Reverol, el héroe antidrogas del chavismo al que EEUU acusa de narcotráfico

CARACAS, Venezuela.- Hace poco más de un mes se decía que el mayor general Néstor Luis Reverol Torres entraría en la historia. Los rumores señalaban que podía convertirse en el primer comandante de la Guardia Nacional en asumir el Ministerio de la Defensa, despacho que tradicionalmente ha controlado el Ejército venezolano. Todo gracias a la confianza que le tenía el presidente Nicolás Maduro.
Pero el nombre de este oficial de 51 años, nacido en el fronterizo estado Zulia, ya no ocupará un espacio privilegiado en los anales del estamento militar bolivariano. Al contrario, ha terminado registrado en una corte federal de Nueva York, junto con el de Edilberto Molina, exvicepresidente de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA), acusados de colaborar con narcotraficantes que pretendían distribuir cocaína en Estados Unidos.
Reverol Torres dejó la primera línea de la Fuerza Armada Nacional (FAN) el pasado 7 de julio, por órdenes de Maduro. “Le doy gracias por su trabajo, dedicación, honestidad y moral”, dijo el Jefe de Estado cuando anunció que sería reemplazado al frente de la Guardia Nacional. Uno de los hombres más poderosos de la FAN quedaba en el limbo. “Lo designaré en los próximos días para nuevas tareas al frente de la revolución”, indicó el mandatario en esa oportunidad, sin precisar su destino.
El mandatario venezolano despejó la duda la noche de este martes 2 de agosto. El mayor general retomará las riendas del Ministerio de Relaciones Interiores, cartera que administró entre octubre de 2012 y abril de 2013. De hecho, este uniformado fue el último titular de ese organismo que designó el presidente Hugo Chávez antes de morir en Caracas, el 5 de marzo de 2013.
Maduro aprovechó el nombramiento para respaldar públicamente a su colaborador y fustigar al Gobierno de Estados Unidos, donde aseveró “está el dinero de todos los capos del mundo”. “Los narcotraficantes quieren inculpar al general Reverol Torres. Él es un revolucionario íntegro”, subrayó el gobernante.
Reverol Torres toma el puesto de otro cuestionado por las autoridades norteamericanas, el mayor general del Ejército Gustavo González López, uno de los siete funcionarios venezolanos sancionados por la administración del presidente Barack Obama mediante un decreto emitido en marzo de 2015. González López abandonará el Ministerio de Relaciones Interiores y permanecerá en la jefatura del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin).
Ficha clave del chavismo
El excomandante de la Guardia Nacional ha sido una pieza clave en la burocracia chavista. Antes de asumir la cartera que coordina las políticas de seguridad interna y los cuerpos policiales del país, se desempeñó como subdirector del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y presidente de la Corporación para el Desarrollo de la Región Zuliana (Corpozulia).
En febrero de 2013, protagonizó una polémica con el gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles Radonski, a quien relacionó con un supuesto plan conspirativo organizado desde Colombia. “Todo el país conoce los antecedentes de conspirador del gobernador Capriles Radonski, asalta embajada, dedíquese a gobernar Miranda”, le espetó el entonces titular de Relaciones Interiores vía Twitter al dirigente y dos veces candidato presidencial opositor. Luego, en el marco de la campaña electoral que llevó a Maduro al palacio de Miraflores el 14 de abril de 2013, manifestó: “Vamos a defender, cueste lo que cueste, el legado que nos dejó nuestro comandante eterno y supremo Hugo Chávez Frías, como lo es la independencia”.
Su paso por Corpozulia tampoco estuvo exento de controversias. Allí fue objeto de una denuncia de chantaje por parte de Vidal Prieto, alcalde del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en el municipio de Machiques. Prieto reveló en noviembre de 2013 que Reverol Torres advirtió que le imputaría hechos de corrupción si no renunciaba a su candidatura para favorecer la aspiración del general Luis Rodolfo Patro Mancilla, según publicó el diario La Verdad de Maracaibo.
En una entrevista concedida a ese periódico regional, admitió sin empachos estar "a la orden del partido y la revolución”, pese a que la Constitución venezolana establece que los militares activos deben estar al servicio exclusivo de la nación “y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna”.
El presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, lo tachó de “pillo”, “patán” y “antipatriota” por amenazarlo a él y un grupo de diputados tras su visita a la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington a finales de junio. “Actitud indigna de oficiales como usted ha puesto reputación de la Fuerza Armada Nacional en el subsuelo”, lo fustigó Ramos Allup.
Vistiendo el traje de campaña, el oficial grabó un video en el que llamó al jefe del Poder Legislativo venezolano “desequilibrado, obstinado y prevaricador”, y ratificó que la Guardia Nacional “es y seguirá siendo chavista y mantendrá el legado de Hugo Chávez como doctrina filosófica y militar”.
La directora de la ONG Control Ciudadano, Rocío San Miguel, experta en temas militares, describe a Reverol Torres como “un operador en la sombra”. San Miguel observa que el mayor general “es un individuo que sabe imponerse, incluso frente a compañeros de armas y superiores, y en la actualidad detenta un enorme poder de relaciones con factores económicos”. Medios locales afirman que mantiene una estrecha relación con el gobernador del estado Aragua, Tareck El Aissami, a quien, según el diario The Wall Street Journal, EEUU también investiga por sus supuestos nexos con el narcotráfico.
Cerca del enemigo
Reverol Torres siempre ha convivido con el peligroso mundo de las drogas. “En los noventa formó parte del Comando Antidrogas de la Guardia Nacional, bajo el mando del fallecido general Ramón Guillén Dávila, quien después fue acusado por participar en entregas controladas de droga”, recuerda el capítulo venezolano del portal Poderopedia.
Chávez le confió la dirección de la Organización Nacional Antidrogas (ONA) en 2009. Allí designó como subdirector a su amigo Edilberto Molina, general de División de la Guardia Nacional de bajo perfil que en la actualidad es agregado militar de Venezuela en la embajada de Berlín y que ahora fue acusado de narcotráfico por EEUU. En su haber, Reverol tiene las capturas de los capos Daniel “El Loco” Barrera y Giraldo de Jesús Escalante Villegas, jefe de la banda paramilitar “Los Urabeños”.
“Tenemos un plan de acción con Colombia, renovamos un convenio de cooperación recientemente y eso nos ha permitido mantener dentro de los canales de respeto un intercambio de información seria que ha logrado la captura este año de 18 jefes de organizaciones criminales dedicados al tráfico de drogas”, declaró Reverol Torres al canal Televen en noviembre de 2012.
El mayor general r eivindicó en aquella oportunidad la decisión tomada por Chávez en 2005 de suspender los 14 acuerdos de cooperación antidrogas que Venezuela desarrollaba con Estados Unidos. Aseguró que Washington estaba ejecutando “un plan agresivo de descalificación de las políticas soberanas del Estado venezolano en materia de drogas”, atacando a funcionarios civiles y militares “sin ningún tipo de elementos” al incluirlos en la llamada Lista Clinton, creada en 1995 con los nombres de empresas y personas presuntamente vinculadas con el narcotráfico.
En octubre de 2010, entrevistado por el diario El Nacional, el capo de la droga Walid Makled cargó contra Reverol Torres. “Quiero denunciar al general Néstor Reverol. Él ha manejado mis empresas durante 23 meses. Esas empresas han generado en ese tiempo 140 millones de dólares. Esos 140 millones tendrían que estar depositados en un tribunal y no están”, sostuvo Makled, quien agregó: “¿Cómo es posible que un general viva en una casa de 3.4 millones de dólares, como vive el general Néstor Reverol? ¿Cómo es posible que su familia en Cabimas (estado Zulia) viva en una casa de 2 millones de dólares? Claro, con la plata de los Makled”.
El diario New York Times desveló el 15 de diciembre de 2015 que el mayor general estaba siendo investigado en Estados Unidos por pasar “más de una década en la nómina de organizaciones criminales”. Abordado por reporteros de ese periódico norteamericano en enero de este año a las puertas de la Asamblea Nacional, el militar lo negó todo.
“Cómo voy a ser un narcotraficante si tengo 30 años luchando contra el narcotráfico y buscando capos. Yo le entregué 21 capos a las autoridades de Estados Unidos, entre ellos el ‘Loco’ Barrera (Daniel) y Diego (Pérez Henao) ‘Rastrojo’”, respondió Reverol Torres, quien juró que seguiría combatiendo este flagelo “hasta que me muera”.