¿Cómo encontrar un barrio que proteja legalmente a las personas LGBT?

Cuando estés buscando comprar o alquilar una casa, las fronteras de la ciudad y del condado quizás parezcan menos importantes que la distancia al trabajo, el distrito escolar o una calle bordeada de árboles. Pero para los de la comunidad LGBT –lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros– un número en un código postal puede marcar la diferencia entre ser protegido contra la discriminación o vivir sin ninguna garantía legal.
Trulia —un sitio que lista propiedades que se venden o se alquilan— se las ingenió para ayudar a los potenciales compradores e inquilinos a encontrar vivienda que esté cubierta por leyes antidiscriminatorias LGBT. Cuando se esté buscando una propiedad, la herramienta llamada Local Legal Protections (Protecciones Legales Locales) les permite a los usuarios ver si hay protecciones legales en cuanto a vivienda, empleo e instalaciones públicas con respecto a su orientación sexual y su identidad de género. Así es como Local Legal Protections les dice a los usuarios cuáles garantías antidiscriminatorias existen dentro de una jurisdicción específica y si son conferidas por un estado, un condado o una ciudad.
“Queremos ayudar a las personas a entender a su vecindario y encontrar un lugar para vivir que les encante”, dijo Tim Correia, el gerente general y vicepresidente senior de Trulia. Para poder realmente elaborar la característica, Trulia se asoció con el Movement Advancement Project (o MAP por sus siglas en inglés), un think tank que se centra en asuntos LGBT.
“Nuestro plan no es cambiar las leyes civiles o la composición de la ciudad, sino proveer un retrato auténtico de lo que [existe] ahora”, dijo Correia. Según MAP, el 43% de la población LGBT de EE.UU. vive en estados con una baja cantidad de políticas antidiscriminatorias. En 2016, un estudio del Center for American Progress (Centro para el Progreso Estadounidense) encontró que un cuarto de las personas LGBT que fueron encuestadas habían experimentado discriminación en el empleo, la vivienda o en las instituciones públicas debido a su orientación sexual o identidad de género.
Según indica la legislación sobre vivienda, existen protecciones federales contra la discriminación basada en “raza, color, origen nacional, religión, sexo, discapacidad y la presencia de niños”. Pero no hay salvaguardias nacionales en cuanto a la orientación sexual.
Es poco probable que eso cambie en el futuro inmediato. Durante su audiencia de confirmación ante el Senado, Ben Carson —Secretario del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano, o HUD por sus siglas en inglés— dijo que no cree que la comunidad LGBT merece “derechos adicionales” cuando se trata de las políticas antidiscriminatorias. En julio, 28 senadores demócratas le enviaron una carta a Carson para protestar la remoción de una parte de la web donde se explicaban los recursos de la agencia para proteger a las personas LGBT con respecto a la vivienda.
Sin embargo, existen pruebas que sugieren que tales políticas antidiscriminatorias son justificadas. En un reporte de 2013, HUD dijo que las parejas gay experimentaron un peor tratamiento que las parejas heterosexuales en el mercado online del alquiler. Un estudio realizado por cuatro Fair Housing Centers (Centros para la Vivienda Equitativa) en Michigan concluyó que más del 25% de las parejas buscando vivienda de alquiler enfrentaron la discriminación por ser gay.
Con respecto al empleo, si bien la Equal Employment Opportunity Commission (Comisión para la Igualdad de Oportunidades de Empleo) ha interpretado el Título VII de la Civil Rights Act (Ley sobre Derechos Civiles) como si incluyera protecciones para los empleados LGBT, tal postura no es necesariamente vinculante en los tribunales.
Las leyes que se aplican a la discriminación —en lugares desde panaderías a consultorios médicos y bibliotecas— varían muchísimo entre estados. Diecinueve estados y Washington DC —los cuales constituyen menos de la mitad de la población LGBT del país— tienen leyes sobre que prohíben la discriminación por orientación sexual o identidad de género.
Ineke Mushovic y Naomi Goldberg —directora ejecutiva y la directora de políticas e investigaciones de MAP, respectivamente— dicen que el estado actual de leyes antidiscriminatorias es “una mezcolanza” y una que puede ser difícil de navegar.
