Así se vino abajo la prometida cumbre entre Donald Trump y Kim Jong Un

En cuestión de días terminó abruptamente la buena voluntad entre EEUU y Corea del Norte. Ambos países regresaron a la retórica agresiva de una manera que la reunión de Singapur prevista para el próximo 12 de junio se vio frustrada.

Video La lectura de la extraña carta en la que Trump canceló su encuentro con Kim Jong Un

Hasta hace unas semanas parecía que el último conflicto de la Guerra Fría estaba por desmantelarse y alejar la amenaza de una conflagración nuclear en la siempre tensa Península de Corea. Hasta se llegó a hablar del Premio Nobel de la Paz para Donald Trump por su arriesgada decisión de ir a una cumbre con el norcoreano Kim Jong Un para zanjar el viejo problema.

Pero una curiosa carta enviada por Trump a Kim este jueves acabó con esa posibilidad, al menos por ahora.

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En la misiva, escrita con una inusual mezcla de estilo diplomático, con pasajes más propios de una comunicación personal y amigable, y amenazas militares, el estadounidense canceló la cumbre prevista a realizarse en Singapur el 12 de junio con Kim, “debido a la tremenda ira y hostilidad abierta mostradas en su declaración más reciente”.

Aunque Trump se equivoca al asignar a Kim las declaraciones dadas la víspera por la viceministra de Relaciones Exteriores norcoreana, Choe Son Hui, criticando la “estupidez” del vicepresidente Mike Pence de comparar a su país con la forma en la que Libia entregó su arsenal atómico, lo fundamental es el cambio de tono.


Atrás quedaron, por ahora, los gestos esperanzadores que empezaron con la cumbre entre las dos Coreas del presidente Moon Jae-in y Kim Jong Un a fines de abril en la zona desmilitarizada que separa a ambas naciones desde la entrada en vigencia del armisticio con el que se suspendieron las hostilidades de la Guerra de Corea (1950-1953)

Estos son los puntos que marcaron el rápido descenso de las ‘cumbres’ retóricas de la buena voluntad a la suspensión de la reunión entre los líderes.

Unos ejercicios militares

El 15 de mayo, Pyongyang cambió el tono amable de las semanas previas al protestar contra los ejercicios militares conjuntos entre EEUU y Corea del Sur que Pyongyang consideraba una “provocación”. Ese día Corea del Norte amenazó con suspender la cumbre Kim-Trump.

Además, el gobierno norcoreano suspendió indefinidamente la reunión que estaba programada para realizarse ese día con sus contrapartes surcoreanos en la que se iban a tratar asuntos relativos a las comunicaciones entre ambos países y aspectos de la reunificación familiar de cara a la prometida firma de la paz definitiva antes de finalizar 2018.


Aunque Washington dijo que pese a los ejercicios y la protesta norcoreana la cumbre entre Trump y Kim seguía estando en la agenda, el diario The Wall Street Journal informó que el Pentágono suspendió las maniobras aéreas a petición del gobierno de Seúl.

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Libia como (mal) "modelo"

Fiel a su estilo, históricamente polémico, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, avivó el debate el miércoles 16 de mayo al decir que Corea del Norte debía deshacerse de todo su arsenal nuclear sin condiciones como hizo en 2003 la Libia de Muamar Gadafi, presionada por la comunidad internacional.

Citar a Libia como argumento para la desnuclearización norcoreana puede ser contraproducente, considerando que muchos analistas estiman que al entregar su carta nuclear, el líder libio dejó de ser importante para la comunidad internacional y debilitó su control sobre el país, que en 2011 se rebeló contra su régimen en tiempos de la llamada Primavera Árabe. Gadafi terminó siendo asesinado por rebeldes armados cuando intentaba escapar de Trípoli, la capital.


Aunque tras el rechazo expresado por Corea del Norte a la comparación de Bolton el presidente estadounidense pareció cuestionar a su asesor al afirmar que el “modelo libio” no era lo que tenía en mente, Trump advirtió que de no llegarse a una negociación el líder norcoreano podía ver en Libia “lo que ocurrirá si no llega a un acuerdo”.

El "tonto" Pence

Pero el lunes 21 de mayo, casi con las mismas palabras, el vicepresidente Mike Pence volvió a traer a la memoria la experiencia libia en una entrevista con Fox News.

“Como el presidente dejó claro, esto solo acabará como acabó el modelo libio si Kim Jong Un no llega a un acuerdo (sobre la desnuclearización)”, dijo Pence, cuyas palabras -sumadas a las de Bolton - desataron la ira del gobierno comunista.

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Pence afirmó en la entrevista que recordar a Libia no era una amenaza, sino que se trataba de “hechos” que podrían repetirse en el caso de Corea del Norte.

El miércoles 23 de mayo la viceministra de Asuntos Exteriores norcorena, Choe Son Hui, calificó de “estúpidas” e “ignorantes” las declaraciones de Pence, de quien dijo que era un “tonto político”.

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Aunque Choe no criticó directamente a Trump, advirtió que su país “no rogará” por la realización de la cumbre que estaba pautada para realizarse en Singapur el 12 de junio.

El asunto de la desnuclearización

El miércoles 23 Trump dijo a los periodistas en la Oficina Oval que había una “sustancial posibilidad” de que no se reuniría con Kim a no ser que este aceptara “ciertas condiciones” antes del encuentro, en lo que fue visto como la primera señal de que la cumbre podría no concretarse.

Apenas horas antes de publicar la carta cancelando la reunión con Kim, Trump dijo en una entrevista con Fox News que estaban conversando con los norcoreanos sobre el tema del desmantelamiento de su programa nuclear.

Trump reconoció que la exigencia de eliminarlo inmediatamente, como él deseaba, quizá no era factible y que un proceso por etapas podría ser “necesario”. Apenas horas después la Casa Blanca difundió la carta con la que se suspendió la reunión, aunque no queda claro si también quedaron interrumpidos los contactos binacionales.

Aunque desde el principio del breve deshielo entre Pyongyang y Washington, la Casa Blanca aseguraba que el gobierno norcoreano había aceptado emprender la desnuclearización total sin pedir condiciones a cambio, pronto quedó claro que ambas capitales no parecían estar hablando de lo mismo cuando se referían al tema del futuro del programa nuclear norcoreano.