La estrategia de la campaña de Biden de contrastar al líder "experimentado" contra el "errático" Trump

Aunque todavía hay incertidumbre sobre los resultados de las elecciones primarias demócratas, la campaña de Joe Biden ya está comenzando a pensar en noviembre, convencida de que la batalla con Bernie Sanders ya ha terminado prácticamente y que su candidato está especialmente preparado para el camino que le queda por delante.

Pero, esa es la única certeza que hay.

"Creo que estamos avanzando rápidamente hacia una estrategia de campaña electoral general", dijo Felice Gorordo, un cubanoestadounidense de Miami que trabajó en la Casa Blanca durante la presidencia de Barack Obama. "Hemos hecho un excelente trabajo resaltando las diferencias entre Joe Biden y Bernie Sanders y ahora tenemos que hacer lo mismo con Trump", añadió Gorordo, quien es miembro voluntario del Comité Nacional de Finanzas de Biden.

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Al igual que los demás, Gorordo admitió rápidamente que los próximos seis meses de campaña electoral estaban rodeados de incertidumbre debido al brote de coronavirus. "Estamos en territorio desconocido", dijo.

A los demócratas les gusta describir al presidente Donald Trump como una 'amenaza existencial' para la nación. Pero el coronavirus ha duplicado esa ecuación, añadiéndole una nueva amenaza existencial para la economía global y la salud de todo el planeta.

El encuestador Fernand Amandi, que trabaja con los demócratas, estima que la crisis de la covid-19 ha creado un grado de incertidumbre política que es difícil de comprender.

"No hay manuales"

"Para ser honesto, no tengo idea", le dijo Amandi a Univision Noticias cuando se le pidió su pronóstico. "Estamos presenciando un acontecimiento tan inaudito en la era moderna que todo tipo de opiniones expertas y pronósticos se vuelven redundantes y, francamente, prácticamente irrelevantes", dijo.

"Para esto no hay manuales de estrategias ni antiguos ni modernos, sencillamente no los hay. Esta es la política de la improvisación", añadió y afirmó que lo único cierto es que la campaña de Sanders ha terminado.

Sanders necesitaría un 63% de los delegados restantes para obtener una mayoría, lo que equivale aproximadamente a ganar las contiendas restantes por unos 25 puntos, según Nate Silver, fundador de la compañía de análisis estadístico FiveThirtyEight.

Y el sitio de proecciones políticas FiveThirtyEight proyecta que Sanders no ganará siquiera una sola de las contiendas restantes.

"Estas elecciones primarias no se acercan siquiera a las elecciones primarias demócratas de 2008 y 2016", señaló la campaña de Biden en una declaración que destacó que ni Hillary Clinton en 2016 ni Barack Obama en 2008 tuvieron ventajas similares hasta mucho más avanzadas las campañas.

" En un mundo sensato y razonable, estas elecciones ya habrían terminado", dijo Amandi. "Pero este no ha sido un mundo ni sensato ni razonable durante mucho tiempo. El coronavirus simplemente le añade otra pizca de locura a lo que ya era una mezcla política tóxica en Estados Unidos", añadió.

En campaña virtual

Todas las campañas, demócratas y republicanas, han suspendido las actividades proselitistas planeadas y las recaudaciones de fondos en persona, lo cual las obliga a volverse más virtuales y digitales. Podemos esperar que las campañas nos contacten mediante literatura impresa a nuestros buzones, así como anuncios de televisión y llamadas telefónicas.

Los demócratas señalan que Biden tiene una excepcional ventaja sobre los candidatos anteriores, pues es muy conocido después de una larga carrera en el senado estadounidense y por haber sido vicepresidente durante los ocho años de presidencia de Obama.

Biden sorprendió a los expertos este mes al vencer a Sanders fácilmente en estados donde los demás candidatos demócratas contaban con muchísima más financiación, incluso en sitios donde su campaña no tenía oficinas físicas ni dinero para publicar anuncios.

Por un lado, a los demócratas no les molesta ver que Trump se ha visto obligado a cancelar mítines, los cuales se han convertido en su herramienta de campaña favorita. Por otro lado, el coronavirus le ha dado al presidente una mayor exposición diaria a través de conferencias de prensa desde la Casa Blanca — las cuales eran una rareza previamente — para informarle a la nación sobre la crisis.

El miércoles, Trump se declaró líder en tiempos de guerra, haciéndoles un llamado a los estadounidenses para que apoyaran su liderazgo. "Venceremos juntos", dijo. Trump también tiene un aliado en el gobernador republicano del estado, Ron DeSantis, quien goza de altos ratings de aprobación pública.

"En seis meses, el coronavirus podría ser un incidente pasajero y Trump lograría una victoria histórica. ¿Quién sabe?", dijo Amandi.

Pero es más probable que el coronavirus mejore sus posibilidades contra Trump en Florida, un estado clave que votó por el magnate de los bienes raíces en 2016, dicen los partidarios de Biden.

