¿Cómo afecta a tu bolsillo el aumento de las tasas de interés? Te explicamos
El anuncio de la Reserva Federal de aumentar un cuarto de punto la tasa de interés es una medida para combatir la inflación, situada en niveles no vistos en cuatro décadas en Estados Unidos. Pero, ¿cómo afecta a los ciudadanos?
Las tasas hipotecarias, que estuvieron por debajo de 3%, subirán, y es probable que también aumenten las tasas de interés de las tarjetas de crédito y los costos de un préstamo para automóvil. Los ahorradores pueden recibir rendimientos ligeramente mejores –dependiendo de su banco– y también se verán afectados los rendimientos de los fondos de bonos a largo plazo.
Si bien el aumento anunciado por la Reserva Federal tendrá un impacto a mediano plazo, analistas esperan que la tasa clave aumente hasta siete veces este año, alcanzando entre un 1.75% y un 2% para fines de 2022.
Funcionarios consultados plantean cuatro aumentos adicionales en 2023, lo que dejaría su tasa de referencia cerca del 3%. El jefe de la Fed, Jerome Powell, espera que al hacer que los préstamos sean gradualmente más caros, la Reserva Federal conseguirá enfriar la demanda de viviendas, automóviles y otros bienes y servicios, lo que desacelerará la inflación.
Sin embargo, los riesgos son altos. Dado que es probable que la inflación se mantenga elevada, en parte debido a la invasión rusa a Ucrania, es posible que la Reserva Federal tenga que aumentar los costos de endeudamiento aún más de lo que ahora espera. Si lo hace, potencialmente podría empujar a la economía estadounidense hacia una recesión.
“El impacto de un aumento de la tasa de interés en un cuarto de punto es intrascendente en el presupuesto familiar”, explicó Greg McBride, analista financiero jefe de Bankrate.com. “ Pero hay un efecto acumulativo que puede ser bastante significativo, tanto en el presupuesto familiar como en la economía en general”. Entonces, ¿cuáles son los efectos? Te explicamos.
¿Las tasas hipotecarias subirán continuamente?
Muy probablemente sí. Ya lo han hecho en los últimos meses, en parte anticipándose a los movimientos de la Reserva Federal. No obstante,las tasas hipotecarias no necesariamente aumentan junto con los aumentos de tasas de la Reserva Federal. A veces, incluso se mueven en la dirección opuesta. Las hipotecas a largo plazo tienden a seguir la tasa de la nota de los bonos de ahorro del Tesoro a 10 años, que, a su vez, está influenciada por una variedad de factores. Estos incluyen las expectativas de los inversores sobre la inflación futura y la demanda mundial de bonos del Tesoro de Estados Unidos.
La inestabilidad mundial, como la invasión de Rusia a Ucrania, a menudo provoca una respuesta de “huida hacia la seguridad” entre los inversores de todo el mundo: muchos se apresuran a comprar bonos del ahorro del Tesoro de EEUU, que se consideran el activo más seguro del mundo. Una mayor demanda de bonos a 10 años reduciría su rendimiento, que luego reduciría las tasas hipotecarias. Por ahora, una inflación más rápida y un fuerte crecimiento económico de Estados Unidos elevaron la tasa de los bonos a 10 años. La tasa promedio de una hipoteca a 30 años, a su vez, ha subido casi un punto porcentual completo desde fines de diciembre al 3.85%, según el comprador de hipotecas Freddie Mac.
¿Cómo afectará esto al mercado de la vivienda?
Si estás buscando comprar una casa y estás frustrado por la falta de casas disponibles, lo que ha llevado a guerras de ofertas y precios exorbitantes, es poco probable que eso cambie pronto.
Los economistas dicen que las tasas hipotecarias más altas desalentarán a algunos posibles compradores. Y los precios promedio de las viviendas, que se han disparado a una tasa anual de alrededor del 20%, al menos podrían aumentar a un ritmo más lento.
Pero Odeta Kushi, economista jefe adjunta de First American Financial Corporation, señala que existe una demanda tan fuerte de viviendas y que el mercado no se enfriará mucho. La oferta no se ha mantenido. Muchos constructores están luchando con la escasez de piezas y mano de obra. “Seguiremos teniendo un mercado inmobiliario bastante robusto este año”, indicó.
¿Qué pasa con otros tipos de préstamos?
Para los usuarios de tarjetas de crédito, líneas de crédito con garantía hipotecaria y otras deudas de interés variable, las tasas aumentarían aproximadamente en la misma cantidad que la subida de la Reserva Federal, generalmente dentro de uno o dos ciclos de facturación. Eso se debe a que esas tasas se basan en parte en la tasa preferencial de los bancos, que se mueve junto con la Reserva Federal. Aquellos que no califican para tarjetas de crédito de tasa baja podrían verse obligados a pagar intereses más altos sobre sus saldos, y las tasas de sus tarjetas aumentarían al igual que la tasa preferencial.
Si la Reserva Federal decidiera aumentar las tasas 10 veces o más durante los próximos dos años, una posibilidad realista, eso aumentaría significativamente los pagos de intereses.
Los aumentos de tasas de la Reserva Federal no necesariamente aumentarán tanto las tasas de préstamos para automóviles, que tienden a ser más sensibles a la competencia, lo que puede disminuir su aumento.
¿Podré ganar más con mis ahorros?
Probablemente, aunque no por mucho. Y depende de dónde tengas tus ahorros, si los tienes. Las cuentas de ahorro, certificados de depósito y del mercado monetario no suelen seguir los cambios de la Reserva Federal. En cambio, los bancos tienden a sacar provecho de un entorno de tasas más altas para tratar de aumentar sus ganancias. Lo hacen imponiendo tasas más altas a los prestatarios, sin ofrecer necesariamente tasas más altas a los ahorradores.
Esto es particularmente cierto para los grandes bancos ahora. Se han visto inundados de ahorros como resultado de la ayuda financiera del gobierno y la reducción del gasto de muchos estadounidenses más ricos durante la pandemia. No necesitarán aumentar las tasas de ahorro para atraer más depósitos.
Pero los bancos en línea y otros con cuentas de ahorro de alto rendimiento probablemente sean una excepción. Estas cuentas son conocidas por competir agresivamente por los depositantes. El único problema es que normalmente requieren depósitos significativos.
Si tu dinero está invertido en fondos mutuos o fondos cotizados en bolsa que tienen bonos a largo plazo, se convertirán en una inversión más riesgosa. Por lo general, los bonos a largo plazo existentes pierden valor a medida que se emiten bonos más nuevos con rendimientos más altos.