EEUU no ofrece detalles sobre cómo falleció el adolescente guatemalteco bajo custodia de ICE

La muerte del adolescente guatemalteco Juan de León Gutiérrez ha aumentado el escrutinio público de la capacidad del gobierno de Estados Unidos para atender de manera adecuada el caso de niños migrantes. El menor, que ingresó a los Estados Unidos por la zona de El Paso, fue detenido el 19 de abril por la Patrulla Fronteriza y transferido por agentes de ICE a un albergue de Brownsville, al sur de Texas.

Se trata del tercer caso que involucra la muerte de un menor que intenta cruzar la frontera en los últimos meses, ya que anteriormente el fallecimiento de niños de 7 y 8 años habían llevado a las autoridades fronterizas a modificar el protocolo de atención médica en el caso de migrantes enfermos.

Ocho días después de la muerte más reciente, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), por sus siglas en inglés, no ha aclarado la razón de por qué Juan de León fue llevado al hospital y dado de alta para regresar un día después. El día miércoles, Evelyn Stauffer, portavoz de HHS, se negó a proporcionar mayor información sobre el caso.

La última llamada de Juan a su madre

"La última vez que hablamos, me dijo que esperaba que Dios nos ayudara con sal o maíz, o quizás con frijoles. También me comentó que tenía un dolor de cabeza, hambre y que no había podido dormir”, dijo Tránsito Gutiérrez de León madre del joven fallecido.

Juan era originario de Camotán, uno de los lugares de más alta marginación en Guatemala, donde durante los últimos dos años ha habido una sequía prolongada.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala asegura que el adolescente ingresó a EEUU por una zona cercana a El Paso, Texas, el pasado 19 de abril. Luego se mudó a un refugio en Brownsville al día siguiente.

Un funcionario que no estaba autorizado a divulgar información sobre el caso dijo que Juan fue llevado a Casa Padre, una instalación operada por Southwest Key, organización sin fines de lucro que tiene capacidad para 1,400 personas.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos de EEUU divulgó la semana pasada un comunicado que mencionaba que el adolescente “se veía notablemente enfermo” durante la mañana del 21 de abril y que tenía síntomas como fiebre, escalofríos y dolor de cabeza.

Fue entonces cuando Juan fue llevado al departamento de emergencias de un hospital esa mañana y fue dado de alta. Al no mejorar la salud del adolescente, Juan de León fue conducido a otra sala de emergencias del hospital. Ese mismo día, fue trasladado al Hospital de Niños Driscoll en Corpus Christi, Texas, a unas 160 millas (poco más de de 250 kilómetros) de la ciudad de Brownsville.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala dijo que Juan se había sometido a una cirugía para "estabilizar la presión dentro del área de su cabeza"y que recibió "terapia intensiva con vigilancia las 24 horas". La doctora Katherine Ratzan Peeler, pediatra afiliada al grupo de defensa Médicos por los Derechos Humanos, solicitó al gobierno de Estados Unidos divulgar más información sobre cómo manejó del caso de Juan.

La salida del adolescente al principio de la sala de emergencias puede no haber sido un ‘error’ dependiendo de sus síntomas en el momento y qué tratamiento o pasos de seguimiento recibió, dijo Peeler. Pero “sin más información, sería imposible evaluar si sus cuidadores pasaron por alto las señales de advertencia”.

"Eso sucede incluso en los mejores hospitales para niños del país, donde enviamos a alguien a casa y regresan al día siguiente y tienen algo bastante malo donde no se podía decir la primera vez", dijo.

Por su parte el Dr. Mobeen Rathore, un pediatra con sede en Jacksonville, Florida, y portavoz de la Academia Americana de Pediatría, dijo que la muerte de Juan es una prueba más de que detener a niños inmigrantes es un riesgo para la salud en cualquier circunstancia.

"Si un niño estuviera en un hogar y no en un centro de detención con 1,400 niños ... se prestaría más atención a esto, ya sea por parte de un padre, un tutor o quien sea", dijo Rathore.

Tránsito Gutiérrez de León dijo que su hijo nunca había padecido una enfermedad más grave que una gripe o tos, sin embargo, el médico forense del Condado de Nueces en Corpus Christi, citando el informe del hospital infantil dijo que Juan padecía de una enfermedad rara conocida como tumor hinchado de Pott, según informó El Diario de El Paso.

El consulado de Guatemala en McAllen, Texas, está preparando para devolver el cuerpo de Juan a su casa. Un funcionario de la oficina aseguró que su gobierno cubriría todos los gastos funerarios.

Sin embargo, la madre de Juan dijo que a pesar de los esfuerzos, su familia no tiene dinero, ni siquiera para tomar el autobús para ir a la capital de Guatemala y recibir en sus brazos el cuerpo de su hijo.

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