Déjà vu

de la recesión

" Biden ya ha pasado por esto. Es un líder probado y experimentado. Tiene la capacidad de tranquilizar e infundir una sensación de alivio en las personas en tiempos de crisis", dijo Gorordo, y señaló que las polémicas medidas tardías de Trump y los mensajes contradictorios de su administración durante la actual crisis no lograron tranquilizar el mercado de valores.

Ese contraste "es algo que la campaña les dejará claro a los votantes", añadió Gorordo, quien señaló una extraña similitud de déjà vu con la crisis de 2008. "Aquí estamos, 12 años después. Es irónico", dijo.

Algunos demócratas se preguntan cómo le iría a Biden en un debate televisado con Trump, quien disfruta estar frente a las cámaras. Se sabe que Biden se enreda con las palabras — ha luchado con la tartamudez desde su infancia — y tuvo dificultades en los debates para las elecciones primarias hasta el domingo pasado cuando resistió los embates de Sanders.

"Esos momentos de 'te atrapé' de 60 segundos no favorecen a nadie", dijo Gorordo. Aunque su mejor formato es la asamblea pública, a los demócratas también les gusta señalar el exitoso debate de Biden en 2012 con el candidato republicano a la vicepresidencia Paul Ryan, quien se convirtió en presidente de la Cámara de Representantes.

Divisiones

Luego está la cuestión, igualmente importante, de ganarse a los partidarios de Sanders para unificar el partido en torno a Biden.

En 2016, el partido sufrió una drástica división cuando algunos partidarios de Sanders se negaron a apoyar a Clinton, y algunos votaron por una tercera candidata del Partido Verde, Jill Stein, mientras que otros cruzaron las líneas del partido y votaron por Trump.

Los partidarios de Biden dicen que las cosas son diferentes este año. " Hay más afinidad entre Biden y Bernie. Tienen una buena relación", dijo Gorordo. En sus declaraciones públicas, Biden y Sanders han sido corteses y han hablado de su amistad en el senado estadounidense. "Él (Biden) ya está intentando unificar la base de apoyo. Ése será nuestro mayor desafío", reconoció Gorordo.

En las primarias del 17 de marzo Biden ganó Florida por 39 puntos y venció a Sanders en todos los condados. También tuvo un buen desempeño entre los votantes latinos y progresistas que se han sentido atraídos por Sanders en otros estados, según las encuestas de salida. También ganó Arizona e Illinois, los otros dos estados que se disputaron aquel día.

"Bernie debe continuar"

Pero muchos partidarios de Sanders no están listos para abandonar la lucha e insisten en que él representa un movimiento social por el cambio, no sólo una campaña electoral.

"Bernie DEBE continuar", dijo Allan 'AJ' Nichols, un "capitán" de la campaña de Sanders en el sur de Florida. Su experiencia y planes detallados para lidiar con el coronavirus eran necesarios, dijo. "Hay más razones para que siga en la contienda, pero NUESTRA supervivencia es la razón Nº1", escribió en un mensaje de texto.

Algunos analistas dicen que los partidarios de Sanders ahora deben hacerse una pregunta difícil: hasta dónde están dispuestos a llegar si sus acciones implicaran darle a Trump otros cuatro años en el cargo.

"La campaña de Sanders está en modo ‘zombie’ en este momento", dijo Manuel Pastor, profesor de sociología de la Universidad del Sur de California (USC). "Algunos jóvenes están bastante distanciados de la política. Ven a Sanders como una salida. Tendrán que hacer cálculos sobre si pueden impulsar los objetivos de su movimiento mediante la elección de Biden", añadió.

Pastor y otros creen que Biden puede permitirse mover su plataforma hacia la izquierda para acomodar a los partidarios de Sanders sin alienar a los demócratas moderados. "Es difícil calificar a Biden de izquierdista radical. Míralo. ¿Acaso el 'Tío Joe' te va a llevar al socialismo? No lo creo", dijo Pastor.

Otros no están tan seguros y les preocupa que Trump intente usar el tema del socialismo todo lo que pueda durante la campaña.

"Independientemente de quién los demócratas nominen, los republicanos gastarán mil millones de dólares en catalogarlo de socialista", dijo David Jolly, excongresista republicano por San Petersburgo en la costa oeste de Florida, quien desde entonces abandonó el partido y es un crítico declarado de Trump.

"Intentarán mostrar a Biden como el líder del partido del socialismo", dijo, y señaló el gran apoyo que obtuvo Trump entre los votantes cubanoamericanos de Miami en 2016.

Aun así, Trump está en problemas en Florida, según Jolly, y señaló que históricamente es un estado pendular que votó dos veces por Obama.

" Hay muchos republicanos que están buscando un demócrata por quién votar", dijo.

Salud: económica y física

Al final, dado que la crisis del coronavirus probablemente dure algún tiempo, el resultado de las elecciones de noviembre podría depender de la salud del país, su gente, su economía y los candidatos.

Biden, Sanders y Trump son todos septuagenarios y con alto riesgo de infección.

"Está en excelente forma", dijo Gorordo, quien recordó haber pasado un largo día, que comenzó a las cinco de la mañana, con Biden en Washington DC.

"Me sorprende su resistencia. No terminó hasta las once de la noche. Luego se subió a un tren para irse a su casa en Delaware", dijo.