El ex secretario de seguridad de México, Genaro García Luna, preso por cargos de narcotráfico en Nueva York, fue muy cercano durante años a un selecto grupo de empresarios que se dedicaba a la venta de potentes equipos de espionaje a gobiernos de América Latina. Nunvav, la compañía insigne de ese grupo, está hoy bajo investigación en México por lavado de dinero en presunta complicidad con García Luna. Sus cuentas están congeladas y los empresarios han batallado legalmente para que sean liberadas.
Red de asociados de exfuncionario mexicano acusado de narcotráfico movió al menos $200 millones
Un grupo empresarial de vendedores de equipos de espionaje bajo investigación por lavado de dinero en México por supuesta complicidad con el ex secretario de seguridad pública de ese país Genaro García Luna, participó en las transferencias de más de 200 millones de dólares, de acuerdo con un reporte de la organización C4ADS, con sede en Washington.

Hasta ahora se conocían algunos de los negocios y conexiones de la empresa, especialmente en México, pero las dimensiones de sus operaciones a nivel internacional no se habían contabilizado.
C4ADS, una organización sin fines de lucro especializada en investigación sobre seguridad transnacional, siguió los pasos de la empresa Nunvav y encontró que está relacionada con 83 compañías activas e inactivas, cuyos dueños o directivos son los empresarios cercanos a García Luna, que movieron más de 200 millones de dólares, de acuerdo con la acusación penal del caso en México, citada en el reporte. Parte del dinero fue usado para comprar bienes raíces, autos, equipo de seguridad, y para financiar con 3.5 millones de dólares la compra de un avión y de una mansión de 3.3 millones, en la que vivió García Luna, afirma el reporte de C4ADS.
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García Luna, quien fue secretario de seguridad pública de México entre 2006 y 2012, enfrenta cargos por narcotráfico en una corte de Nueva York y está bajo investigación criminal en México por lavado de dinero. En la audiencia por su caso este 7 de octubre, se declaró no culpable de cuatro cargos de narcotráfico y un cargo de falsedad en declaraciones, incluidos en una acusación ampliada en su contra, en la que dos exfuncionarios bajo su mando fueron añadidos a la causa, en julio de 2020.
La audiencia debió suspenderse por unos minutos debido a que los participantes no silenciaban sus teléfonos, y luego fue retomada. El juez pidió repetidamente que los participantes, que se conectaron a la audiencia vía teleconferencia, silenciaran sus celulares. García Luna fue detenido en Texas en diciembre de 2019, acusado de recibir sobornos millonarios del cártel de Sinaloa. Su abogado, César de Castro, no respondió a un correo electrónico con una solicitud de entrevista para este reportaje. Univision no pudo contactar a Cristina Pereyra para esta historia.
Henry Peyronnin, el investigador de C4ADS que lideró la pesquisa, identifica como "La Red Nunvav" a un grupo de empresas que son propiedad o están manejadas por García Luna, su esposa Cristina Pereyra, los empresarios Samuel Weinberg, su hijo Alexis y el socio de este, Natan Wancier. El abogado de Alexis y Samuel Weinberg en México no respondió a mensajes para esta historia. Natan Wancier no ha sido localizado por Univision desde diciembre de 2019. El día cuando García Luna fue detenido, Alexis Weinberg dijo a Univision que tomaría una llamada, pero no lo hizo. Unos meses antes, dijo en entrevista con Univision Investiga que su relación con García Luna solo era amistosa y nunca recibieron contratos públicos como favor del funcionario.

Alexis y Samuel Weinberg, además de Cristina Pereyra, aparecen relacionadas con el exsecretario de Seguridad Pública en dos denuncias penales interpuestas en México por lavado de dinero y corrupción. Univision y C4ADS tienen copia de ambas denuncias. El reporte de C4ADS afirma que “la Red Nunvav” tiene empresas registradas principalmente en Florida, Ciudad de Panamá y Delaware. En septiembre de 2020, al menos 21 de estas compañías continuaban activas, de acuerdo con el rastreo hecho por la organización.
No hay evidencia que vincule todas a las 83 compañías de la red con actividades ilícitas, según el reporte, pero se sabe que las autoridades de Estados Unidos y de México están tratando de establecer el origen del dinero con el que algunas de las empresas realizaron transacciones de bienes raíces, aviación privada, restaurantes y entretenimiento a través de compañías en su gran mayoría registradas en la Florida.
"La hipótesis planteada por esta autoridad gira en torno a que con un grado muy alto de probabilidad los recursos que opera Nunvav Inc., pudieran ser el resultado de actividades ilícitas realizadas por Genaro García Luna mediante la ejecución de actos de corrupción", afirma la denuncia penal de la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda de México, obtenido por Univision.

