuando Trump recibió el 27 de enero en la Casa Blanca a la primera ministra de Reino Unido, Theresa May, indicó que está interesado en hacer negocios con países fuera de la Unión Europea porque cree así conseguirá mejores condiciones para Estados Unidos.

“Un Reino Unido libre e independiente es una bendición para el mundo. Los gobiernos deben representar a sus propios ciudadanos”, dijo entonces en rueda de prensa Trump, que se ha reunido varias veces con Nigel Farage, el ex líder del partido nacionalista británico que consiguió sacar al Reino Unido de la UE.

Cuando Londres notificó al Consejo Europeo el resultados del referéndum sobre la salida de Reino Unido de la unión, la canciller Merkel enfrió las aspiraciones de los euroescépticos británicos: "no puede esperar no tener obligaciones pero mantener privilegios" de UE".

Hace apenas una semana, los líderes europeos se reunieron en Francia para buscar y analizar estrategias que permitan reflotar el grupo y mantener la cohesión.

"Por supuesto que voy a subrayar que nuestro país y su adhesión a la Unión Europea son las dos caras de la misma moneda", indicó Merkel al margen de una cumbre de la UE en Bruselas.

OTAN

Sobre la exigencia de EEUU de que todos los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) aumenten su gasto en defensa al 2 % de su producto interior bruto (PIB), el funcionario subrayó las señales positivas que ha mostrado Alemania y que Trump espera conocer el "plan concreto" de Merkel al respecto.

En su discurso ante el Congreso del pasado 28 de febrero, Trump expresó su "firme apoyo" a la OTAN, una organización a la que calificó de "obsoleta" durante su campaña electoral, pero reiteró la petición a los Estados miembros de "cumplir con sus obligaciones económicas" e invertir más en Defensa.

Rusia

Entre otras cosas, Trump está "muy interesado" en que Merkel le hable de su experiencia en el trato con Putin y de "cómo es lidiar con los rusos", según altos funcionarios del gobierno de Trump, referidos por Efe.

Además, Trump quiere conocer el punto de vista de la canciller alemana sobre el papel que puede jugar EEUU en la búsqueda de una solución al conflicto en Ucrania y en la aplicación de los acuerdos firmados en Minsk hace más de dos años, en febrero de 2015.

Funcionarios de la Casa Blanca han dicho que Trump buscará los consejos de Merkel sobre cómo relacionarse con el presidente ruso, Vladimir Putin.

"Esta es una oportunidad para esbozar áreas de interés común, para definir una agenda positiva", dijo Anthony Gardner, quien fue hasta enero embajador de Estados Unidos ante la Unión Europea. "Pero una reunión no cambiará la atmósfera por su cuenta", agregó.

Dos estilos

Trump usará la con la canciller Merkel, entre otros puntos, para establecer una relación "personal" con ella, según ha adelantado la Casa Blanca.

A pesar de las grandes diferencias, la interacción del Gobierno de Trump con el alemán ha sido "frecuente y robusta", y el presidente "está deseando" recibir a la canciller, a quien transmitirá "su aprecio por la profunda amistad" entre los dos países, comentó un alto funcionario.

El gobierno estadounidense espera que sea "positiva y cordial", es "construir una relación personal" entre Trump y Merkel que les permita trabajar juntos de ahora en adelante.

Pero lo cierto es que deberán prepararse para recibir a la canciller alemana que para este viaje a Washington ha leído los discursos de Trump y sus entrevistas, incluyendo una con la revista Playboy en 1990 en la que plantea muchas de las polémicas ideas que ahora está tratando de implementar como presidente.

Los miembros de su comitiva también han analizado los encuentros de Trump con otros líderes -entre ellos los que sostuvo con la británica Theresa May, el japonés Shinzo Abe y el canadiense Justin Trudeau- y han tenido intercambios con algunos de sus pares sobre cómo manejar a la impredecible ex estrella de televisión, agregaron los funcionarios.

"Tenemos que estar preparados para el hecho de que a él no le gusta escuchar durante mucho tiempo, a que prefiere posiciones claras y a que no desea ahondar en detalles", dijo un alto funcionario alemán.

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