“A nivel estatal, todavía hay 31 estados que carecen de protecciones integrales”, dijo Goldberg. “Hemos visto grandes avances en Florida, Pennsylvania, Missouri: hay muchas ciudades y condados aprobando ordenanzas en ausencia de la acción estatal. Pero también hay lugares donde pocas han sido aprobadas, como Dakota del Sur y Dakota del Norte”. Y algunos estados —entre ellos Carolina del Norte— hasta les han prohibido a las ciudades y condados que aprueben leyes antidiscriminatorias.
Goldberg identificó dos tendencias importantes para la comunidad LGBT en las recientes ordenanzas antidiscriminatorias. Una es que incluyen la identidad del género además de la orientación sexual. La otra es que la mayoría son bastante integrales, lo cual significa que incluyen la vivienda, a las instituciones públicas y el empleo.
Correia se da cuenta de cuánta diferencia pueden marcar las fronteras de las ciudades y de los estados. “Si estás aceptando un puesto en Cincinnati [y te estás mudando allá] desde otra parte y estás examinando las comparaciones de precio, podría ser muy fácil cruzar la frontera para ir a Kentucky” a buscar una vivienda, dijo. “Pero es muy diferente, en esas dos áreas metropolitanas, lo que son tus protecciones”.
“Si viajas a otro estado y quieres tener una cena romántica, te podrían echar del restaurante o de un taxi, y no hay ley estatal que te proteja”, dijo Mushociv. Según observa, es por esto que la nueva herramienta de Trulia cumple con una necesidad clara. “Es importante que cuando estés escogiendo un lugar en donde vivir, ya que muchas de estas [políticas] existen al nivel de las ciudades. Si vives fuera de las fronteras de la ciudad, no eres protegido por las leyes locales. Hacer que las personas estén conscientes de esto puede ser enormemente importante para ellas”.
Estas protecciones le importan muchísimo a la comunidad LGBT, dijo Ryan Thoreson, un investigador en el LGBT Rights Program (Programa de Derechos LGBT) de Human Rights Watch, una organización defensora de los derechos humanos. Thoreson recuerda una mujer en Michigan que había decidido mudarse con su esposa a vivir en East Lansing debido a las protecciones antidiscriminatorias de la ciudad. Pero después de firmar el contrato de arrendamiento, la pareja descubrió que, estrictamente hablando, su nuevo hogar quedaba dentro de las fronteras de un municipio diferente, uno que no tenía ninguna protección.
“Es una ilustración de los esfuerzos que tienen que hacer las personas LGBT para asegurar que estén protegidas, más la importancia de esas protecciones”, dijo Thoreson.
Correia dijo que los investigadores en Trulia encontraron que más del 80% de los consumidores dicen que un vecindario tiene la misma o mayor importancia que la vivienda misma. También, dijo que el proceso de crear esta herramienta ha expandido el entendimiento de la empresa de lo que les importa a las personas en un vecindario, y que el próximo objetivo es expandir el proyecto a otras dimensiones e investigar leyes locales sobre el estatus migratorio y las discapacidades.
Goldberg está consciente de que las leyes antidiscriminatorias no significan la ausencia de la discriminación en un área dada. Pero la consciencia puede ayudar a producir el cambio.
“Creo que eso forma parte de la razón por la que la característica de [Trulia] es muy emocionante”, dijo. “Ayuda a informar no sólo a las personas LGBT, sino que también a los aliados de la comunidad sobre lo que existe en esa área. Si [a los aliados] les sorprende enterarse de que la comunidad que les encanta no tiene protecciones, a lo mejor sumarán sus voces para decir ‘Estimado concejo de la ciudad, debemos tener una ordenanza’. La discriminación en contra de mis amigos LGBT está mal”.
“Particularmente en las áreas urbanas [también] hay suburbios y la simpatía LGBT de diferentes comunidades cambia de una cuadra a otra. Las personas sí tienen opciones en cuanto dónde quieren vivir”, dijo Thoreson. “Creo que esto reta a las ciudades a tomar la iniciativa para ser lugares en que las personas LGBT puedan vivir sintiéndose seguras y a salvo”.
Este artículo fue originalmente publicado en inglés en CityLab.com