'Testaferro' del vicepresidente de Venezuela se beneficiaba del negocio de comida subsidiada

Samark López Bello, señalado por el gobierno de EEUU como testaferro del vicepresidente de Venezuela, Tareck El Aissami, es el dueño de la empresa Postar Intertrade Limited, que no está entre las 13 que le fueron vetadas cuando entró a la lista negra de la OFAC por supuestos vínculos con el narcotráfico.
Con esa compañía, López Bello importó alimentos que forman parte del programa de bolsas de comida subsidiada que el gobierno venezolano vende a sus habitantes, en plena crisis de desabastecimiento, que para diciembre de 2016 se calculó en 43.1%, según el Centro de Documentación y Análisis de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), una organización independiente.
Tres días antes de que el Departamento del Tesoro anunciara la medida contra El Aissami y López, el buque San Antonio, cargado con 633 contenedores de 11.600 toneladas de comida, atracaba en el muelle 24 de Puerto Cabello, el principal desembarcadero marítimo de Venezuela.
La revista ‘Informe’ número 14,929 de la Cámara de Comercio de Puerto Cabello -que publica periódicamente las operaciones comerciales marítimas- describe que ese 10 de febrero llegaban “kits de alimentos” de la empresa Postar Intertrade Limited y el consignatario de la carga era la Corporación de Abastecimiento y Servicios Agrícolas (CASA).
“LA CASA S.A.” es una empresa del Estado venezolano encargada del suministro de alimentos. Depende del Ministerio para la Alimentación (Minppal) y participa de un programa que lanzó el gobierno en abril de 2016 para hacer frente a la escasez: “las bolsas CLAP (por las siglas de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción que controlan su distribución)”. Los paquetes contienen algunos productos básicos y cada combo cuesta 11,000 bolívares (dos dólares y medio al cambio libre), que equivalen a la cuarta parte del salario mínimo.
La mayor parte de los alimentos provenía de Panamá, aunque fueron adquiridos en México, según reveló una fuente que labora en las actividades portuarias en Puerto Cabello. Fuentes consultadas para este trabajo contaron a Univision Noticias que las cajas con alimentos habían sido ensambladas con productos como harina, granos, salsas y café provenientes de EEUU, México y Panamá.
La contratista usó galpones ubicados en Colón, Panamá, en los que seis líneas de trabajo con jóvenes, “en su mayoría venezolanos indocumentados”, embalaron al menos 500 paquetes por día, especificó un testigo quien prefirió resguardar su identidad.
Según el propio portal de samarklopez.org, la compañía Postar Intertrade Limited, una de las siete que presenta en su web oficial, fue establecida en 2013 y cuenta "con un moderno almacén del tamaño de tres campos de fútbol". También dice que emplea a 3,000 personas y que diseñó un sistema logístico para enviar kits de construcción de viviendas en Venezuela. Para eso se asoció con "Home Depot y Graybar", se lee en la página.
Aunque la empresa negocia con el Gobierno, no aparece en el Registro Nacional de Contratistas (RNC), que es un requisito indispensable para poder hacer contrataciones y acuerdos comerciales con cualquier ente oficial en Venezuela.
Investigación y denuncia política
Carlos Paparoni, diputado en el Parlamento venezolano por el principal partido opositor Primero Justicia, adelanta una investigación sobre el programa de distribución de alimentos a través de los CLAP. Justamente el mismo día del desembarco denunció que el precio internacional del combo de alimentación es de ocho dólares, pero que el Gobierno los importa a $35, aunque no mostró ninguna factura. “Es decir, que el importador se queda con 27 dólares por cada combo”, advirtió.
A partir del 13 de febrero, se conoció que el importador es Samark López y que es señalado por EEUU como testaferro del vicepresidente de la República.
El control de la divisa impuesta en Venezuela establece varios cambios de la moneda con respecto al dólar. Para ciertos rubros, como el de la alimentación, el gobierno otorga dólares preferenciales a un cambio favorecedor al empresario. Es decir, los importadores como López Bello pueden obtener un dólar por solo 10 bolívares. Mientras el segundo tipo de cambio se ubica en 600 bolívares por cada dólar y en el mercado libre son 4,000 bolívares por cada dólar.
Es la razón por la que los grandes casos de corrupción del gobierno chavista los protagonizan quienes tiene acceso a dólares baratos y luego revenden al cambio libre.
El Banco Central de Venezuela (BCV) no difunde con regularidad indicadores económicos desde principios de 2016, cuando reconoció que la inflación era de 181,1%. Por lo tanto, la compra de insumos similares a los de “la bolsa Clap” se consiguen en algunos supermercados pero sin subsidio gubernamental. Ahí el precio asciende de 11,000 a 50,000 bolívares (12,5$) aproximadamente. Por encima del salario mínimo mensual de 40,600 bolívares (10,15$).
La oposición, que controla el parlamento —y que decretó una crisis humanitaria por la falta de alimentos en 2016— se ha quejado de que el gobierno no estableció como prioritaria la producción nacional. Opositores critican que los CLAP se usan como herramienta de discriminación política, donde son beneficiados quienes apoyan al partido de Nicolás Maduro.
Colaboraron en la reportería: Dayrí Blanco (Valencia, Venezuela) y César Batiz (Caracas)/ El Pitazo
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