LOS ÁNGELES, California.- Un anciano con graves problemas de salud se suicidó el domingo dentro de su celda en un centro de detención para inmigrantes en California. Sus abogados pidieron varias veces que lo liberaran temiendo que su salud empeorara debido al brote del coronavirus en ese penal, pero cada una de las solicitudes fue rechazada, según un informe de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU).
Se suicida un inmigrante de 74 años con problemas de salud que pidió ser liberado de un centro de ICE por el coronavirus
El inmigrante se estranguló este fin de semana en su celda en una cárcel del Servicio de Inmigración y Aduanas en el valle central de California. Tenía varias enfermedades. Desde marzo, sus abogados enviaron varias cartas pidiendo que lo liberaran por su frágil salud y el brote del covid-19 en dicho penal.
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Choung Woong Ahn, un inmigrante surcoreano de 74 años, fue encontrado desmayado la noche del domingo en el interior de su celda en la cárcel Mesa Verde, en la ciudad de Bakersfield, en el valle central de California. Fue declarado muerto a las 9:54 pm. El caso sigue bajo investigación.
“Los esfuerzos del personal de la instalación y de emergencias para revivirlo no tuvieron éxito. La causa preliminar de la muerte parece ser el estrangulamiento autoinfligido”, dijo el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) en un comunicado.
La dependencia no menciona las enfermedades que tenía este inmigrante, solo indica que sus centros ofrecen los servicios médicos necesarios a cada uno de los detenidos y señala que las muertes en sus cárceles son “extremadamente raras”.
“ICE está firmemente comprometido con la salud y el bienestar de todos los que están bajo su custodia y está llevando a cabo una revisión exhaustiva de este incidente”, aseguró la agencia.
Ahn tenía diabetes, hipertensión, problemas respiratorios crónicos y varios padecimientos relacionados con el corazón, de acuerdo con ACLU. El 21 de febrero llegó a la cárcel de Mesa Verde por un proceso de deportación pendiente y desde marzo un grupo de abogados “hizo un llamamiento urgente” para que lo liberaran de inmediato debido a su vulnerabilidad ante la pandemia. Todo fue en vano.
"El riesgo de contraer COVID-19 en entornos de congregación es muy alto", escribió Jordan Wells, abogado de ACLU en el Sur de California, en una carta que hace un mes le envió a ICE. “A pesar de un consenso abrumador de expertos en salud pública (...) ustedes han fallado en liberar a personas como un hombre de 74 años con problemas respiratorios crónicos”, agrega la misiva refiriéndose a Ahn.
ICE ignoró cada una de las solicitudes enviadas por ACLU y otras organizaciones legales, aunque sí sacó de Mesa Verde a otros detenidos.
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“Esta tragedia era prevenible”
"Estamos enfadados. Él no merecía ser tratado de esta manera. Es un ser humano, pero para ellos es solo un número. Hay otras personas en la misma situación. No debería volver a suceder”, expresó la hermana del asiático fallecido, Young Ahn, en un comunicado de ACLU.
Esta muerte fue notificada al consulado de Corea del Sur y está siendo investigada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y la Oficina de Responsabilidad Profesional (OPR) de ICE.
Ahn estaba legalmente en Estados Unidos. En 1988 obtuvo la residencia permanente, pero se metió en serios líos judiciales que lo pusieron en un proceso de deportación. En julio de 2013, un juez de la Corte Superior del condado Alameda lo condenó a 10 años de prisión por intento de asesinato. Al salir de la prisión estatal de Solano, en Vacaville, las autoridades lo llevaron a Mesa Verde.
Un tribunal federal denegó su solicitud de pagar una fianza el 13 de mayo. En el momento de su muerte, este surcoreano estaba en espera de su deportación, informó ICE.
Quienes lo defendieron legalmente creen que Ahn merecía otra oportunidad y no debía estar en las celdas de Mesa Verde. “Estamos devastados y enojados por la muerte del señor Ahn. Sabían que era médicamente vulnerable. Sabían que tenía antecedentes de enfermedad mental. Su vida estaba en sus manos. Su muerte no puede ser en vano", dijo Priya Patel, abogada del Centro Legal de la Raza.
Por su parte, Eunice Cho, abogada del proyecto de prisión nacional de la ACLU, lamentó: “esta tragedia no tenía sentido y era prevenible”.
Mesa Verde tiene capacidad para albergar a un máximo de 400 detenidos, 300 hombres y 100 mujeres. Desde su apertura en enero de 2015 ha recibido a más de 4,700 inmigrantes originarios de 77 países. En 2016, la Oficina de Supervisión de Detenciones (ODO) de ICE encontró deficiencias allí al revisar las áreas de atención médica, seguridad, alimentación y prevención de ataques sexuales, según un reporte que el Fiscal general de California publicó el año pasado.
Desde mayo de 2019, más de 15 inmigrantes bajo custodia de ICE han perdido la vida. Otro caso reciente es el del salvadoreño Carlos Ernesto Escobar, de 57 años. Él estaba recluido en el centro de Otay Mesa, muy cerca de la frontera entre California y México.
Si tienes pensamientos vinculados al suicidio o conoces a alguien que los tiene, hay líneas telefónicas en español e inglés de asistencia en la Línea de Prevención del Suicidio y de la Asociación Estadounidense de Prevención del Suicidio. El teléfono de ayuda es 1-800-273-8255, el servicio es gratuito, está disponible todo el tiempo y las llamadas son confidenciales.









