La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), que reveló el fraude, acusó al grupo alemán de haber violado las normas también con motores diésel de tres litros de las marcas de lujo Audi y Porsche.
Hasta ahora, el fraude sólo estaba confirmado en el caso de motores diésel de hasta dos litros de cilindrada, en automóviles de media gama: VW Jetta, Jetta Sportwagen, Beetle, Audi A3, Golf y Passat, según los modelos, entre 2009 y 2015
"Evidentemente se trata de una mala noticia para Volkswagen, ya que esta última acusación incluye a Porsche", comentó Holger Schmidt, analista de Equinet.
Otro problema es que el nuevo presidente deVolkswagen, Matthias Müller, que asumió en medio del escándalo, estuvo antes a la cabeza de Porsche y "debió de tener conocimiento del problema, aunque eso esté aún por demostrarse", añadió el analista.
Müller asumió la presidencia con la promesa de aclarar el escándalo, mejorar la imagen del grupo y gestionar las consecuencias.
El grupo deberá llamar a revisión todos los coches afectados, adaptarlos a las normas, lo que costará miles de millones de euros, y afrontar infinidad de procesos judiciales. Según la EPA, sus nuevas sospechas conciernen al menos 10,000 vehículos en Estados Unidos.
Volkswagen había reaccionado el lunes afirmando que "no se instaló ningún programa en los diésel de tres litros V6 para modificar de manera inapropiada" los controles de polución.
El grupo dijo además que va a "cooperar completamente con la EPA, para explicar totalmente los hechos". Audi desmintió el martes, por separado, cualquier tipo de fraude.
El procedimiento seguirá ahora con la realización de nuevos exámenes y podría desembocar en la llamada a revisión de más vehículos. La cuestión de las multas que se avecinan para VW, y que podrían en teoría superar los 18,000 millones de dólares sólo en Estados Unidos, se abordará más tarde.