"La pandemia no ha pasado": en los restaurantes de Houston se seguirá usando mascarilla pese a que Abbott haya reabierto Texas

Cuando este miércoles los restaurantes en Texas abran sus puertas, las protecciones contra el coronavirus irán por cuenta propia. Aunque logró vacunarse este mes, Héctor Torres agradece que en su trabajo su jefe ordenara que todo el personal —meseros, cocineros, bartenders— debe usar la mascarilla a lo interno a pesar de que el gobernador Greg Abbott levantara las medidas de mitigación del covid-19.

"No hemos bajado la guardia. Eso nos hace sentir más seguros como trabajadores en este ambiente", dice este mesero, quien tiene siete años ininterrumpidos trabajando en el restaurante mexicano Pico's, incluso en el último año, durante la pandemia, cuando otros de sus compañeros decidieron renunciar para resguardarse en casa. "No me siento del todo seguro. La pandemia no ha pasado, no se ha erradicado y no son muchas las personas que se han vacunado, en realidad".

El martes pasado, Texas se convirtió en el primer gran estado en suspender el uso obligatorio de mascarillas y las medidas para frenar la pandemia de covid-19: "Es tiempo de reabrir Texas al 100%", dijo Abbott con la cara descubierta, desde un restaurante de comida mexicana en Lubbock, uno de los condados que vivió un repunte de la enfermedad que superó la capacidad hospitalaria y de personal disponible. "Todos los negocios que quieran estar abiertos, tienen que estar abiertos".

Abbott ha sustentado su decisión en que el ritmo de contagios y de muertes sigue bajando, siendo el menor desde que inició la pandemia. Según el Departamento de Salud y Servicios Humanos del estado, este martes fueron confirmados 3,744 nuevos casos, una cifra sustantivamente menor que a inicios de febrero de 2021, cuando sumaban más de 19,000 al día. Sin embargo, hasta la semana pasada poco más del 8% de la población total del estado estaba completamente vacunada (2,463,005 personas de los casi 29 millones de habitantes del estado). La inmunización colectiva aún está lejos.

La medida generó críticas de líderes en el estado, como la jueza del condado Harris, Lina Hidalgo, que pidió a los tejanos seguir usando la mascarilla y evitar las reuniones. "En el mejor de los casos, es una ilusión creer que el covid es menos peligroso hoy que ayer", reclamó en su cuenta de la red social Twitter, en momentos en que el estado es el segundo en número de enfermos, con más de 2,700,000 casos, y el tercero por muertes, con más de 45,000 fallecidos.

El negocio en el que trabaja Héctor Torres tiene argumentos de sobra para mantener las medidas. Aunque no saben cómo pasó, uno de sus empleados, que padecía enfermedades preexistentes, se contagió de covid-19 y falleció. "No hay razón para cambiar nada (...) Ahorita no es razonable", reitera Arnoldo Richards, el dueño de este local con 37 años operando en la ciudad de Houston. "Cambiar algo sería una sentencia de muerte", agrega al explicar que concuerda con el gobernador en que la recuperación de la economía es necesaria.

Desde marzo de 2020 hasta ahora, en este restaurante las mascarillas se mantienen puestas, hay al menos seis estaciones de desinfectante de manos con alcohol y solo trabajan a 75% de la capacidad instalada.

"Creo que vamos a usar mascarilla el resto del año, hasta que vea que la gente se siente a gusto sin usar mascarilla. Muchas personas vienen a nuestro restaurante y no van a otro justo por las medidas que estamos tomando", señala Richards.

En la misma onda funcionará otro negocio de comida latina, Gloria's. Su gerente, Julio Osorio, asegura que nada va a cambiar en su operación: continuarán funcionando a 50% de capacidad, mantendrán el área de espera cerrada y la mascarilla será requerida. "No se puede exigir, pero sí se recomendará su uso. Seguiremos lo que dice el gobernador, pero mantendremos nuestras propias reglas".

"No podemos obligar a nadie"

Otro de los restaurantes mexicanos populares en Houston es Teotihuacán. A partir de este miércoles abrirán a pleno: si llegan 170 personas, todas serán recibidas. Lo harán, dice su gerente Alberto Duque, "tratando de sentar a la gente lo más separada que se pueda" porque tienen espacio suficiente.

A pesar de eso, Duque dice que las medidas que han venido implementado desde el inicio de la pandemia, en marzo de 2020, se mantendrán, igual que en Pico's. Eso sí, la mascarilla, por ejemplo, solo será obligatoria para el personal.

"Esto es algo casi personal, es cuestión de cada persona. Cuando el gobernador dijo que no es obligatorio, no podemos obligar a nadie a ponerse la mascarilla. Cada quien es responsable de decidir si sí o si no la usa", explica Duque.

En Teotihuacán, después de un año de pandemia, cuenta este gerente, han aprendido a lidiar con los opositores al uso de la mascarilla. "Dicen que es tonto traer mascarilla si van a comer". Entonces se la han exigido a la clientela para desplazarse por el restaurante. "Pero hay gente a la que le decimos que deben tener mascarilla y entran a la fuerza, como si no entendieran. Simplemente dejamos que pase", asegura resignado. "Y hay clientes que se preocupan".

Pico's también ha sufrido consecuenciascuando replicaron al anuncio de Abbott con un post en sus redes sociales informando que mantendrían puestas las mascarillas. A través de Twitter e Instagram hay personas que los han amenazado con mandar a inmigración a revisar los papeles de su personal. "Me pareció racista, porque somos mexicanos", lamenta Richards. Sin embargo, dice, los detractores de la decisión son menos que los que la agradecen. Para Arnoldo Richards, haber perdido a uno de sus empleados por el covid-19 fue "extremadamente fuerte". Por eso y para proteger a sus empleados asegura que nada le hará cambiar de decisión.

Ve también: