Una exalumna de la Universidad de Baylor, en Texas, introdujo la última demanda contra esta institución. Alega –como otras mujeres– haber sido violada por un grupo de jugadores del equipo de fútbol americano luego de una fiesta en febrero de 2012.
Una víctima de una violación grupal cometida por jugadores de fútbol demanda a la Universidad de Baylor por negligencia
En el documento alega que las agresiones sexuales se repetían en fiestas fuera del campus. Reportes más recientes citados en el texto contabilizan al menos 52 violaciones cometidas por no menos de 31 futbolistas entre 2011 y 2014.
Por:Univision
Una nueva demanda federal contra la Universidad Baylor, en Texas, señala que jugadores del equipo de fútbol americano cometieron distintas violaciones grupales e incluso las grabaron.
Imagen AP Photo/LM Otero (Foto de archivo)
"La demandante fue brutalmente violada por un grupo de entre cuatro y ocho jugadores de fútbol de Baylor, según algunos reportes", se lee en el documento que refiere el caso de esta ex jugadora del equipo de volibol entre 2011 y 2013 y que se identificó como Jane Doe. "Este caso se origina por la respuesta indiferente de las autoridades de Baylor a múltiples eventos de agresiones sexuales a estudiantes y el subsecuente acoso sexual".
Se trata de la séptima demanda contra esta universidad por su inacción tras las agresiones cometidas por sus jugadores de fútbol. La demanda describe una "cultura de violencia sexual" –instaurada por el entrenador del equipo Art Briles– como método de reclutamiento de deportistas con mejor rendimiento que reforzaran al débil equipo y le permitieran más victorias.
"Para asegurar que un equipo de última categoría pudiera reclutar a los jugadores que necesitaban para ganar, los esfuerzos de los reclutadores de Baylor incluían sexo para vender el programa (...) El personal de entrenamiento implementó una política de 'muéstrales que tendrán buenos momentos' con la que permitían a los miembros del equipo de fútbol tener comportamientos irrestrictos y sin consecuencias", dice la demanda.
Esos comportamientos incluían "arreglos para tener mujeres, bebidas alcohólicas y drogas ilegales", llevar a reclutados menores de edad a bares y clubes de desnudistas y el pago de fiestas fuera de las instalaciones universitarias que, aclaran, "terminaban en repetidas ocasiones en violaciones grupales de jugadores a mujeres" que eran realizadas como una "experiencia de unión", denuncian.
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Además, dice el texto, las agresiones eran fotografiadas, grabadas y luego compartidas entre los jugadores. "La demandante ha confirmado que al menos una grabación de 21 segundos que mostraba la violación grupal de dos estudiantes de Baylor por numerosos jugadores circuló entre ellos".
Una investigación citada en el documento y realizada por la firma legal Pepper Hamilton, lleva un registro de 17 reportes de agresiones sexuales y violencia doméstica cometida por 19 jugadores de fútbol. Al menos cuatro incidentes de violencia sexual ocurrieron en 2012, el mismo año en que Di=oe fue violada. Y reportes más recientes, refiere la demanda, hablan de al menos 52 violaciones entre 2011 y 2014 cometidas por no menos de 31 jugadores de fútbol.
Este último reclamo conocido hace una semana señala que hubo múltiples denuncias de las víctimas que fueron silenciadas por los propios entrenadores sin que fueran investigadas y sin que hubiera castigos para los presuntos agresores.
El caso Jane Doe
Según la demanda de Jane Doe ella se encontraba en una fiesta. Una amiga vio cuando un jugador de fútbol quiso llevar a la joven a un baño en distintas ocasiones. Y ella misma explica en su relato que otro jugador la tocaba insistentemente esa misma noche y ella se negaba.
Luego de que la amiga se fue de la fiesta, uno de los futbolistas cargó a Doe, la montó en su vehículo y la llevó a un lugar no identificado. "Fue allí donde al menos cuatro jugadores de fútbol de Baylor la violaron brutalmente en grupo". Ella recuerda que no podía moverse mientras los deportistas, uno a uno, tomaban su turno en la agresión. Después los escuchaba decir: 'Agarra su teléfono y borra mi número y mis mensajes'. A la mañana siguiente amaneció en casa de su amiga, confundida, herida y en llanto.
Después de lo ocurrido, señala el texto, fue humillada públicamente por los futbolistas, quienes además corrieron rumores sobre la agresión y le enviaron mensajes de texto con los que intentaban "pintar una película completamente distinta a lo que había ocurrido esa noche".
Fue solo en julio de 2012, cinco meses después de la violación, que la joven contó todo a su madre, quien llamó al asistente del entrenador del equipo e incluso se reunieron. Allí le reclamó la agresión, le refirió la lista de jugadores implicados, pero entonces no le dieron una respuesta. Mientras tanto, la joven incluso debió asistir a las mismas clases que dos de sus agresores, su apartamento fue robado presuntamente por los futbolistas implicados y tanto ella como su familia recibieron mensajes de texto con amenazas.
Sobre el caso, lo único que se conoció es que el asistente del entrenador consideraba las evidencias en una "zona gris", mientras los jugadores culpabilizaban a la víctima.
Luego de una investigación independiente de la violencia sexual en Baylor, el entrenador Art Briles fue despedido. En un comunicado dado al Tribune, la universidad aseguró que intenta alcanzar un acuerdo con las mujeres que ya en enero habían introducido una demanda previa: "La respuesta de la universidad de ninguna manera cambia la posición de Baylor de que culquier agresión que involucre a miembros de nuestro campus es censurable e inexcusable".
En 2014, el entonces presidente Barack Obama contextualizó las agresiones sexuales que ocurren en los años universitarios, calculando que una de cada cinco mujeres las vivirá en ese tiempo, que solo 12 son reportadas y que "apenas una fracción" de los agresores es castigado.