Nunvav es una compañía creada en Panamá en 2005 que comenzó a operar en México a finales del gobierno de Felipe Calderón. En su reporte, C4ADS confirmó que hizo negocios con el gobierno de Nuevo León y Tamaulipas. También aparece como contratista del gobierno federal mexicano, panameño y colombiano.
De acuerdo con las investigaciones de las autoridades mexicanas, buena parte del dinero que movió esta red parece tener origen en pagos del gobierno mexicano. Se destacan 104 millones de dólares que Nunvav cobró a la Secretaría de Gobernación de México entre 2013 y 2017 por el suministro de equipos de espionaje, según documentos de la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda mexicana, obtenidos por Univision y citados por C4ADS.
Un avión
La investigación de Peyronnin coincidió con la de Univision Investiga en otro hecho hasta ahora inédito: la compra de un avión, financiado con 3.5 millones de dólares, por parte de Samuel Weinberg en 2015. Weinberg es uno de los asociados de la red de empresas que incluye a Nunvav y ha sido amigo de García Luna desde finales de la década de 1980, según dijo su hijo Alexis Weinberg en una entrevista con Univision en 2019.
La negociación del avión ejecutivo de matrícula estadounidense salió a relucir en una demanda civil radicada en Miami contra Weinberg en 2015 por el supuesto incumplimiento de un acuerdo de financiación de la aeronave. Los papeles de la corte muestran que Weinberg creó una compañía y con ella adquirió el avión. Para ello obtuvo un préstamo de 3.5 millones de dólares, pero no queda claro en la demanda el origen del dinero que obtuvo.
Se trata de un Bombardier Challenger 604, con capacidad para nueve pasajeros y dos tripulantes. La demanda fue interpuesta por una compañía que gestionaría para Weinberg la obtención del dinero de un préstamo para el avión y que finalmente no hizo negocios con el empresario. La empresa alegó que tuvo pérdidas en la tramitación del crédito del que Weinberg finalmente desistió. Weinberg ganó el pleito.
Durante el juicio Weinberg, declaró como parte de sus activos la empresa 274 SIGB LLC. Los registros públicos de la Florida muestran que esta compañía compró en octubre de 2012 una casa de 3.3 millones de dólares en Golden Beach, Florida. García Luna vivió en esa propiedad entre 2012 y 2016, según lo reconoció Alexis Weinberg en una entrevista con Univision en 2019.
Los fiscales de Nueva York señalan esta casa como el centro del esquema de ocultamiento de dinero de los sobornos que García Luna habría recibido del cártel de Sinaloa. Tras describir la transacción de la casa, el encausamiento contra el funcionario señala que el acusado ha usado durante años la técnica de “disimular sus propiedades y adquisiciones con el uso de compañías de fachada y testaferros”.
La compañía de Weinberg 274 SIGB LLC compró la casa de Golden Beach en efectivo en 2012, según la fiscalía en Nueva York. Los fiscales dijeron en documentos judiciales que García Luna recibió el dinero de la venta en 2016.

En la corte civil Weinberg enlistó la casa como uno de varios bienes de su propiedad en Florida que sumaban 12 millones de dólares. Además de esta residencia citó otras propiedades de bienes raíces, un Ferrari, un Mercedes Benz y un Rolls Royce, comprados entre 2007 y 2013, por medio millón de dólares
Las autoridades mexicanas que investigan a García Luna también concentran su atención en esta casa. Univision reveló por primera vez en 2019 que el exsecretario había vivido allí y que el inmueble pertenecía a la red empresarial de los Weinberg.
Los negocios de Nunvav
La organización C4ADS realizó un registro de los historiales de negocios con gobiernos de México, Estados Unidos y Panamá. Encontró que, durante el gobierno de Peña Nieto, Nunvav recibió 127 importaciones de equipo de defensa y de intervención de comunicaciones, desde Israel y Estados Unidos, principalmente.
En el gobierno de Peña Nieto, Nunvav importó a México equipo de interceptación de comunicaciones, radares, sensores, cámaras de seguridad. Al mismo tiempo, mantenía negocios con varias dependencias del gobierno mexicano, de acuerdo con la información de ese mismo periodo, que cita la denuncia penal por lavado en México.
Antes, entre 2006 y 2012, Nunvav hizo negocios con el gobierno de Panamá y de Colombia, de acuerdo con el reporte de C4ADS. En Panamá, como había reportado previamente el diario La Prensa y Univision, Nunvav cobró 14.1 millones de dólares por la venta de equipo de intervención de comunicaciones para el gobierno panameño.
El reporte revela que Nunvav también hizo negocios en Colombia. Vendió un sistema de monitoreo para la Policía Nacional colombiana y otro sistema de análisis de señales radioeléctricas a la policía, a través de asociaciones con dos empresas de ese país.
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El reporte de C4ADS encontró que 11 de las empresas de los Weinberg en Florida aún continúan activas. Están registradas con la dirección de un departamento de los Weinberg. Parte del rastreo de estas compañías para el reporte de C4ADS tomó como base el trabajo previo de Univision Investiga, Reporte Índigo y del periodista mexicano Julio Roa, del portal En la Politika.
Para el investigador Peyronnin, el rápido crecimiento de las empresas privadas que ofrecen equipamiento militar y de seguridad en América Latina, “ha dejado a los gobiernos de la región mal equipados para monitorear a estas empresas y hacerlas responsables en casos de violaciones legales y reglamentarias, delitos y corrupción”. El caso de Nunvav, dice el investigador, es un ejemplo de los retos que tienen los gobiernos de la región en el control de la industria de la seguridad privada.








