Kenneth Manzanares, un hombre de 39 años de Utah, había tomado un crucero junto a su esposa, Kristy Manzanares, que iba a llevarlos por las aguas de Alaska el pasado domingo. Este martes en la noche, los miembros de seguridad del barco lo encontraron en su cabina junto al cuerpo de Kristy cubierto de sangre.
Un hombre mata a su esposa en un crucero porque "ella no dejaba de reírse de mí"
Kenneth Manzanares, quien fue encontrado con la ropa y las manos ensangrentadas y tratando de llevar el cuerpo hacia el balcón de la cabina, realizó la confesión a unos testigos, según documentos del FBI.

Según los documentos judiciales publicados este jueves, Kenneth reconoció, a unos testigos, que la había matado porque "ella no debaja de reírse de mí".
El hombre fue encontrado en su habitación del barco con su ropa y sus manos ensangrentadas, según la querella del agente especial del FBI Michael L. Watson.
La pareja, según indicó CBS News tras hablar con testigos, aparentemente viajaban con un grupo de personas, incluidos sus hijos.
El personal de seguridad y médico del barco respondieron a un altercado en la cabina D726 hacia las 9:20 pm hora local. La víctima fue encontrada en el suelo, con una herida grave en la cabeza, según los documentos del FBI. "La sangre estaba por toda la habitación en diferentes superficies", indica la querella.
Al ver la situación, un oficial de seguridad esposó al hombre y lo metió en una cabina adyacente. Sin embargo, antes de que llegaran las autoridades, varios testigos entraron en la habitación y uno de ellos le preguntó a Kenneth qué había ocurrido, momento en el que afirmó que la mató porque "ella no dejaba de reírse de él".
El testigo declaró que, tras esta declaración, el hombre agarró el cuerpo de su esposa y lo arrastró hacia el balcón de su cabina. Las personas que estaban presenciando la escena reaccionaron y tomaron a la víctima por los tobillos para volver a introducirla en la estancia, según su declaración recogida en los documentos.
Una vez que el esposo ya había sido detenido, de manera "espontánea", afirmó: "Mi vida está acabada".
El Princess Cruises, que transportaba cerca de 3,400 pasajeros y 1,100 miembros de la tripulación, había salido el pasado domingo de Seattle, Washington. Durante una semana debía realizar un viaje hacia Alaska. El martes, hacia las 3:00 de la tarde había salido de Ketchikan, pero la muerte de Kristy Manzanares obligó que desviara su ruta hasta la capital del estado.
Los pasajeros tuvieron que permanecer en el barco durante el miércoles, mientras el FBI completaba su investigación. Finalmente, la nave zarpó en la noche hacia Skagway, en el sureste de Alaska.

















