La conflictiva presencia de los hijos de Trump en la transición presidencial... y en sus negocios

Ivanka, Donald Jr. y Eric Trump han participado en reuniones de su padre con líderes mundiales y potenciales nominados a puestos del próximo gobierno. Trump, a la vez, dice que dejará la gestión de sus empresas en manos de sus dos hijos varones. Expertos en ética gubernamental alertan que esto puede generar múltiples conflictos de intereses.

Tres de los hijos de Trump han tenido un rol activo en la transición presidencial.
Tres de los hijos de Trump han tenido un rol activo en la transición presidencial.
Imagen Tasos Katopodis/Getty Images

Un día después de que Donald Trump anunciara por Twitter que sus dos hijos mayores tomarán las riendas de su imperio, la línea entre su futuro gobierno y sus negocios volvió a desdibujarse.

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Ivanka, Donald Jr. y Eric Trump estuvieron presentes en una reunión el miércoles entre el presidente electo y 13 importantes ejecutivos de los gigantes tecnológicos, un hecho que alimentó las críticas sobre el papel sin precedentes que juegan en la transición y los potenciales conflictos de intereses que eso supone.

“(Trump) trata sus negocios como un asunto de familia, y está en su derecho a hacerlo, no es inusual que las personas traten sus compañías como un negocio familiar. Pero el gobierno de Estados Unidos no es una empresa familiar, y él parece estar tratándolo de esa manera”, dice a Univision Noticias Larry Nobel, consejero general del Campaign Legal Center, una organización no partidista con sede en Washington DC.

Como presidente, Trump debería marcar una distancia muy firme entre su vasta red de negocios y la Casa Blanca para evitar cualquier duda, por más mínima que sea, de que se aprovecha de su posición para promover sus intereses personales, según expertos en ética gubernamental. Dejar las empresas a cargo de sus hijos no es suficiente para separar las aguas. Y aun más si tienen un rol activo en la transición presidencial, aseguran.

“En realidad, se genera una línea muy borrosa entre las operaciones del gobierno y las operaciones comerciales de Trump”, dice Scott Amey, consejero general de la organización no partidista Project on Government Oversight.

“Si algunos de los hijos van a estar administrando las entidades comerciales de Trump, entonces no deben participar en ayudar a establecer el próximo gobierno, dar consejos acerca de los nombramientos y ayudar a encaminar las políticas y programas que Trump pondrá en marcha durante los próximos cuatro años”, agrega.

Antecedentes

La reunión entre Trump, tres de sus hijos y los ejecutivos de Silicon Valley no fue un caso aislado.

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Cuando Trump recibió al primer ministro de Japón, Shinzo Abe, en la Torre Trump de Nueva York, su hija Ivanka estuvo presente.

En el encuentro con Shinzo Abe, al que la prensa no tuvo acceso, se dio a la misma vez que otro evento a 6,700 millas de allí, en Tokio: una exclusiva exhibición de productos de la marca de Ivanka Trump, según relata el New York Times en este artículo.

La hija del magnate está a punto de cerrar un acuerdo con el gigante japonés de indumentaria Sanei Internacional, cuyo mayor accionista es el Banco de Desarrollo de Japón, propiedad del gobierno, agrega el artículo.

Los dos hijos varones, Donald Jr. y Eric, que según el presidente electo estarán a cargo del negocio familiar, han formado parte de algunas decisiones del equipo de transición. Donald Jr., por ejemplo, ayudó a entrevistar candidatos para el puesto de secretario del Interior, según informó CNN.

Su favorito salió finalmente elegido: el congresista por Montana, Ryan Zinke. Su hermano Eric participó en una reunión entre el presidente electo y Mitt Romney, quien llegó a ser considerado para el puesto de secretario de Estado.

El equipo de transición de Trump ha defendido la participación de la familia en las deliberaciones del futuro gobierno. “Lo anunciamos desde el comienzo”, aseguró el portavoz del equipo, Jason Miller.

Pero los expertos en ética gubernamental dicen que eso no garantiza un nivel total de transparencia.

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“Que nos muestren las fotos del encuentro y digan que participaron sí, es transparente, sabemos que están ahí. Sin embargo, no nos dice cuál es su rol y qué tipo de conversaciones se han desarrollado”, sostiene Larry Nobel. Si en alguna de estas discusiones se manejó información altamente confidencial, por ejemplo, los hijos de Trump deberían haber pasado antes por el proceso de autorización requerido para ello.

Qué debería hacer Trump

La opinión de los expertos es unánime: Trump tendría que poner cuanto antes sus activos en un blind trust, o fideicomiso ciego, operado por un administrador independiente. Es algo que otros presidentes crearon durante sus mandatos para distanciarse de sus intereses financieros.

Si va a dejar la gestión cotidiana de sus negocios en manos de sus dos hijos, debería, como mínimo, venderles los activos de su empresa. “(Trump) podría hacer acuerdos y nominar a ciertas personas a puestos pensando más en los beneficios para sus entidades comerciales que para el pueblo estadounidense”, asegura Scott Amey. “Recuerde: muchas de esas empresas tienen operaciones que involucran a gobiernos y bancos extranjeros. Hay una superposición enorme que genera conflictos de intereses”.

Sus dos hijos mayores, a su vez, deberían mantenerse alejados del proceso de transición presidencial.

Pero por ahora, hay pocas respuestas y una actitud desafiante por parte de Trump, quien no parece dispuesto a desenredar las telarañas de sus finanzas y su futura presidencia.