Un agente de la Fiscalía de Baja California, México, fue arrestado en una garita fronteriza de California hace unos días por supuestamente intentar traficar casi 65 libras de metanfetaminas en un auto.
Arrestos de traficantes en la frontera: policías y un juez al que no le alcanzaba el sueldo
Varios agentes del orden de México, el hijo de un político y hasta un magistrado han sido detenidos en años recientes tratando de cruzar droga hacia Estados Unidos. El caso más reciente es el de un agente del Ministerio Público de Baja California que supuestamente llevaba varias libras de narcóticos.

Octavio Andree Espino Torres, quien era agente del Ministerio Público adscrito a la Fiscalía Especializada en Adolescentes, fue detenido la tarde del 7 de junio porque un agente aduanal en la garita de San Ysidro, en la frontera entre San Diego y Tijuana, detectó en su auto 45 paquetes de la droga.
Espino Torres, quien fue dado de baja de la dependencia por acumulación de ausencias laborales, declaró que él se dirigía a comprar un traje en Plaza de las Américas, un centro comercial en San Ysidro. También “negó saber que los narcóticos estaban en el vehículo”, de acuerdo con la acusación.
La Fiscalía de Baja California aseguró en un comunicado que colabora con las autoridades de Estados Unidos en este caso. Y advirtió que “cualquier servidor público que transgreda la ley será sometido a los procesos que le correspondan en justicia. Nadie está ni estará por encima de la ley”.
Al menos otros dos funcionarios de gobierno en ese estado fronterizo y el hijo de un político han sido detenidos en años recientes por tratar de cruzar droga hacia California. Otros exagentes del orden en México han sido detenidos en Texas y Alabama.
En octubre de 2020 salió de una prisión Eduardo Sais Peinado, quien era juez en el Ayuntamiento de Tijuana. Lo sentenciaron a tres años de cárcel por cruzar 38 libras de cocaína por la garita de San Ysidro. Llevaba apenas tres años en el cargo de magistrado cuando entró al narcotráfico.
Este hombre ejerció la abogacía durante 20 años, era socio de un negocio y ganaba un sueldo de 830 dólares al mes por su trabajo como juez municipal. Pero su abogada aseguró en una corte en San Diego que él se metió al crimen organizado por problemas económicos.
Todo comenzó en 2015 por una relación amorosa con la madre de una niña con discapacidad. Los tratamientos médicos de la menor eran muy caros, por lo que este se atrasó en sus obligaciones financieras, se acabó sus ahorros y se le complicó obtener un préstamo. Aunque su empresa vendió una propiedad por 128,000 dólares en 2017, su socio no le dio su parte, afirmó su abogada.
En el local de apuestas Pueblo Amigo Caliente Casino de Tijuana un hombre le ofreció 3,500 dólares por pasar droga y aceptó. Primero hizo un viaje de prueba donde no lo detectaron, pero en el segundo intento un perro antinarcóticos olfateó un paquete en una puerta del Jeep que conducía.
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El hijo de un político
Sarkis Padrés Hodoyán fue liberado en marzo de 2020 tras pasar casi cuatro años en una prisión. En 2018, cuando su padre era un alto funcionario del gobierno de Baja California, agentes aduanales encontraron en su coche 2.36 kilos de heroína y 15.6 kilos de cocaína.
La acusación señala que un perro policía alertó sobre un olor sospechoso en la camioneta Audi de Padrés. Lo acompañaba su hija pequeña. Al realizar una inspección, los oficiales de la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP) hallaron la droga en un compartimento ubicado "entre el panel oscilante y la consola de montaje del asiento delantero". También se encontró un rastreador satelital GPS oculto en la consola central del auto.
Al ser interrogado por dos agentes de la unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), Padrés afirmó que no estaba enterado sobre la droga encontrada en su camioneta.
"Padrés dijo a los agentes que estaba preparando su Audi para venderlo y que recientemente lo llevó a un taller mecánico en Tijuana para facilitar que pase la inspección de emisiones contaminantes de California. Padrés agregó que el Audi necesitaba una rejilla de repuesto y un sistema de engranaje por recomendación de su mecánico", según los documentos de la acusación.
