Madre en busca de asilo en EEUU asegura que un marino en Tijuana le apuntó con su rifle

Una madre hondureña que espera en Tijuana su turno para solicitar asilo en Estados Unidos denunció en un video que la semana pasada un marino mexicano irrumpió en el albergue donde se encuentra y que le apuntó a ella y a varias personas, incluyendo niños, advirtiéndoles que "si quería podía matarlos".

Pueblo Sin Fronteras, la organización que ha acompañado a la caravana migrante en la cual llegaron unos 6,000 centroamericanos a esa ciudad mexicana en noviembre, afirmó que denunció este hecho ocurrido el pasado 28 de febrero ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y otras instancias.

Según informaron en un comunicado, un vehículo de la Marina se acercó a su albergue ubicado en la colonia Mariano Matamoros en Tijuana alrededor de las 8:00 pm. Al ver que un hombre hondureño trató de huir de los militares entrando al refugio , un marino entró sin permiso al recinto y apuntó con su arma a los presentes.

La organización alega que el militar también apuntó a los hijos de Karen Martínez, la madre hondureña que habla en el video publicado este jueves. El uniformado revisó el lugar y al no encontrar nada ilegal se retiró, agregan.

"Estábamos terminando de comer cuando uno de los agentes (infante de marina) entró apuntando a todos los que estábamos en el albergue y, sin importarle que había niños ahí presentes, me apuntaron con el arma diciendo que podía matarnos ahí mismo si quería, que si a él se le daba la gana nos podía matar y no había ningún problema solo por ser centroamericanos", contó Martínez.

Martínez es madre soltera de tres hijos, con quienes viajó hasta Tijuana. Ella se presentó hace unos días ante funcionarios migratorios en la garita de San Ysidro y le pidieron que esperara su turno en México, en cumplimiento del acuerdo entre los gobiernos de ambos países.

Esta mujer afirmó en la grabación que viene huyendo de la inseguridad, del mal gobierno de su país. Por eso reclama que después de que el militar le apuntó con su rifle, le ha hecho pensar que México no sería un buen refugio para su familia. "No estamos más seguros que en Honduras, creo que estamos casi igual o peor", advirtió.

Sus hijos resultaron afectados emocionalmente, según su relato: "Los niños quedaron traumados, se siente feo que tu hijo en la noche diga: ‘mamá, yo no quiero que te mueras, no quiero que te maten’".

Hasta el momento, el gobierno mexicano no se ha pronunciado al respecto.

"Responsabilizamos al nuevo gobierno mexicano por criminalizar la ayuda humanitaria, la defensa de los derechos humanos y las mismas personas migrantes", señaló Pueblo Sin Fronteras.

Otros incidentes relacionados con la caravana migrante en Tijuana han sido denunciados por activistas. Los consideran parte de una estrategia para echarlos de esa ciudad: desde la detención de personas llevando alimentos a los centroamericanos, hasta los violentos encuentros con agentes de la Patrulla Fronteriza que lanzaron gases lacrimógenos para que los migrantes no brincaran la barda fronteriza.

"La realidad es que México sigue violando los derechos de las y los migrantes y sigue con una política represiva de contención y criminalización impuesta por Estados Unidos", reclamó la organización.