NUEVA YORK. El boricua Fernando Tirado es uno de los escasos votantes republicanos del Bronx, donde los candidatos demócratas son tan populares como los New York Yankees.
Conoce a los "supervotantes" latinos de Nueva York
El voto de los pocos republicanos del distrito 15 del Bronx, el más latino de todos, tendrá más valor que en cualquier otro lugar del estado en la primaria de este martes.


En las presidenciales de 2012, Barack Obama ganó con la mayor diferencia de votos de todo el país (96.7% de votos) en el distrito congresional número 15, que engloba a buena parte del Bronx, incluyendo la zona sur y oeste.
Son tan pocos aquí los republicanos que en la primaria de ese partido en 2012, solo votaron 285 personas. (en este documento oficial con la cifra, el distrito aparece con su antiguo número, el 16).
Pero a pesar de tratarse casi de una especie en peligro, Tirado y el resto de votantes republicanos del distrito 15 pueden sentirse privilegiados. Serán los más poderosos de la primaria republicana que se celebra este martes en Nueva York.
Debido a las reglas que diseñó el Partido Republicano de Nueva York los votos en este distrito serán los que más valgan de los 27 que hay en el estado.
Esto se explica porque en cada distrito se reparten tres delegados entre los candidatos más votados y al ser el número 15 el que menos republicanos registrados tiene (15,767), un votante aquí tiene mucha más capacidad de influir en el resultado de la elección que alguien que viva en el número 27 (185,078 votantes), el más republicano de todos.
(Nueva York reparte 95 delegados; los asignados a los 27 distritos suman 81, otros 14 son repartidos de acuerdo con los resultados en todo el estado).
Esta disparidad del valor de un voto es algo corriente en otros estados , aunque no de forma tan pronunciada como en el Bronx.
Mayor número de latinos
En el Bronx, muchos de estos votantes afortunados son latinos. El distrito 15 es el que tiene el mayor número de latinos registrados para votar de todo el estado.
Muchos ni siquiera son conscientes de que tienen ese poder.
"Yo no me enteré hasta hace unas semanas cuando me lo dijeron en una reunión del partido", dice Tirado, que fue candidato a la asamblea estatal en 2014.
Tirado dice que es difícil que los votantes menos involucrados con el partido sepan de su poder en esta elección porque a veces revelar las simpatías por los republicanos en el Bronx es un tema tabú.
"Hay un legítimo miedo a que piensen mal de ti. Te asocian rápidamente con (Donald) Trump", dice Tirado, que votará por John Kasich, el gobernador de Ohio.

"Es duro ser un votante republicano aquí", confiesa Sheila Davila. "Hay un estereotipo perjudicial sobre nosotros. Es injusto que crean que los republicanos no piensan en los pobres".
Casi un 30% de los 1.4 millones de residentes del Bronx viven en la línea de pobreza o por debajo.
Lo que sí saben muchos aquí es que esta primaria republicana será la más importante de la historia. Lo habitual es que el voto neoyorquino no tenga ningún valor dado lo retrasado en el calendario de esta primaria, la nominación ya se haya decidido cuando llega la hora del estado.
Campaña barata
Dado lo económico que pueden resultar los delegados del Bronx, no es sorprendente que los tres candidatos republicanos hayan tratado de ganarse la simpatía de estos votantes.
Ted Cruz visitó la semana pasada el restaurante chino-dominicano Sabrosura 2, en una de las pocas veces que hemos visto al senador entre latinos en esta campaña. Dos latinos fueron expulsados por la policía después de protestar por la severa postura de inmigración del candidato.

Kasich hizo una parada para comer en el restaurante italiano Mike's Deli.
Trump por su parte no se acercó al Bronx, pero sí recibió este lunes la visita en su Trump Tower de la Quinta Avenida de dos líderes del partido en el Bronx, Fred Brown y Mike Rondino. Un total de 19 de los 22 miembros del comité del Bronx han apoyado a Trump.

Para algunos de los simpatizantes de Trump en Bronx, su ausencia en el barrio ha sido algo decepcionante.
Aunque apenado por ello, Antonio Meléndez no tiene reproches para el candidato.
"Hubiera sido bueno ver a Trump por aquí porque la gente del Bronx ama este barrio y les gusta que vengan a verles", dice Meléndez, un técnico electrónico de 61 años.
Meléndez, nacido en el Bronx de padres puertorriqueños, dice que las cosas que ha dicho el empresario sobre los latinos han sido sacadas fuera de contexto. "Me gusta Trump porque no aguanta p'atrás lo que hay que decir", explica.9
Agrega que tratará de llevar a las urnas este martes a todos sus amigos y familiares que simpatizan con Trump.
Cuando se le pregunta cómo se siente ser supervotante responde: "Me gustaría tener aún más poder".
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