La oficina del secretario de Estado de Texas ha publicado la primera tanda de resultados de su "auditoría forense completa" de las elecciones generales de 2020, encontrando pocos problemas a pesar de las repetidas afirmaciones de los líderes republicanos, encabezados por el expresidente Donald Trump.
Aunque ganó Texas, Trump dijo que hubo "fraude"; la auditoria preliminar no reveló problemas
Tras la presión del expresidente y de los líderes del GOP, el estado, que es manejado por republicanos, decidió realizar una auditoría. La primera revisión de los resultados electorales de cuatro condados de Texas no ha encontrado pruebas de fraude significante.

Los republicanos han tratado de cuestionar la integridad del sistema electoral, incluido el voto electrónico, el mantenimiento del censo electoral y los procesos postelectorales que podrían haber dado lugar a un fraude.
La primera fase de la revisión, publicada el viernes en la víspera de Año Nuevo, destacó los datos electorales de cuatro condados que representaron alrededor del 35% de los 11,3 millones de votos emitidos en todo el estado, y mostró pocas discrepancias entre el recuento electrónico y el manual de las papeletas en una muestra de recintos electorales.
De los 11.3 millones de votos emitidos en todo el estado, los funcionarios electorales hallaron 509 casos potenciales en los que personas podrían haber emitido votos en Texas y en otro estado, y 67 casos posibles de votos emitidos en nombre de personas fallecidas.
Los resultados confirman la revisión de los recuentos manuales parciales de los condados realizados inmediatamente después de las elecciones de noviembre, que encontraron pocas diferencias entre los recuentos electrónicos y manuales de las papeletas, con sólo un puñado de errores humanos que no representan más que unas pocas docenas de votos.
La ley estatal exige que los recuentos manuales parciales se realicen en las 72 horas siguientes al cierre de las urnas después de cada elección.
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La auditoría realizada por la oficina del secretario de Estado, John Scott, fue ordenada por el gobernador Greg Abbott, a petición del expresidente Donald Trump, a pesar de que el candidato republicano ganó el estado por 600,000 votos, o un margen del 5,5%.
Los republicanos de Arizona y Michigan también lanzaron sus propias auditorías de las elecciones que no encontraron nada.
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Segunda fase
Una segunda fase de la auditoría de Texas debe tener lugar en 2022, para examinar los procedimientos electorales, incluidos los registros de las pruebas de precisión de las máquinas de votación y los formularios que detallan la cadena de custodia de las urnas selladas.
Sin embargo, los demócratas y los observadores independientes han señalado que la auditoría es innecesaria, ya que la ley estatal ya exige un mantenimiento regular del censo electoral para garantizar la integridad y la exactitud de la lista de registro de votantes, con el fin de evitar que voten personas no elegibles.
Desde las elecciones presidenciales, cerca de 225,000 votantes fallecidos han sido eliminados del censo electoral de Texas, como parte de las revisiones rutinarias realizadas por los condados en virtud de normas preexistentes.
Un portavoz de la oficina del secretario de estado, justificó la revisión diciendo que era necesaria "para dar claridad a los asuntos que deben ser resueltos para las próximas elecciones".
"No parece haber nada demasiado fuera de lo normal con respecto a la información que se proporciona", Remi Garza, el presidente de la Asociación de Administradores Electorales de Texas, Remi Garza, dijo al Texas Tribune.
Los posibles 'no ciudadanos'
En total, el estado identificó casi 12,000 registros de votantes en los cuatro condados de personas que "posiblemente" no eran ciudadanos estadounidenses. El condado de Dallas ya ha cancelado más de 1,100 de esos registros. Otros pueden haber sido nuevos ciudadanos que se registraron para votar en sus ceremonias de naturalización.
Desde entonces, se han cancelado casi 300 registros de votación después de que los condados confirmaran su condición de no ciudadanos. Más de 2,000 han sido cancelados por no responder a una solicitud de prueba de ciudadanía.
En su informe, el secretario de Estado subrayó que la eliminación de votantes inelegibles o fallecidos del censo electoral "no indica por sí misma que se hayan emitido votos ilegales".
Las autoridades republicanas del estado también incluyeron una cifra no verificada de 509 registros de votantes en los que un votante puede haber emitido un voto en Texas y en otro estado o jurisdicción. El estado dijo que el trabajo de revisión de esos registros no estaría terminado hasta enero.
El estado también destacó la investigación de 67 votos emitidos por "votantes potencialmente fallecidos", que también está pendiente de finalización.







































