“¡Por favor, respóndanme!”: el teléfono clandestino que ayuda a las mujeres a abortar de forma segura en Honduras

Honduras es uno de los países donde el aborto es ilegal en cualquier circunstancia, incluso en caso de violación. Cualquier mujer que lo haga o ayude a hacerlo puede acabar en la cárcel. Pero un grupo de voluntarias ha creado una línea telefónica para asesorar a las que estén decididas a acabar con sus embarazos para que lo hagan de la manera más segura posible.

Letreros con el mensaje
<i>“Yo no quiero ser violada” </i>en Tegucigalpa.
<br>
Letreros con el mensaje “Yo no quiero ser violada” en Tegucigalpa.
Imagen Amy Braunschweiger para Human Rights Watch

Las cinco mujeres que atienden La Línea, un número de información telefónica confidencial y gratuito que ofrece asesoría a las hondureñas sobre cómo abortar de forma segura, se cuidan mucho para que no se conozca quiénes son.

PUBLICIDAD

En uno de los seis países de América Latina donde el aborto está prohibido en cualquier circunstancia (incluso en caso de violación, riesgo para la vida de la madre o del feto) y donde cualquier mujer que interrumpa un embarazo de manera voluntaria o quien le ayude a hacerlo puede acabar procesada judicialmente e incluso en la cárcel, sus servicios (ofrecerle información científica a las mujeres sobre aborto seguro y anticoncepción de emergencia) son una actividad de alto riesgo.

"Tratamos de ser muy discretas en cuanto al tema de La Línea, es decir, a quiénes atienden y cómo lo hacen por temas de seguridad", dice una de sus fundadoras. Por temor a represalias, las voluntarias se limitaron a responder a un cuestionario de Univision Noticias a través de la organización Human Rights Watch (HRW), sin desvelar su identidad.

"Una de las medidas de seguridad que tomamos es que hablamos solamente con mujeres. Les preguntamos su edad. También dejamos que ellas hablen primero para saber de qué va el asunto y si se escucha como que solo desea curiosear o realmente necesita ayuda", relata.

Entre 50,000 y 80,000 abortos clandestinos cada año

Que el aborto esté prohibido en Honduras no significa que no exista. Cada año, miles de mujeres se someten a procedimientos clandestinos para interrumpir sus embarazos y ponen sus vidas en peligro.

Video Por abortar, estas hispanas pasaron más de una década tras las rejas en Honduras


Un informe de la ONG local Centro de Derechos de Mujeres citado en el último reporte de HRW sobre el aborto en Honduras estima que entre 50,000 y 80,000 mujeres se realizan procedimientos clandestinos de este tipo cada año.

PUBLICIDAD

"Todos los años, las noticias sobre mujeres sospechosas de haberse practicado un aborto ocupan los titulares. Nadie ha sido condenado bajo los estatutos sobre aborto del Código Penal en los últimos tres años, según datos proporcionados a Human Rights Watch por el Ministerio Público, pero siete personas fueron acusadas de tener o practicar abortos y dos fueron detenidas", se lee en el reporte de la ONG.

Por eso, las cinco mujeres tras La Línea quieren asegurarse de que las hondureñas que estén decididas a abortar no tengan que recurrir a métodos peligrosos para interrumpir sus embarazos no deseados. "Quiero asegurarme de que las mujeres no tengan que pasar por eso", le dijo una de las fundadoras de La Línea a HRW. "Quiero demostrarles que el aborto puede ser seguro".

Grafiti con mensaje a favor del derecho al aborto y la legalización de la pastilla del día después en una calle del centro de Tegucigalpa.
Grafiti con mensaje a favor del derecho al aborto y la legalización de la pastilla del día después en una calle del centro de Tegucigalpa.
Imagen Amy Braunschweiger para Human Rights Watch

En su informe, HRW señala que las llamadas que reciben muchas veces son "de mujeres en estado de pánico y a veces llorando". "'¡Por favor, respóndanme!', suplicaban. '¡No me tengan esperando!'. Muchas decían que llamaban por una 'amiga'", se lee en el reporte.

Según le explicaron a Univision Noticias sus fundadoras, la principal pregunta que reciben de quienes llaman a La Línea es dónde pueden conseguir pastillas para abortar. Pero ellas, explican, solo pueden brindar información, y saben que no todas las mujeres logran conseguir las pastillas por sus propios medios.

Mujeres consultadas por HRW aseguraron haber pagado entre 1,500 y 7,000 lempiras (entre $61 y $285), en un país donde casi un tercio de la población vive con menos de $3.20 al día.

PUBLICIDAD

Además, según datos de la Secretaría de Salud, en 2017 más de 8,600 mujeres fueron hospitalizadas por complicaciones relacionadas con abortos provocados o espontáneos en Honduras. Los datos oficiales citados señalan que solo una de cada 23 muertes maternas ocurridas en el país ese año fue causada por un aborto, pero las autoras del informe de HRW creen que esa cantidad podría ser mucho mayor.

Pasando la voz a través de redes y con panfletos en colegios

La idea de abrir una línea para asistir a las mujeres que quisieran abortar surgió en 2016 en unos talleres de la organización Women Help Women. Las fundadoras comenzaron difundiendo la información a través de Facebook e Instagram y, un año después, el teléfono comenzó a funcionar con una llamada al mes.

Después, explican las fundadoras, las voluntarias comenzaron a repartir volantes informativos con el número telefónico "en mercados, a la entrada de colegios públicos, universidades y baños" de mujeres. Así llegaron a tener hasta una llamada a la semana y varias consultas por WhatsApp.

Pero a fines de agosto de 2018, el número telefónico de La Línea dejó de funcionar y las mujeres que estaban decididas a abortar se quedaron sin un lugar al que acudir en busca de información.

La suspensión de la línea se produjo después de que el grupo tratara de colocar un anuncio con su número de teléfono en un periódico de tirada nacional. El diario se negó y la línea telefónica dejó de funcionar.

Según el informe de HRW, quienes llamaban recibían un mensaje de error que decía que no era posible comunicarse con la red y las voluntarias de La Línea tuvieron que buscar un plan para reactivar el servicio.

PUBLICIDAD

"Si el periódico había denunciado el número de teléfono a las autoridades, instalar el teléfono en una oficina podría exponerlas", se lee en el reporte de la organización. "Pero si desechaban la tarjeta SIM y cambiaban el número de teléfono, las mujeres que sabían sobre La Línea tendrían un número equivocado. En enero, decidieron que tenían que intentarlo. Demasiadas mujeres necesitaban su ayuda. Y las mujeres de La Línea tenían un plan: el primer paso implicaba confiar en un conocido que trabajaba en la compañía telefónica".

En marzo, el grupo consiguió reactivar la línea y, para sorpresa de las voluntarias, cuando volvieron a encender el teléfono, comenzaron a recibir "muchas más llamadas" porque para entonces, explican, le habían pedido "ayuda a otras organizaciones de mujeres para que regaran la voz".

"Resultó que a ellas les venía muy bien porque muchas mujeres llegan a ellas con todo tipo de consultas. Así que La Línea empezó y sigue con muy buen ritmo (más de dos llamadas a la semana)", afirma la fundadora que respondió el cuestionario de Univision Noticias.

Las mujeres que están tras este número telefónico saben que su labor es controvertida, pero dicen que los peligros que enfrentan son "los mismos que todas las feministas en Honduras: insultos, prejuicios, amenazas y temor".