Lo más que añoraba Tony Valdovinos era convertirse en infante de marina.
La próxima batalla migratoria en el Congreso: ¿deben los dreamers estar en las Fuerzas Armadas?
El representante Paul Gosar propone quitarle la autorización al secretario de Defensa de alistar en la milicia a inmigrantes beneficiarios del programa DACA.


Fue a alistarse cuando cumplió los 18 años. Estaba en la mejor condición física de su vida, y había decidido que los infantes de marina le inculcarían un sentido de honor, valentía y compromiso.
"Yo quería alistarme y era todo lo que quería", dice.
Valdovinos nació en Colima, México, y llegó a Estados Unidos a los dos años. El Cuerpo de Infantes de Marina lo rechazó por no ser un residente legal. "Fue el rechazo más fuerte, saber que calificaba pero que había nacido en un lugar equivocado, y no podía unirme y servir", lamentó Valdovinos en entrevista telefónica.
Hace cuatro años, el presidente Barack Obama anunció desde el jardín de la Casa Blanca el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), una acción ejecutiva que cambiaría la vida de cientos de miles de jóvenes inmigrantes como Valdovinos.
La acción de Obama permitiría a los dreamers quedarse en el país y trabajar legalmente con permisos temporales, pero dejó varias preguntas sin resolver: ¿Puede un dreamer convertirse en abogado? ¿Puede obtener una licencia profesional para ejercer la medicina? ¿Puede manejar un auto?
Muchas de estas decisiones se toman a nivel estatal, pero la batalla que actualmente se desarrolla en el Congreso decidiría una de estas incógnitas para todo el país: ¿puede un dreamer ser parte de las Fuerzas Armadas?
El representante republicano Paul Gosar propuso este mes quitarle la autorización al secretario de Defensa de alistar en la milicia a ciertos beneficiarios del programa de DACA si considera que ello ayudaría a la seguridad nacional.
Gosar anunció su propuesta la semana pasada, como enmienda a la ley que anualmente determina el presupuesto del Departamento de Defensa.
¿Llegó el momento?
"Es tiempo de que dejemos de jugar a la política con la ley de autorización de defensa, y aseguremos que una provisión que debería promover la preparación de nuestra milicia no sea raptada para darle amnistía por la puerta trasera a 'aliens' de DACA", dijo el congresista de Arizona al anunciar la enmienda.
La batalla por mantener a los dreamers fuera de la milicia afectaría personalmente a Valdovinos, quien no pierde la esperanza de alistarse en las Fuerzas Armadas. “Yo cumplo 26 años el mes que viene, y la edad máxima para unirse a los Marines es 28", afirmó.
La acción ejecutiva de Obama no cambió la política sobre quién puede alistarse en la milicia, algo que actualmente solo pueden hacer ciudadanos y residentes permanentes. Sin embargo, un memorando de 2008, conocido como MAVNI y firmado cuando George W. Bush aún era presidente, permite a los líderes de la milicia alistar a un máximo de 5,200 inmigrantes cuyas habilidades sean consideradas vitales al interés nacional, y los dreamers figuran en las categorías de personas elegibles a este programa en 2016.

Para el congresista Gosar, mantener a los dreamers fuera de las fuerzas armadas evitaría "continuar reduciendo las oportunidades para ciudadanos estadounidenses que quieren servir en la milicia en un momento en que el Pentágono ha reducido dramáticamente el número total de nuestras tropas", según ha dicho en el pasado.
En su esfuerzo por eliminar ese lenguaje de la ley de defensa para 2017, el republicano cuenta con el apoyo de varios compañeros en la Cámara de Representantes. Sin embargo, ahora deberá enfrentarse a un grupo de legisladores hispanos que denunciaron su enmienda en una carta abierta publicada este martes.
"Los dreamers que están comprometidos a hacer el más alto sacrificio por esta nación, por el hogar que aman, deberían ser celebrados, no rechazados", dijo el representante de Texas Joaquín Castro, uno de 13 legisladores el Caucus Congresional Hispano (CHC) que firmaron la carta.
Estos legisladores apoyan una enmienda presentada por el representante Tony Cárdenas, de California, que garantizaría la permanencia de la sección de la ley que permite a los dreamers ser elegibles al programa MAVNI.
"Necesitamos un cuerpo de fuerzas militares diverso, con hombres y mujeres dedicados que tengan distintas habilidades técnicas y de lenguaje", dijo la representante de California Linda Sánchez, líder del CHC. "La enmienda de Gosar elimina algo que ya es muy limitado en su alcance".
Uno de los congresistas que se unió a la defensa de los dreamers fue el demócrata Rubén Gallego, un hijo de inmigrantes hispanos que sirvió en el Cuerpo de Infantes de Marina de Estados Unidos y ahora representa a Arizona en Washington.
"Yo luché en Irak y sé que, en los campos de batalla, lo que importa es el carácter, el compromiso y las habilidades de quienes luchan contigo, no su estatus migratorio", escribió Gallego en el comunicado. "Me entusiasma poder tener un debate abierto y vigoroso sobre este tema importante en la Cámara esta semana".
Gallego intentó en 2015 permitir a los dreamers alistarse en la milicia, pero su enmienda fue derrotada en parte por un esfuerzo de Gosar, quien dijo entonces: "Me enfurece que nuestra milicia esté siendo usada como un peón por ciertos miembros del Congreso en un esfuerzo de adelantar la amnistía inconstitucional del presidente Obama".
Pero dreamers como Valdovinos aseguran que sus ansias por servir en la milicia no buscan quitarle oportunidades a nadie.
"Siempre me he sentido estadounidense", afirma el joven de 25 años, que actualmente trabaja para la campaña de la hispana Lucy Flores en Nevada. "Este país es donde yacen mis lealtades. No entiendo por qué me dicen 'No eres suficiente', cuando hay tantos ciudadanos que ni considerarían alistarse, que sienten que la milicia no es para ellos".
El dreamer mantiene viva la esperanza de servir: "Cuando tenga 60 años, quiero tener puesto el sombrerito de los Marines y sentirme orgulloso de lo que hice".