Aseguró, además, que se dirigía al negocio de autopartes usadas Dave's Auto Wrecking en Otay Mesa para comprar lo que le hacía falta y colocar las piezas en su camioneta. Pero los agentes del HSI llamaron al establecimiento y un empleado les indicó que "ellos no tenían esas partes".
Su padre Alfonso Padrés Pesqueira, quien era secretario de Infraestructura y Desarrollo Urbano de Baja California, declaró a un medio mexicano que se trataba de un caso de las llamadas 'mulas ciegas', en el cual un conductor cruza la frontera sin saber que los narcos colocaron droga en su vehículo.
"La lamentable noticia es que lo 'cargaron' y está involucrado… Lamentablemente para todos nosotros, pero particularmente para él, porque es el que lo está viviendo en carne propia", dijo.
Tres meses después del arresto, el hijo de este político se declaró culpable.
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El policía nervioso
También en 2018, un equipo antinarcóticos en California arrestó a un policía de Ensenada que transportaba más de 50 libras de metanfetamina por la autopista 5, entre Orange y San Diego.
Miguel Ángel González Patrón fue detenido por una falta de tránsito. Le marcó el alto un agente del comando del Departamento de Alguaciles del condado de Orange (OCSD) que se dedica a decomisar cargamentos que los carteles llevan hacia el norte de California.

Para no despertar sospechas, González Patrón mostró una identificación de oficial de la Policía de Ensenada. Pero su actitud nerviosa al ser interrogado terminó delatando que traía algo escondido.
"Patrón estaba extremadamente nervioso y el oficial que realizó la parada de tránsito identificó varios indicadores de crimen", señala un comunicado del Alguacil de Orange.
Un perro antinarcóticos que revisó el vehículo encontró los narcóticos. Al realizar una inspección detallada, localizaron un compartimento secreto en el cual estaban más de 50 libras de metanfetamina.
“Déjenme volver a México”
No es el único policía mexicano que ha traficado drogas hacia EEUU. Otro caso es el de Gabriel Garrido Isaías, quien el 14 de marzo de 2019 llegó a una garita en Laredo, Texas, manejando una camioneta Ford F-150. Notaron algo extraño en las llantas de la pick-up y lo mandaron a una segunda inspección.
“Solo vine a regresar mi permiso, déjenme volver a México porque no tengo nada”, insistió el policía mexicano antes de que desmontaran las llantas y encontraran más de 38 kilos de metanfetamina.
También arrestaron a Adrián Hernández Portillo, quien fue policía federal mexicano de 2007 a 2014. A finales de agosto de 2018 le impusieron cargos de posesión de droga en una corte federal de Alabama.
Según documentos judiciales, él fue arrestado a principios 2017 mientras transportaba en una camioneta Toyota paquetes de cocaína y morfina. Un investigador antidrogas en Alabama detuvo el 27 de enero de 2017 el vehículo en el que viajaba como pasajero Hernández Portillo y su cómplice, Eduardo Méndez Hernández, como chofer.
Ambos dieron versiones distintas sobre su viaje y el oficial notó que tenían varios celulares, pero poco equipaje. Al registrar el vehículo encontraron unas 14 libras de cocaína y más de una libra de morfina envuelta en una cinta plateada, valoradas en al menos 700,000 dólares. Los narcóticos estaban en un compartimento secreto.
Los registros de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) revelaron que Hernández Portillo condujo la camioneta Toyota de México a Texas.
Hernández Portillo declaró en su juicio que tenía una compañía de seguridad en México y que fue la esposa de su socio quien manejó la Toyota por la garita fronteriza y luego se dirigieron a Dallas. Él afirmó que no sabía que en el coche había droga.
Pero el jurado no le creyó y lo declaró culpable. Él apeló el caso: sin embargo, un panel de jueces afirmó su sentencia. Hernández Portillo fue liberado en marzo de una prisión.









































