Investigadores federales revelaron en su informe final la que consideran es la explicación a que un avión de United Airlines descendiera súbitamente 1,400 pies hasta quedar a 748 pies de la superficie del océano poco después de despegar de Hawaii en diciembre.
Revelan qué causó el súbito descenso de un avión de United que estuvo cerca de causar una tragedia
Un informe presentado el jueves por la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte qué llevó a que un Boeing 777 de United Airlines que despegó en diciembre de 2022 del aeropuerto de Kahului se fuera por un momento en picada hasta quedar a 748 pies del mar.

La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, en inglés) dijo en un informe final presentado el jueves que la tripulación no logró controlar la trayectoria vertical, la velocidad aerodinámica y la dirección del morro del avión —parte delantera del fuselaje— después de un malentendido entre el capitán y el copiloto.
La tragedia estuvo cerca por un problema de comunicación entre los pilotos.
Después de un despegue normal durante una fuerte lluvia en el aeropuerto de Kahului en la isla de Maui, el capitán le pidió al copiloto que reiniciara los flaps —las aletas que modifican la forma aerodinámica del ala—, pero el copiloto escuchó "15" en lugar de "cinco", según a la NTSB.
Pronto los pilotos se dieron cuenta de que el avión estaba inclinado hacia abajo y acelerando.

El capitán se dio cuenta del problema
"En este momento supe que el capitán estaba teniendo dificultades con el control de la velocidad del aire... No podía estar seguro de a qué se enfrentaba el capitán", dijo más tarde el copiloto o primer oficial a los investigadores.
El avión siguió cayendo y el copiloto vio a través del parabrisas que estaban atravesando la capa de nubes.
“Al instante reconocí la gravedad de nuestra situación”, afirmó. "Anuncié, 'tira hacia arriba, tira hacia arriba, tira hacia arriba' muchas veces'". El sistema de advertencia de proximidad al suelo del avión también hizo sonar una alarma.
Desde más de 2,200 pies, el Boeing 777 cayó unos 1,400 hacia el océano Pacífico antes de que los pilotos, que no fueron nombrados en el informe presentado el jueves, pudieran recuperarse.
El capitán dijo que decidió continuar hacia San Francisco después de que la tripulación confirmara todo el mundo estaba bien y que no había daños aparentes en el avión. El resto del viaje fue rutinario.
A bordo había 271 pasajeros y 10 tripulantes. El capitán de 55 años tenía casi 20,000 horas de experiencia de vuelo, una cantidad considerable. El copiloto disponía de 5,300 horas de vuelo.
La seguridad, lo más importante: United
“No hay nada más importante que la seguridad de nuestra tripulación y clientes, por lo que estamos aprovechando las lecciones aprendidas de este vuelo para informar la capacitación de todos los pilotos de United”, dijo el portavoz de la compañía, Joshua Freed, a la agencia AP.
“Nuestros pilotos informaron voluntariamente este evento y United cooperó plenamente con la investigación independiente” para mejorar la seguridad de toda la industria.
La Administración Federal de Aviación (FAA), que regula las aerolíneas, afirmó a principios de este año que los pilotos de United informaron el incidente bajo un programa voluntario de informes de seguridad. La FAA dijo que revisó el incidente “y tomó las medidas apropiadas”.
El hecho atrajo poca atención hasta que una publicación de aviación, The Air Current, informó sobre su análisis de los datos recopilados del avión.
La NTSB no se enteró del incidente durante dos meses, momento en el que se había registrado la información de las llamadas cajas negras. Fue en febrero de este año cuando se dio a conocer públicamente
El vuelo de United tuvo lugar el mismo día en que 36 personas resultaron heridas, 11 de ellas de gravedad, cuando un vuelo de Hawaiian Airlines procedente de Phoenix sufrió fuertes turbulencias cuando se acercaba a Honolulu. El Servicio Meteorológico Nacional había emitido un aviso de tormentas eléctricas y aire inestable en el área.
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