El domingo 2 de agosto, Brittney Gilliam salió de su casa en Denver, Colorado, con su hija de 6 años, su hermana de 12 y sus dos sobrinas de 14 y 17 años respectivamente. La mujer y las 4 menores se dirigían a un salón de belleza local donde pasarían la mañana arreglándose las uñas, pero en cuestión de segundos sus planes cambiaron drásticamente.
Esposadas y tiradas al piso: una mujer y 4 menores son sacadas de su auto en un incidente calificado como exceso policial
Los agentes de la Policía de Aurora, en Colorado, buscaban un auto robado y la confusión sobre la identificación del vehículo y procedimientos estrictos en caso de robo llevó a los oficiales a apuntar sus armas contra las niñas. La familia afroestadounidense afectada catalogó el incidente como "brutalidad policial".

Al llegar al salón de belleza, una de sus sobrinas se bajó del auto para verificar que el local comercial estuviera abierto, pero en ese momento una patrulla de policía se detuvo detrás de su vehículo y los uniformados sacaron sus armas y les gritaron que salieran del auto.
Gilliam y las menores hicieron caso a las indicaciones. Luego les ordenaron que se acostaran boca abajo en el piso y en ese momento Gilliam, su sobrina mayor y su hermana fueron esposadas.
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Los agentes, pertenecientes al Departamento de Policía de Aurora, le dijeron a Gilliam que el vehículo donde se desplazaba había sido denunciado como robado. Ella les explicó que su auto sí había sido robado en febrero, pero que ese incidente había sido resuelto, además se ofreció a mostrarles el registro del carro y el seguro, para constatar que estaba a su nombre.
"Si quisieras ponerme las esposas en ese momento, habría aceptado con gusto porque tenían un trabajo por hacer y lo hicieron bajo el protocolo correcto, pero apuntaron con un arma a cuatro niñas y luego procedieron a esposarlas", dijo Gilliam en una declaración a la cadena CNN.
La versión de las autoridades
De acuerdo a la Policía de Aurora, los oficiales fueron alertados de un posible vehículo robado justo antes de las 11 de la mañana del domingo. Detuvieron un vehículo que coincidía con la matrícula y la descripción del auto que buscaban y detuvieron a las personas que lo ocupaban.
Después de detener el vehículo, los agentes se dieron cuenta de que el automóvil que conducía Gilliam no había sido robado, sino que había sido confundido con otro vehículo con la misma información de la placa, pero de un estado diferente, dijo la policía en el comunicado.
" La confusión puede deberse, en parte, al hecho de que el auto detenido fue reportado como robado a principios de año", dijo el comunicado. "Después de darse cuenta del error, los oficiales inmediatamente quitaron las esposas a todos los involucrados, explicaron lo que sucedió y se disculparon".
Según Vanessa Wilson, jefa interina de la Policía de Aurora, sacar armas está dentro de la política del departamento cuando la policía cree que un automóvil ha sido robado.
"Hemos estado entrenando a nuestros oficiales para que cuando identifiquen un auto posiblemente robado deben hacer lo que se llama una parada de alto riesgo. Esto implica sacar sus armas y ordenar a todos los ocupantes que salgan del automóvil y se tiren al suelo. Pero los oficiales deben tener discreción y cambiar este procedimiento cuando se presenten diferentes escenarios ", dijo Wilson, añadiendo que ya ordenó el estudio de nuevas prácticas y capacitación a los agentes.
"He llamado a la familia de Gilliam para disculparnos y ofrecer cualquier ayuda que podamos brindar, especialmente a los niños que pueden haber estado traumatizados por los eventos", dijo Wilson.
"Me puse en contacto con nuestros defensores de víctimas para que podamos ofrecer una terapia apropiada".
Statement regarding yesterday's car stop at Iliff and Buckley. pic.twitter.com/rNIJhRjUOu
— Chief Vanessa Wilson (@APDChiefWilson) August 4, 2020
Pero Gilliam dijo que la confusión no justificaba forzar a las niñas a que se tiraran al piso, ni esposar a dos de ellas.
" Lo que sucedió es brutalidad policial. No hay excusa por la forma en que manejaron la situación, se hubiera podido hacer diferente, incluso podrían haberles dicho: Apártate a un lado, déjame hacerle algunas preguntas a tu madre o tu tía para que podamos aclarar esto", dijo Gilliam al canal local KUSA.
Antecedentes de la policía de Aurora
Este no es el único caso en que la policía de Aurora, Colorado, se ve incolucrada en un caso que muchos consideran puede tener visos de discriminación racial.
El 24 de agosto del 2019, tres oficiales blancos del Departamento de Policía de Aurora, detuvieron al afroestadounidense Elijah McClain de 23 años cuando caminaba a su casa.
Los oficiales dijeron que McClain actuaba de forma sospechosa. El video muestra que los oficiales lo lanzaron al piso, presionándolo en el cuello, lo que causó el desmayo del joven. Posteriormente los paramédicos le inyectaron un sedante que le causó un ataque cardíaco mientras estaba en una ambulancia y fue declarado con muerte cerebral tres días después, dijo el fiscal de distrito en un informe.
Los tres oficiales involucrados fueron despedidos. Por su parte, el Departamento de Salud de Colorado ha lanzado una investigación sobre el uso de ketamina, el sedante que fue inyectado a McClain por parte de los paramédicos.
En julio del 2020, Wilson despidió a dos oficiales que, según ella, habían tomado fotografías de selfies en el sitio conmemorativo de McClain en octubre, así como a un tercer oficial que, según dijo, no alertó a los supervisores sobre las fotos. Un cuarto oficial renunció antes de una audiencia predisciplinaria.
Wilson dijo que una de las fotos muestra a los oficiales sonriendo mientras parecen recrear la forma en que McClain fue detenido.















